La palabra “amor”
no es compleja por naturaleza; todo se resume en un “sentimiento de afecto,
interés, afinidad y atracción” hacia algo o alguien. La complicación se encuentra en las múltiples
formas de aplicar la palabra: en el contexto y en el mensaje.
En temas de
amor, “los griegos” fueron
los expertos, y en una especie de experimento dentro de su propia cultura
lograron asignar diversas definiciones con la finalidad de aclarar algunas de
las formas en las que “manifestamos el amor”.
Los sentimientos que
despierta el amor son particulares en cada uno de nosotros y esto lo sabían los
griegos, quienes tenían “distintos
tipos de palabras para nombrar los diferentes tipos de amores” que,
según ellos, experimenta el ser humano.
Los griegos tenían al menos
seis palabras.
1.- EROS
El primer tipo de amor fue el “eros”, el nombre del dios griego de la
fertilidad, y representaba la idea de la pasión y el deseo sexual, aunque los
griegos no siempre pensaban en ello como algo positivo.
De hecho, el eros era visto como una forma peligrosa,
ardiente, e irracional de amor que podía apoderarse de ti y poseerte.
El eros implicaba una pérdida de control que
asustó a los griegos.
La mitología
griega consideraba a Eros como el Dios del amor,
sin embargo, éste solo representaba la
“parte carnal” del asunto; el deseo y la atracción sexual.
Representaba el
amor erótico, el que se manifiesta al principio de una relación, en donde la
pasión y la curiosidad juegan un papel importante.
Este tipo de
amor es fugaz, determina el inicio de una aventura que, después podría convertirse en
algo más profundo, pero mientras eso sucede, eros se limita al amor condicionado y a una
forma idealizada del mismo, guiada por la pasión y el impulso del deseo carnal.
Aunque no es este “eros” el
“eros platónico” de su Banquete o Simposio.
2. PHILIA
La segunda variedad del amor
era la “filia o
amistad”, que los griegos valoraron mucho más que la sexualidad del eros.
Philia refiere a la profunda relación de camaradería que se
desarrolló entre hermanos de armas que habían luchado uno al lado del otro en
el campo de batalla.
Se trataba de mostrar lealtad
a los amigos sacrificándose por ellos, así como compartiendo sus emociones.
Su palabra es
‘hermandad’. La intención de este tipo de amor es promover el bien común y la cooperación con otros seres
humanos durante la convivencia. Tiene mucho más que ver con la psicología
social y el cómo interactuamos con otras personas dentro de un
ambiente determinado.
La solidaridad juega un papel importante en este tipo
de afecto, incluso, podríamos compararlo con el término que Aristóteles
le adjudicaba a la amistad. Este tipo de amor es el que nos mueve a ser amables
con los otros y a trabajar en
equipo.
(Otro tipo de filia, a veces llamado STORGE, encarnaba el amor
entre padres e hijos).
Es conocido
también como amor fraternal.
La palabra
“lealtad” rige este tipo de
afecto, lo desarrollamos hacia nuestra familia, compañeros y amigos. Bajo esta
definición se dan las relaciones en las que el compromiso es fundamental,
incluso podemos sentirlo hacia alguna mascota o cualquier cosa que despierte el
deseo de cuidarnos mutuamente.
Los griegos
aseguraban que el afecto o amor storgé se da lentamente, que es necesario
tener un conocimiento amplio de la persona para poder definirlo como tal.
¿Cuánto de esta filia de camaradería tenemos ahora en
nuestras vidas?
3. Ludus
La idea de los griegos del
amor lúdico refiere al afecto entre los niños y los jóvenes amantes.
Todos hemos sufrido del
coqueteo y las burlas en las primeras etapas de una relación. Pero también
vivimos nuestro ludus cuando
vamos a bailar.
Bailar puede que sea una de
las últimas actividades lúdicas permitidas a cierta edad.
Las normas sociales pueden
fruncir el ceño ante este tipo de frivolidad adulta, pero un poco más de ludus podría ser justo lo que necesitamos
para darle la vuelta a nuestras vidas amorosas.
4. Ágape
La cuarta palabra para el
amor, y tal vez la más radical, fue el “amor ágape o desinteresado”. Este tipo de amor
refiere a aquel que se extiende a todas las personas, ya sean familiares o
extraños.
Ágape fue traducido al latín como caritas, que es el origen de nuestra palabra
"caridad".
Pero también aparece en otras
tradiciones religiosas, como la idea de metta o
"bondad universal" del budismo Theravada.
Este es el
concepto que resalta el lado más profundo de la palabra, refiere a un amor incondicional y reflexivo,
en el que la prioridad siempre es el bienestar del ser amado.
Esta definición
le da un tono un poco religioso al amor, ya que lo podemos asociar con la
filosofía cristiana sobre la divinidad y la devoción.
5. Pragma
Otro amor griego era el amor
maduro, conocido como pragma.
Este fue el profundo
conocimiento que se desarrolló entre las parejas que llevaban largo tiempo
unidas.
El psicoanalista Erich Fromm
dice que gastamos demasiada energía en "enamorarnos" y necesitamos
aprender más de cómo "se destaca en el amor".
Pragma es precisamente "estar de pie" en el amor,
haciendo un esfuerzo para darlo y no sólo concentrándonos en recibirlo.
6. Philautia
La sexta variedad de amor del
griego era la philautia o amor propio, y los griegos
inteligentes se dieron cuenta de que había dos tipos: uno de ellos era una
variedad poco saludable asociada con el narcisismo, donde se convierte en
autoobsesión y se centra en la fama y la fortuna personal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario