EL HECHO DE LA EVOLCUIÓN NO SE DISCUTE. OTRA COSA SERÁN LAS
HIPÓTESIS Y/O TEORÍAS EXPLICATIVAS DE ESE HECHO.
¿Ese Hecho fue algo “casual”, por azar, como ya defendieron
hace 2.500 años los atomistas y materialistas griegos, Leucipo y Demócrito?
¿O fue algo “causal”, lo que supondría un proyecto, una
previsión, un plan, y que fue defendido por casi todos los filósofos antiguos,
griegos y romanos (exceptuados los dos anteriores)?.
Es verdad que no hay ni ha habido observación, ni
experimentación, ni reproducción de dicho hecho.
Y que sólo disponemos de un menguado registro fósil.
La Teoría Evolutiva se apoya en pruebas de diferente valor
demostrativo y disponemos de, al menos, cuatro métodos para acceder a su
explicación.
1.- La Anatomía Comparada.
Es la más fácil de entender.
Por ejemplo: los “tetrá-podos” (cuatro extremidades,
cuadrumanos) como anfibios, reptiles, pájaros, mamíferos, el hombre mismo)
evolucionaron desde los peces de aletas lobuladas.
La estructura ósea es la misma en una tortuga que en un
caballo, en un hombre que en una ballena, en un pájaro que en un murciélago.
En todos ellos hay cuatro extremidades, procedentes de un
ancestro común) aunque, después, por su adaptación al medio en que vivían, a
unos las dos extremidades delanteras les servirán para nadar, a otros para
correr, a otros para volar, a otros para asir cosas o para escribir esta
entrada, tras haberse puesto de pie, (“homo erectus”) y haberse liberado las
manos.
2.- La Embriología.
Otra prueba clásica.
Recuerdo aquellas clases de bachillerato que, en
“Psicología”, le pasaba fotocopias a los alumnos (no había técnicas didácticas
como las de ahora) ilustraciones con varios embriones: pez, salamandra,
tortuga, pollo, cerdo, ternera, conejo y hombre.
Son las denominadas “homologías embrionarias”. El estudio
comparativo de los seres vivos.
Embriones muy similares de especies muy distintas en las
primeras fases de la gestación.
El modelo de desarrollo embrionario en un grupo de animales
relacionados puede tener rasgos comunes que sólo se explican desde la
perspectiva de sus relaciones evolutivas.
El desarrollo embrionario de seres relacionados informa
sobre la “ascendencia”
Y aplicada a cada especie explicábamos la Ley Biogenética de
Ernest Haeckel: “La “ontogénesis” (origen y desarrollo del individuo) es una
breve y rápida recapitulación de la “filogénesis” (origen y desarrollo de la
especie), que es afirmar que el desarrollo del embrión humano pasa por las
fases de pez, salamandra, tortuga,….por las que ha pasado la especie humana.
Un proceso de 9 meses recapitulando los millones de años por
los que ha pasado hasta aparecer la especie humana.
3.- Los fósiles.
Hay catalogados fósiles de 250.000 especies.
Siempre se ha afirmado la teoría del “gradualismo
filogenético”, de corte darwiniano, según la cual el cambio se caracteriza por
un patrón homogéneo y continuo.
Se defendía la sentencia de que “natura non facit saltum”,
lema que siempre aceptó Darwin, por lo tanto el proceso evolutivo iba a ritmo
lento, sin saltos súbitos, gradualmente.
Pero examinando el registro fósil de que disponemos no puede
apoyarse este “gradualismo”, más bien da testimonio de saltos y de
discontinuidad.
Darwin argumentaba que lo que ocurría era que el registro
fósil era incompleto e imperfecto.
Era como si el registro fósil fuera un libro del que sólo se
conservan algunas páginas, pocas líneas en cada página, pocas palabras por
línea y pocas letras por palabra.
Pero que si….
Si embargo la teoría de Stephen Gould ante el mismo registro
fósil es la contraria de Darwin, planteando un modelo alternativo y
cuestionando el gradualismo filogenético, el “modelo de equilibrios puntuados o
de equilibrios discontinuos”, modelo que sí encaja con el registro fósil.
Según este modelo las especies viven largos períodos de
estabilidad, períodos de equilibrio de millones de años, que se ven cortados
bruscamente por fases breves de cambios rápidos, de saltos, en los que aparecen
nuevas especies.
Súbita aparición y desaparición, no cambio gradual lento y
continuo.
4.- La Biología molecular y la Genética, que son los
argumentos más fuertes.
El origen común, desde la L.U.C.A. Los mismos mecanismos
metabólicos de las células de todas las especies.
Si comparamos los genomas encontramos concordancias
sorprendentes entre las especies.
La posibilidad de encontrar secuencias similares a una
secuencia del genoma humano es del 100% respecto a los chimpancés, del 99%
respecto a los perros y ratones, del 75% respecto al pollo y del 60% respecto a
la mosca de la fruta.
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