¿Qué somos tú y yo? Hombres. Da igual que tú, que esto lees, seas mujer y yo, que esto escribo, sea varón.
Tú y yo somos iguales, no desiguales, aunque seamos
distintos y no idénticos.
Tú y yo somos igual de personas, aunque tú seas mujer y yo
varón.
Lo opuesto a “igual” es “desigual”, como lo opuesto a
“idéntico” es “distinto”
Tú y yo, pues, somos iguales, aunque seamos distintos.
Son muchas las definiciones que se han dado (y más que se
darán) de qué sea el hombre.
Se le ha definido como “animal racional” (la más clásica,
aristotélica), “ritual”, “político” (también aristotélico), “utópico” (no sólo
“tópico), “simbólico” (no sólo de signos y señales), “religioso”, “ético”, “faber”
(laboral y técnico), “sapiens”. “libre”, “cultural”, “artístico”, “mitológico”,
“nidícola”(“aunque despojado de ropaje”) en su infancia y pubertad y “nidífugo”
en su madurez), “mono desnudo” (Desmond Morris), “póngido cazador”, “animal de
proyectos”(más allá de simples “yectos”), “animal guardamuertos” (Unamuno),
“Bípedo implume” (Platón), “pasión inútil” (Sartre), “animal futurizo” (Julián
Marías), “ser expósito” (Carlos París), “el único animal ocioso”.….(y no sé
cuantas (muchas) más).
No. No descendemos del mono.
Pertenecemos al Reino de los Animales (como los perros y los
elefantes), al Filum de los Cordados, al Subfilum de los Vertebrados, a la Clase de los Mamíferos (las hembras
tienen mamas para alimentar a sus crías), a la Subclase de los Euterios, al
Grupo de los Placentarios, al Orden de los Primates (normalmente llamados
“monos”), al Suborden de los Pitecoides, al Infraorden de los Catarrinos, a la
Familia de los Hominoides, a la Subfamilia de los Homínidos (el hombre y sus
parientes cercanos: orangutanes, gorilas, chimpancés y bonobos), al Género Homo
(entre otros, el australopitecos, neandertal, habilis, erectus, ergaster,
antecessor, sapiens) y a la Especie Sapiens-Sapiens (y aquí estamos tú y yo).
Así que si te llaman “primate” u “homínido” no te enfades, como
si te llaman “mamífero” o “animal” (viviente sensible) porque lo eres, lo
somos. Y quien te lo llama o es un sabio, que lo sabe, o es un tonto que no lo
sabe y cree estarte insultando, cuando es su incultura lo que está
manifestando.
Allí estuvimos, con ellos, pero posteriormente nos alejamos
de ellos, no sólo somáticamente, también psíquicamente, e intelectualmente, y
culturalmente, y moralmente, y políticamente, y sentimentalmente, y….y….
Aunque nosotros nos detendremos, solamente, en la
consideración del hombre como animal: “racional”, “ético”, “social y
económico”, “político”, “sentimental”, “cultural” y “religioso”.
Si estamos aquí tú y yo es porque nuestros ancestros
hicieron muchas cosas, pasaron por muchas situaciones:
.- Se pusieron de pie (posición erecta), lo que conllevó
modificaciones anatómicas en el aparato locomotor, apoyados en las dos
extremidades traseras, “bípedos”, el fémur largo, los brazos sin llegar al
suelo.
.- La pelvis se le modificó, quedando corta y ancha, al
revés que la de los animales, que es alargada y estrecha.
.- La columna vertebral, en su parte superior, se une con el
cráneo y por su parte inferior con la pelvis.
.- Quedaron, entonces, las manos libres de apoyarse en el
suelo para andar, por lo que se liberaron y comenzaron a asir objetos, a manipularlos,
a elaborarlos, a utilizarlos...
.- Desapareció la función aprehensora de la boca.
.- Disminuyó el prognatismo.
.- Disminuyeron las mandíbulas y creció el mentón.
.- Se modificaron los dientes.
.- Surgió el cuerpo y el rostro humano.
.- El cerebro, por todo lo anterior, se desarrolló
(“encefalización”), aumentando su tamaño (su volumen, hasta los 1.800 cms
cúbicos, nada que ver con los 500 del gorila y del chimpancé)), siendo mucho
más complejo tanto anatómica como funcionalmente.
.- Como nacieron y
seguimos naciendo antes de tiempo, como nacemos prematuros, esa deficiencia
fisiológica es una ventaja psicológica, sentimental y cultural por el largo
período infantil de socialización y aprendizaje.
Y según va terminando el Proceso de HOMINIZACIÓN va
comenzando (y aquí nos encontramos) el Proceso de HUMANIZACIÓN.
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