Yo ahora soy pensionista, pero no jubilado del trabajo. Yo
ahora trabajo mucho, más que antes, pero de otra manera. Un trabajo jovial y
libre, no forzado ni obligatorio. Un trabajo “no trabajoso” y “no oneroso”
Sin embargo todos Uds. saben que hay muchas personas que
sufren “el síndrome de las vacaciones” y, que, precisamente en vacaciones,
aparecen las grietas de la convivencia matrimonial y comienza a hervir el agua
del divorcio o la separación.
¡Qué despropósito¡. ¡Cuando más tiempo hay para estar juntos
y convivir más intensamente, más se tambalea la convivencia¡.
¿Santifica el trabajo?. ¿Es el ocio una incubación de
vicios?.
¡Qué diferentes la mentalidad religiosa cristiana y la
mentalidad laica griega¡.
“El ocio (no la vagancia), el tiempo libre, es el punto
cardinal alrededor del cual gira todo” –dice Aristóteles.
Yo soy aristotélico.
No estoy de acuerdo
con el refrán: “el ave nace PARA volar y el hombre PARA trabajar”.
Ese PARA me pone malo, porque adultera el sentido de las
frases.
Una silla es un mueble hecho por el hombre PARA…
Igualmente, una cama ha sido hecha por el hombre PARA…Pero,
¿para qué es la montaña?. ¿Para qué son los ríos?. ¿Para qué es el sol?.
El sol no ha sido hecho PARA alumbrar y calentar; sino que
alumbra y calienta PORQUE es sol.
El ave no ha sido hecha PARA volar, sino que vuela PORQUE
tiene alas.
El ojo no está hecho PARA ver, sino que vemos PORQUE tenemos
ojos.
El hombre no está hecho PARA trabajar, sino que no tiene más
remedio que trabajar PORQUE, de lo contrario no tendría para comer y moriría de
hambre.
¡Qué error de categoría¡. ¿Confundir seres naturales con
seres artificiales¡.
Si pudiéramos vivir sin trabajar…
Pues nosotros, ahora, los pensionistas, podemos hacerlo,
podemos no trabajar en lo que no nos gusta y podemos hacerlo en lo que sí nos
apetece.
Éste es el encanto que tiene el ser mayor. Es el encanto que
tiene la jubilación, con su pensión adosada.
No el trabajar para ser feliz, sino ser felices trabajando o
sin trabajar.
Pero “la felicidad” no es sólo “mi felicidad”, ésta es la
“felicidad privada”. ¿Pero puedes tú decir que eres feliz si tu pareja, si tus
hijos, si tus padres, si tus seres más queridos no lo son?.
La felicidad nunca está en el bolsillo de una persona
individual. La felicidad es/tiene que ser altruista, implica a otros. La
felicidad no se arruga ni encoge, la felicidad es elástica, es expansiva,
difusiva, invasiva.
La felicidad da de sí, se
derrama, se difunde o no es felicidad.
Alguien, no sé quién (pero me da igual, porque las verdades
siempre tienen autor, pero nunca tienen propietario, no son propiedad de nadie.
El teorema de Pitágoras, no es de Pitágoras, es de todos los que nos lo hemos
apropiado y lo usamos), digo que dicen que alguien dijo: “como siga cumpliendo
años, llegaré a ser pensionista, pero yo, jubilado, jamás”.
Pues aquí tienen a uno que piensa lo mismo y lo dice ante
Uds.
A fines o a primeros de mes ya no voy al banco, como todos los
jubilados, miro mi cuenta por Internet para ver si me han ingresado la pensión.
Porque yo soy pensionista. Pero yo no estoy jubilado. La prueba de lo que digo
es que estoy aquí, ante vosotros, dando cuenta de mi trabajo.
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