¿Qué puede esperarse de
Donatien Alphonse François, Marqués de Sade, nacido en 1.740 y criado con todos
los lujos, propios de su clase social, con un padre bisexual que fue detenido
por intentar seducir a un jovencito, y con un tío, el Abad Jacques François de
Sade, erudito, biógrafo de Petrarca pero entregado a prácticas abiertamente
libertinas, que tenía como amantes, en su propia casa, a una madre, a su hija y
a su criada, que fue detenido varias veces por su adicción a los prostíbulos, y
que estuvo al cuidado exclusivo del Marqués de Sade entre los seis y los diez
años?
El libertinaje del Marqués de
Sade proporcionó varios disgustos a su padre y a su tío y, para evitar la
deshonra, entró en negociaciones con una familia burguesa para casar a su hijo
con la hija mayor de la familia burguesa y que el Marqués la conoció la víspera
del matrimonio, en 1763.
La nueva esposa, en un
principio, mostró una gran devoción por su joven esposo (23 años) y la suegra
fue tolerante con él a pesar de que gastaba grandes cantidades de dinero en
amantes, pero no se mostró escandalizada cunado lo detuvieron, unos meses
después del matrimonio, cuando fue denunciado por una exprostituta por
actividades sexuales “de sesgo blasfemo”
Fue encarcelado por primera
vez en Octubre del 63 (se había casado en Mayo de ese mismo año).
En 1.767 nace su primer hijo
pero pronto estalla el caso Rose Keller, una mujer de 36 años, viuda, enferma,
sin recursos, a la que el Marqués tortura de forma salvaje después de haberla
llevado a su casa con la promesa de contratarla como criada.
Por ello es detenido pero su
suegra ya no lo defiende, incluso recurre a sus influencias para mantenerlo en
prisión.
Su esposa, en cambio, sigue
defendiéndolo pero se ponen en peligro las negociaciones matrimoniales del
resto de sus hermanas casaderas.
Nada más salir de la prisión
participa en una orgía maníaca y detallada, por lo que le llega una orden de
arresto.
Huye a Italia, pero es
condenado a muerte “en ausencia” por el Parlamento (la sentencia se cumple de
manera simbólica utilizando como doble un muñeco y será privado de todos sus
derechos.
En el 77 está otra vez en la
cárcel y la nueva reclusión va a ser más prolongada, no siendo liberado hasta
el estallido de la
Revolución (13 años más tarde).
Cuando es trasladado a La Bastilla empieza a
escribir febrilmente la parte más importante de sus obras.
En 1.790 es liberado y dos de
sus obras serán estrenadas por la Comedie
Françoise.
Pero, a partir de la
publicación de “Justine o los infortunios de la virtud” todo vuelve, de nuevo,
a torcerse en su vida.
Es detenido, también, bajo el
Régimen del Terror y estuvo a un paso de ser guillotinado.
Cuando recobra la libertad
sigue complicándose la vida, y ahora es ya bajo el gobierno de Napoleón
Bonaparte, y todo por una segunda obra “Juliette” (continuación de “Justine”)
y, una vez más, confiscad su obra, ingresando de nuevo en prisión en 1.801
yendo, desde aquí a un hospital mental, donde lo retienen hasta su muerte, en
1.814.
Después de su muerte queda
aún su obra que va a ser interpretada y comentada por pensadores, de manera
distinta.
R. Barthes se detiene en el
lenguaje de Sade y habla de “lenguaje ficticio” (“Escrita, la mierda no hiede”)
y cuenta anécdotas de su vida hasta entonces no conocidas o menos conocidas,
como cuando le pide a una de sus amantes que lo azote con un martinete de
pergamino provisto de alfileres dobladas y, ante el estupor y negativa de la
amante compra una escoba de brezo con la que le golpeará en el trasero.
Freud, por su parte, ya había
escrito sobre la tendencia a causar dolor al objeto sexual o a ser maltratado,
lo que es real y va más allá de los casos patológicos.
“Las raíces del sadismo
pueden hallarse fácilmente en un sujeto normal. La sexualidad de la mayor parte
de los hombres muestra una mezcla de agresión, de tendencia a dominar, la
necesidad de vencer la resistencia del objeto sexual de un modo distinto a los
actos de cortejo”
El sadismo es un
comportamiento agresivo del instinto sexual exagerado.
El sadismo va desde el acto
dominador hasta el goce con el sufrimiento y el maltrato sexual.
El masoquismo (teóricamente
su opuesto) no es más que una manifestación complementaria del sadismo.
Es un sadismo dirigido al
propio yo.
La meta de la vida es dominar
por completo al otro, y en primer lugar a la persona que más se quiere.
Igual hace E. Fromm, tras la Segunda Guerra
Mundial y la Guerra
fría (como había influido en Freud la primera Guerra Mundial), pero ya no será,
en primer lugar, la pulsión agresiva, sino que el principio biológico supremo
será la preservación de la vida.
“La tendencia destructiva,
las pulsiones de muerte, son el resultado de un fracaso del arte de vivir, del
vivir no correcto”
Las personas se sienten más
atraídas por lo muerto que por lo vivo.
“Siempre estamos buscando
convertir lo vivo en muerto, pasar de lo orgánico a lo inorgánico, convertir lo
utilizable en inutilizable, materializar lo vivo”
Hay sadismo sin Sade.
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