SOBRE EL LESBIANISMO
Probablemente, de todas las
mentiras sobre homosexualidad, la de Safo de Lesbos sea la más sangrante, ya
que el nombre de su isla natal ha sido utilizado para designar a las mujeres
homosexuales, las lesbianas.
Safo de Lesbos (siglos VII-VI
AEC) es seguramente la mejor poetisa de todos los tiempos (Platón la llamó
"la décima musa").
Heredera de deudas, decidió
fundar una academia donde acudían muchachas jóvenes de toda Grecia a aprender
poesía, música, danza, buenas maneras, ritualismo religioso y en general lo que
caracterizaba a una mujer completa que aspiraba a casarse con un hombre noble y
fundar su propia familia.
Del mismo modo que Esparta
tenía sus grupos u hordas, donde los muchachos aprendían poco a poco a ser
hombres bajo el maestrazgo de un iniciador, Lesbos tenía la academia sáfica
para las señoritas de buena familia.
La obra de Safo nos ha
llegado muy fragmentada y, de ella, no puede vislumbrarse una manifiesta
homosexualidad, pero consta sobre todo de himnos y elogios a las muchachas que
ella ha instruido y que han completado su educación, entrando en la edad adulta
y marchándose del idílico mundo de la academia para desposarse con un hombre.
Este género poético recibía
el nombre de “epithalamia” o "canciones de matrimonio", que
hablaban sobre la belleza de una doncella que estaba a punto de convertirse en
esposa y madre.
De ese modo, por los fuertes
vínculos constituidos entre ella y sus discípulas -a las que ha enseñado todo lo que saben-
Safo se llena de tristeza por la pérdida de quienes eran prácticamente sus
hijas, pero no tenemos absolutamente nada que dé a entender una relación más
allá de un intenso afecto, simpatía, sintonía,… totalmente desprovisto de carga
sexual.
Incluso tenemos unos
conocidos versos, dedicados a una de sus muchachas, que abandona la academia
porque viene a buscarla su prometido para llevarla a su casa y convertirla en
mujer.
Pero el hecho más incómodo en
la vida de Safo es que, aparte de ser madre (tenía una hija llamada Cleis) y
además de ser esposa, murió suicidándose por amor… hacia un
hombre, un marino de nombre Faón que, al parecer, no la correspondía con
la misma intensidad.
Lo que parece algo raro (el
suicidio) en una persona madura y sensata.
El lector ha leído bien: la
"mayor lesbiana de todos los tiempos", la "madre fundadora del
lesbianismo", ¿se suicidó por amor…
hacia un hombre?
Otro asunto bastante
revelador, y que viene a heterosexualizar cada vez más la academia de Safo, es
que las discípulas de Lesbos fueron las que desarrollaron el culto religioso a
Adonis, un héroe mitológico que personificaba la belleza del varón joven y que
aun hoy día se emplea para designar a un hombre extremadamente bello.
No deja de ser incómodo para
los mitólogos homosexuales modernos que el supuesto epicentro del
"lesbianismo" griego rindiese culto a una figura que representaba el
máximo extremo alcanzable por la belleza masculina.
No sólo era Safo autora de
composiciones líricas para ser leídas, sino para ser cantadas y acompañadas por
algún instrumento musical, ya fuera la flauta, la lira o la cítara sino que
todo ello lo hacía ella, letra y música y, además, era danzante.
En muchos lugares de la
antigua Grecia la mujer gozaba, prácticamente, de todos los derechos de que
gozaban los varones, y esto es lo que ocurría en Lesbos que, como era una isla
de tráfico, recibía la influencia de varias culturas que le daban un aspecto
bastante liberal y cosmopolita.
Al revés que en la grandiosa
Atenas, donde sólo las cortesanas (hetairas) tenían acceso a la cultura y a la
vida social, mientras el resto de las mujeres se quedaba en casa, sin poder
optar a una educación y ocupándose de las labores domésticas.
Esto nos da una idea del
pensamiento con el que Safo fundó su Academia, al estilo de la de Platón, pero
para mujeres, lo contrario que la platónica, para varones y preparándolos para
la política, enseñándole en ella arte, cántico, danza y literatura, a un grupo
de mujeres jóvenes.
Para todas ellas hubo odas
nupciales, compuestas para ellas, cuando se preparaban para casarse.
La creación de dicha Academia
o Universidad estaba inicialmente inspirada, en exclusiva, para la educación de
Kleis, su hija pero, al contratar a las mejores instructoras de diferentes
ramas, terminó siendo una Academia de las jóvenes aristócratas de Lesbos.
Por lo que, podemos decir
que, la primera Universidad es fruto del deseo de una madre de educar a sus
hija.
A partir de sus poemas se
deduce que Safo solía enamorarse de sus discípulas y mantenía relaciones con
muchas de ellas. ¿Relaciones sexuales?. Así aparece en las ilustraciones
variadas a lo largo de la historia (estoy contemplando varias de ellas, casi
siempre con los pechos al aire y muchas de ellas en posturas sexuales).
PERO, recapacitemos. Las
ilustraciones no son retratos-fotografías sino imaginaciones de los
ilustradores que intentan representar lo que la cultura de su tiempo,
totalmente imbuida de Cristianismo, ha ido, constantemente, publicando y la Iglesia , con su obsesión
de la procreación, y como los homosexuales, en este caso femeninos, no pueden
procrear en sus relaciones sexuales, son relaciones pecaminosas y, por lo
tanto, totalmente condenables.
La homosexualidad es pecado.
También las relaciones
sexuales fuera del matrimonio.
La prostitución también es
pecado.
María Magdalena era pecadora
(aunque siempre aparecerá, además de semi-desnuda o semi-tapada, arrepentida).
