Queramos o no queramos, nos
guste o no, debemos admitir que, todavía hoy, estamos permeados por el
cristianismo (desde el Bautismo, al Entierro, pasando por la Primera Comunión y la Boda en la Iglesia o Catedral, con el
cura como oficiante en una gran parte de la población, aunque no se sea
practicante habitual).
El concepto de pecado y el
sentimiento de culpa, la tranquilidad y los remordimientos de conciencia, los
roles del varón y de la mujer, el valor del sacrificio, la visión de la
sexualidad, el valor del dinero, la educación y enseñanza religiosa en Colegios
y Universidades, de donde salen desde Políticos Gobernantes y Dictadores hasta
Guerrilleros revolucionarios, desde Teólogos Oficiales a Teólogos de la Liberación , desde la Clausura y recogimiento
de algunos a las Misiones y la exterioridad de otros.
¿Qué decir de la influencia
de la Religión Oficial ,
a través de la Jerarquía Eclesíástica ,
en leyes como la de Enseñanza, el Divorcio, el Aborto, la Pena de Muerte, en las
Costumbres (el bikini o el nudismo o el velo obligatorio para entrar en la
iglesia, los sermones catilinarios en la misa de 12 de los domingos, los niños
nacidos fuera del matrimonio, los matrimonios civiles y religiosos, los
Preservativos y la Píldora
anticonceptiva o la del día después, la demonización del comunismo, del
materialismo, del ateísmo,…?
Todavía queda mucho vigente.
Los Papas, que además de
Jefes de la Iglesia
son Jefes de Estado y recibidos como tales por creyentes y por gobernantes, incluso
en países islámicos e hindúes, incluso animistas africanos, en su doble papel
de Jefe.
De los numerosos mesías,
profetas, visionarios,… ¿sólo Jesús dejó huella? ¿Por qué si Él, seguro-segurísimo, no pasó por su mente fundar
una nueva religión ni una nueva Iglesia, sino sólo proponer una forma distinta
de vivir las relaciones de los hombres entre sí, no basadas en el poder, sino
en la fraternidad?
Y todo ese influjo en
Occidente tuvo lugar en nombre de una persona de la que apenas se sabe si
existió o fue algo creado por una secta de judíos disidentes que necesitaban creer en la
llegada del Mesías o es un mito forjado por las primeras comunidades fundadas
por los Apóstoles que necesitaban perpetuar la presencia de la historia de
Jesús después de la derrota de su muerte en la cruz.
Un personaje paradójico,
contradictorio, enigmático, y en cuyo nombre se ha perseguido y asesinado, al
tiempo que se ha evangelizado caritativamente, siendo, incluso, asesinados,
martirizados.
Incluso dudamos que Jesús de Nazaret
hubiera, hoy, ratificado las doctrinas que, en su nombre, predica e impone la Iglesia que se denomina
Cristiana.
Incluso hay que reconocer el
influjo que el Vaticano ejerce en la política internacional, a través de la
figura de Jesús, el Cristo, sin apenas saber de Él, de cómo fue, de qué predicó
realmente, qué pretendía con el anuncio de un nuevo Reino para la humanidad,…
Una Iglesia que comenzó a
andar siendo pobre, poniendo en común sus bienes, siendo perseguida y
martirizada y que, en poco tiempo, pasó a ser la Religión Oficial
del Imperio Romano y de perseguida se trocó en perseguidora.
Una Iglesia que se decía de
los pobres y que se enriquecía, que demonizaba el lujo y el derroche y pronto
se apuntó al mayor boato deslumbrante, que copió la vestimenta de los
Emperadores Romanos, que se sirve en copa de oro, que predica las
bienaventuranzas pero que no las practica (pobres, hambrientos, sedientos,
perseguidos, desnudos,…)
Sin saber hasta si existió,
qué fue lo que dijo, lo que hizo, realmente, en su vida, que no dejó escrita
una línea y que todo lo que sabemos de Él es lo que nos dicen que dijo, como
Platón de Sócrates.
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