El segundo texto de Flavio Josefo se refiere ya, expresamente, a Jesús.
“Por esa época (durante el
gobierno de Poncio Pilato, (en el año 26-36 d.C.) vivió Jesús, un hombre sabio,
si es que se le puede llamar hombre, porque realizó hechos portentosos. Maestro
de hombres que aceptan con gusto la verdad, atrajo a muchos judíos y a muchos
de origen griego.
Era el Mesías. Cuando Pilato,
tras escuchar la acusación que contra él formularon los principales de entre
nosotros, lo condenó a ser crucificado, aquellos que lo habían amado al
principio no dejaron de hacerlo. Porque al tercer día se les manifestó vivo, de
nuevo, habiendo profetizado los divinos
profetas éstas y otras maravillas acerca de Él. Y hasta el día de hoy no ha
desaparecido la secta de los cristianos”
¿Puede ser original y auténtico
este texto en su totalidad?
Y es que el historiador
Flavio Josefo era un judío convencido, aunque voluble, pero es difícil e
incomprensible que hubiera hecho tales elogios de aquel profeta que había
luchado, precisamente, contra la ortodoxia judía y al que habían acabado
crucificando.
Y menos verosímil (o más
inverosímil) que pudiera creer que había resucitado.
El gran teólogo español, Juan
José Tamayo, en su obra “Por eso lo mataron” dice que “parece tratarse de un
texto muy manipulado, sobre cuya autenticidad se cierne una larga sombra de
dudas”
Hay quien afirma que, no en
parte, sino en su totalidad el texto es falso pues, más bien parece reflejar la
predicación cristiana sobre Jesús, en clave apologética, como en los
evangelios.
Existe una versión árabe del
mismo texto, no exactamente igual, pero sí muy parecida, y del que tampoco hay
certeza de su autenticidad, pero en el que aparecen los discípulos y no el
historiador judío quien afirma que Jesús había resucitado.
El texto original de Flavio
Josefo sería:
“POR AQUELLA ÉPOCA APARECIÓ
JESÚS. ATRAJO A SÍ MUCHOS JUDÍOS Y TAMBIÉN MUCHOS GENTILES. HABIENDO SIDO
DENUNCIADO POR LOS PRIMADOS DEL PUEBLO, PILATO LO CONDENÓ AL SUPLICIO DE LA CRUZ ; PERO LOS QUE ANTES LE
HABÍAN AMADO LE PERMANECIERON FIELES EN EL AMOR. DE ÉL TOMARON SU NOMBRE LOS
CRISTIANOS, CUYA TRIBU PERDURA HASTA EL DÍA DE HOY".
El texto manipulado INTERPOLADO es:
El texto manipulado INTERPOLADO es:
"Por aquella época
apareció Jesús, {" hombre sabio, si es que se le puede llamar hombre, fue
autor de obras maravillosas, maestro para quienes reciben con gusto la
verdad."}. Atrajo a sí muchos judíos y también muchos gentiles. {"Éste
era el Cristo (el Mesías)".} Habiendo sido denunciado por los primados del
pueblo, Pilato lo condenó al suplicio de la cruz; pero los que antes le habían
amado le permanecieron fieles en el amor. {"Se les apareció resucitado al
tercer día, como lo habían anunciado los divinos profetas que habían predicho
de El ésta y otras mil cosas maravillosas".} De él tomaron su nombre los
cristianos, cuya tribu perdura hasta el día de hoy".
Quienes niegan la autenticidad del texto de Flavio Josefo aseguran que se trata de “interpolaciones” de los primeros cristianos, porque el historiador no podía haber dicho lo que el texto dice, con tantos elogios.
Quienes niegan la autenticidad del texto de Flavio Josefo aseguran que se trata de “interpolaciones” de los primeros cristianos, porque el historiador no podía haber dicho lo que el texto dice, con tantos elogios.
Quienes afirman la
autenticidad del mismo admiten que, seguramente, ha habido una manipulación del
escrito de Flavio Josefo (que se habría convertido al cristianismo. Lo que no
parece creíble, que afirmara la
Mesianidad y menos aún la Resurrección )
Además, un cristiano de aquel
tiempo nunca hubiera escrito la palabra “secta”
César Vidal defiende un
substrato de autenticidad en el texto.
La obra de Flavio Josefo, que
comprende todo el período de la vida de Jesús y los primeros treinta años
después de su muerte, sólo lo cita esas dos veces y hoy hay unanimidad en que
el segundo texto tiene interpolaciones señaladas.
Flavio Josefo, el único que
ha dado una pista sobre la existencia de Jesús, llamado Cristo (“Mesías” en
griego), escribió mucho, incluso de sí mismo, datos biográficos.
Formaba parte de una familia
sacerdotal y era de la secta de los fariseos, a la que, en un principio, pudo
haber pertenecido Jesús.
Cuando estalló la guerra
contra Roma (66 d.C) fue general de las tropas judías, fue hecho prisionero,
pero fue liberado por Vespasiano al haberle profetizado que sería entronizado
emperador, y como así fue, Flavio Josefo acabó viviendo en Roma, en una
preciosa villa, como regalo, y una pensión vitalicia.
Escribió “La guerra de los
judíos”, en la que le achaca a unos bandoleros los que le declararon la guerra
a Roma, y no a los judíos, y “Las antigüedades”, en 20 volúmenes, en la que
aparecen las dos citas sobre Jesús. Expone la historia de Israel, pero con
pocos criterios de historicidad.
Pero la obra iba dirigida no a los judíos, sino a griegos y
romanos.
“Empezó siendo defensor de
los romanos ante los judíos y acabó como defensor de los judíos frente a los
romanos”
Así que, al leer su obra,
habrá que estar atento a su contenido.
“Capaz de inventarse cosas,
exagerarlas, distorsionarlas y. al mismo tiempo, de cuando en cuando, decir
cosas verdaderas”.
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