O se es madre (María), o se
es virgen (monja) o se es prostituta (María Magdalena).
Pero ¿“lesbianas”?
No existe ninguna fuente
histórica contemporánea sobre su vida, aparte de sus poemas y todo lo que sabemos de ella procede de
autores posteriores que no la conocieron directamente, de ahí que su figura
aparezca nebulosa, a medio camino entre la realidad y la leyenda.
¿Cómo fue, realmente, Safo? ¿Bisexual?.
Siempre será un misterio.
Lo cierto es que se casó con
un varón mayor que ella que, además de darle una hija, al morir le dejó una
gran herencia.
Aunque el machismo general,
historiadores y literatos, hayan dejado de lado a Safo, a su muerte llegaron a
acuñarse monedas y erigir estatuas con su imagen, pero el mismísimo Platón la
adoraba y se refería a ella como la “Décima musa”.
Pero, en general, muchos
autores posteriores la despreciaron e injuriaron pero, junto a Aspasia de
Mileto, fue una de las mujeres más importante de la Grecia Clásica.
En su poesía no imitó a nadie,
llevaba su sello personal, buscando la perfección simple y la belleza más
exquisita, plagada de intensidad y sentimiento.
Su gran conocimiento de la
música y de la danza le permitieron crear ritmos y metros nuevos, como la
“estrofa u oda sáfica”, compuesta de tres endecasílabos y uno final de cinco sílabas.
“El áureo carro que veloces
llevan // lindos gorriones, sacudiendo el ala, // al negro suelo, desde el éter
puro // rauda bajaba.
No es de extrañar que el
movimiento LGBT la haya reivindicado por el ejemplo que supone su vida y su
obra, para las mujeres, en general, y para las lesbianas, en particular.
Lesbos era un reducto de
feminidad idílica, incorrupta y pura, en el que la llegada de un hombre viene a
señalarles a las chicas que la adolescencia ha terminado y que ahora deben
poner al servicio de su estirpe toda la feminidad cultivada.
¿De Lesbia, pero no lesbiana?:
Safo de Lesbos se suicidó por un hombre, lo cual es quizás el acto más
extremo que puede llevarse a cabo por amor.
Casi toda su poesía está
dedicada a las mujeres, y se conocen los nombres de muchas de sus amadas,
aunque su alumna favorita fue Attis, de ahí que cuando la familia de ésta
decidió retirarla de la
Academia para casarla con un muchacho, Safo, dolida por la
separación escribió el doloroso poema El Adiós a Attis.
“De ella ver quisiera su
andar amable // Y la clara luz de su rostro, antes // que a los carros de
lidios o a mil guerreros // llenos de armas…
La luna luminosa huyó con las
Pléyades. // La noche silenciosa ya llega a la mitad. // La hora ya pasó y en
vela sola en mi lecho // suelto la rienda al llanto sin esperar piedad”.
Su obra muestra una visión
del mundo desde el paradigma femenino, al revés que la mirada masculina que, en
general, caracterizaba la Edad Arcaica.
No le importaba el mundo
heroico, brusco y fuerte de la poesía épica y las gestas militares del pasado,
dando paso a ese otro mundo sensible, delicado y suave, es decir, el mundo
femenino.
Refleja en su obra su propia
interioridad, vaciaba su propia alma en el molde de los versos, para que la
gente se identificara o se disociara de ella.
Su poesía se caracteriza por
su sencillez, su intimismo y sentimiento, dejando constancia de su atracción y
relación con otras mujeres, aunque también tuvo amantes masculinos,
especialmente el poeta Alceo.
Safo rendía culto a Afrodita,
la diosa del amor y de la belleza, pero ésta es la diosa del amor heterosexual
y ella no atiende ruegos de amores sexuales, como sería el caso si se tratara
de una muchacha.
¿Por qué se perdió casi toda
su obra si durante largo tiempo fue copiada por griegos, romanos, bizantinos,..
Ya se lo puede uno imaginar.
En el siglo XI, el Papa
Gregorio VII ordenó quemar todos los manuscritos con los poemas sáficos,
considerados inmorales y pecaminosos.
LIMPIAR NUESTRO VOCABULARIO
El vocabulario moderno
concerniente a la homosexualidad está fundamentado en dos mentiras: la mentira
de la palabra gay y la mentira de la palabra lesbiana.
"Gay" significa
(más bien significaba) en inglés, "alegre".
"Lesbiana" ya hemos
visto que hace referencia a la isla griega de Lesbos, donde enseñaba Safo y
tengo mis dudas sobre el lesbianismo excluyente de Safo.
"Pederastia"
procede de Paiderastia, ni siquiera significaba pedofilia, sino el
maestrazgo de un muchacho.
Del mismo modo, “erastes” y “eromenos” deberían
traducirse como "amante" y "amado" sólo si se especifica de
algún modo que estamos hablando de un amor platónico y, por tanto, casto.
Por estos motivos, las
conductas sexuales entre personas del mismo sexo deberían llamarse
sencillamente "homosexuales", ya sean masculinas o femeninas,
Así, del mismo modo que
necesitan creer en imaginarios "reductos gays" como según su
mitología lo serían los barcos, los cuarteles, los internados, los monasterios
o las cárceles,
Se dice que cuando los
varones volvían de la guerra sus mujeres se vestían de hombres para estimular a
sus maridos ya que en el ejército…
¿Qué mejor manera de
proporcionar cobertura a la homosexualidad, minoritaria en la sociedad, que
invocar a la Hélade ,
admirada y respetada en todo el mundo?
La homosexualidad, en Grecia,
estaba menos extendida, en aquellos tiempos, que la poligamia y las relaciones
sexuales con chicas menores de edad.
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