martes, 9 de mayo de 2017

LOS SEIS TIPOS DE AMOR


La palabra “amor” no es compleja por naturaleza; todo se resume en un “sentimiento de afecto, interés, afinidad y atracción” hacia algo o alguien.  La complicación se encuentra en las múltiples formas de aplicar la palabra: en el contexto y en el mensaje.

En temas de amor, “los griegos” fueron los expertos, y en una especie de experimento dentro de su propia cultura lograron asignar diversas definiciones con la finalidad de aclarar algunas de las formas en las que “manifestamos el amor”.

Los sentimientos que despierta el amor son particulares en cada uno de nosotros y esto lo sabían los griegos, quienes tenían “distintos tipos de palabras para nombrar los diferentes tipos de amores” que, según ellos, experimenta el ser humano.

Los griegos tenían al menos seis palabras. 

1.- EROS

El primer tipo de amor fue el “eros”, el nombre del dios griego de la fertilidad, y representaba la idea de la pasión y el deseo sexual, aunque los griegos no siempre pensaban en ello como algo positivo.
De hecho, el eros era visto como una forma peligrosa, ardiente, e irracional de amor que podía apoderarse de ti y poseerte.
El eros implicaba una pérdida de control que asustó a los griegos.

La mitología griega consideraba a Eros como el Dios del amor, sin embargo, éste solo representaba la  “parte carnal” del asunto; el deseo y la atracción sexual.
Representaba el amor erótico, el que se manifiesta al principio de una relación, en donde la pasión y la curiosidad juegan un papel importante.
Este tipo de amor es fugaz, determina el inicio de una aventura que, después podría convertirse en algo más profundo, pero mientras eso sucede, eros se limita al amor condicionado y a una forma idealizada del mismo, guiada por la pasión y el impulso del deseo carnal.

Aunque no es este “eros” el “eros platónico” de su Banquete o Simposio.

2. PHILIA

La segunda variedad del amor era la “filia o amistad”, que los griegos valoraron mucho más que la sexualidad del eros. 
Philia refiere a la profunda relación de camaradería que se desarrolló entre hermanos de armas que habían luchado uno al lado del otro en el campo de batalla.
Se trataba de mostrar lealtad a los amigos sacrificándose por ellos, así como compartiendo sus emociones.

Su palabra es ‘hermandad’. La intención de este tipo de amor es promover el bien común y la cooperación con otros seres humanos durante la convivencia. Tiene mucho más que ver con la psicología social y el cómo interactuamos con otras personas dentro de un ambiente determinado.
La solidaridad juega un papel importante en este tipo de afecto, incluso,  podríamos compararlo con el término que Aristóteles le adjudicaba a la amistad. Este tipo de amor es el que nos mueve a ser amables con los otros y a trabajar en equipo.

(Otro tipo de filia, a veces llamado STORGE, encarnaba el amor entre padres e hijos).

Es conocido también como amor fraternal.

La palabra “lealtad” rige este tipo de afecto, lo desarrollamos hacia nuestra familia, compañeros y amigos. Bajo esta definición se dan las relaciones en las que el compromiso es fundamental, incluso podemos sentirlo hacia alguna mascota o cualquier cosa que despierte el deseo de cuidarnos mutuamente.
Los griegos aseguraban que el afecto o amor storgé se da lentamente, que es necesario tener un conocimiento amplio de la persona para poder definirlo como tal.

¿Cuánto de esta filia de camaradería tenemos ahora en nuestras vidas?

3. Ludus 

La idea de los griegos del amor lúdico refiere al afecto entre los niños y los jóvenes amantes.
Todos hemos sufrido del coqueteo y las burlas en las primeras etapas de una relación. Pero también vivimos nuestro ludus cuando vamos a bailar.
Bailar puede que sea una de las últimas actividades lúdicas permitidas a cierta edad.
Las normas sociales pueden fruncir el ceño ante este tipo de frivolidad adulta, pero un poco más de ludus podría ser justo lo que necesitamos para darle la vuelta a nuestras vidas amorosas.

4. Ágape

La cuarta palabra para el amor, y tal vez la más radical, fue el “amor ágape o desinteresado”. Este tipo de amor refiere a aquel que se extiende a todas las personas, ya sean familiares o extraños. 
Ágape fue traducido al latín como caritas, que es el origen de nuestra palabra "caridad".
Pero también aparece en otras tradiciones religiosas, como la idea de metta o "bondad universal" del budismo Theravada.

Este es el concepto que resalta el lado más profundo de la palabra,  refiere a un amor incondicional y reflexivo, en el que la prioridad siempre es el bienestar del ser amado.

Esta definición le da un tono un poco religioso al amor, ya que lo podemos asociar con la filosofía cristiana sobre la divinidad y la devoción.

5. Pragma 

Otro amor griego era el amor maduro, conocido como pragma.
Este fue el profundo conocimiento que se desarrolló entre las parejas que llevaban largo tiempo unidas.
El psicoanalista Erich Fromm dice que gastamos demasiada energía en "enamorarnos" y necesitamos aprender más de cómo "se destaca en el amor". 
Pragma es precisamente "estar de pie" en el amor, haciendo un esfuerzo para darlo y no sólo concentrándonos en recibirlo.

6. Philautia

La sexta variedad de amor del griego era la philautia o amor propio, y los griegos inteligentes se dieron cuenta de que había dos tipos: uno de ellos era una variedad poco saludable asociada con el narcisismo, donde se convierte en autoobsesión y se centra en la fama y la fortuna personal.


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