La
“libertad” es uno de los problemas más debatidos y más controvertidos en la
historia, no sólo de la filosofía, sino del pensamiento humano, en general.
No
se trata de si podemos hacer libremente lo que nos venga en gana (que también),
que son “las libertades”, sino si la voluntad es libre, si existe la libertad
de querer, el libre albedrío.
Se
trata de averiguar si lo que queremos lo queremos libremente, si cuando actuamos
con un acto voluntario tal acto es libre y hubiera sido posible haber querido
realizar un acto distinto.
Se
trata de averiguar si, cuando optamos por X, hubiera sido, también posible
optar por Y o no optar.
En
caso de ser libre la voluntad humana esta libertad sería algo exclusivo del
hombre dentro de todos los seres del universo.
Y
es que, el problema de la libertad lleva anejo el problema de la
responsabilidad, y si no fuéramos libres tampoco seríamos responsables.
Los
seres inorgánicos no actúan libremente. Ni Venus ni la Luna han elegido, libre y
voluntariamente, sus órbitas, que recorren pacientemente a diario y “no
pueden”, por sí mismos, salirse de ellas.
Tampoco
los vegetales son libres para realizar o no su función clorofílica, dar este
fruto o el otro, que sus raíces y sus hojas sean sus bocas,…
Ni
los animales lo son porque su actuación está encadenada a un conjunto de actos
reflejos e instintos.
El
ejemplo que solía poner en clase (y espero y deseo que mis antiguos alumnos lo
recuerden) era el de la huelga de hambre.
Un
perro o el caballo de Alejandro Casona, cuando tienen sed y ven agua, se les
dispara el mecanismo reflejo e instintivo y van a beberla, no pueden no
hacerlo, no pueden parar el mecanismo de actuación, no son libres ante el
estímulo del agua y la necesidad de saciar la sed.
El
hombre, en cambio, muerto de sed y viendo la fuente con agua “puede” beberla,
no beberla o posponer beberla.
El
hombre, ante el estímulo del agua y acuciado por la sed “puede ponerse en
huelga de sed”. “Puede” parar el mecanismo de ir a beberla, es libre ante el
estímulo, no se le dispara la acción.
Puede
pensar que “el agua haya sido envenenada por el enemigo” y ese motivo,
racional, esa razón, provoca el cortocircuito neuronal y opta por no beberla, a
pesar de estar muerto de sed.
Vemos,
pues que hablar de “libertad” es tener que referirse a la “voluntad”, al
“querer”, no al “entendimiento”
FILOSOFEMOS
un poco, sólo un poco.
No
somos libres ante una verdad de evidencia inmediata (“el triángulo es una
figura geométrica que tiene tres ángulos”) y tampoco seríamos libres si el Bien
Absoluto se presentara ante nosotros, pero como sólo se nos presentan bienes
limitados, ante ellos, podemos decidir elegirlos o no elegirlos, somos libres.
Suele
definirse la voluntad como “el poder de determinarse por motivos o razones (no
por móviles)”.
El
motivo siempre es objetivo, el móvil, en cambio, es sujetivo.
La
voluntad, el querer, no es un poder mecánico cuyo comportamiento viene ajustado
de antemano, ni un poder caprichoso que actúe sin un “porqué”, como el
indeterminismo que los físicos (léase Heisemberg y Schrodinger) atribuyen al
microcosmos o mundo de las partículas.
La
voluntad es una energía que decide según motivos o razones y no viene
determinada por móviles.
El
hombre actúa por motivos (razones) y por móviles, el animal sólo actúa por
móviles.
El
hombre, al determinarse por razones, pone en evidencia que es racional.
Pero
la voluntad actúa después de que el entendimiento ha “visto”.
Porque
el entendimiento es el que sabe acerca de las cosas y la voluntad, después, se
abraza a ellas o las rehúye, tras conocerlas por el entendimiento.
De
ahí que el acto voluntario se desarrolle en cuatro fases:
1.-
“Concebir” el fin a conseguir y los medios para conseguirlo, y esta fase es
propia del entendimiento.
2.-
“Deliberar” o examinar los motivos o razones que uno tiene para actuar o no
actuar. Y también es una tarea del entendimiento.
3.-
“Decidir” realizar la acción o no hacerla, que es el acto esencial de la
voluntad
4.-
“Ejecutar” o la puesta en práctica. El organismo se pone en marcha, según la
decisión tomada.
La
“decisión” es el acto esencial de la voluntad.
Pero
la “Decisión” no se opera absolutamente, independientemente, sino que está
atada a las circunstancias ambientales y a las condiciones físicas y psíquicas
del sujeto.
Pensamiento
y sentimientos intervienen en la resolución adoptada.
La
“decisión” o acto voluntario por excelencia está condicionada por la Biología (la herencia),
por la Sociología
(la cultura) y por la
Psicología (la iniciativa, la subjetividad).
Los
factores biológicos u orgánicos y los culturales o sociales constituyen el
material de que dispone uno para autoconstruirse.
Pero
cada uno de nosotros tiene su herencia y su cultura, cada uno tiene sus
factores, de ahí que cada uno opte por eso o por lo otro.
Los
motivos motivan, justifican la decisión, pero no la disparan
Fijaos
cómo puede usarse el concepto “Libertad”, porque no es un término unívoco sino
análogo, con muchas y variadas significaciones
“La
nación X alcanza la libertad”, “La nación Y lucha por su libertad”, “La Iglesia pide libertad al
poder político para desarrollar su función”, “La libertad de expresión”, “de
residencia”, “de correspondencia”, “de asociación”, “La libertad de la clase
trabajadora”, “La libertad que nos ha obtenido Jesucristo con su muerte en la
cruz”, “animales en libertad”, “la caída libre de los graves”, “La libertad
religiosa”, “¿Venís a casaros libremente”?...
¿Qué
es la libertad?
La
noción de “libertad” tiene un origen social: los hombres “libres” –“liberi” (en
latín)- se oponían a los “esclavos” –“servi” (en latín).
En
su origen, pues “libertad” designaba la “libertad civil y política” y, sólo
después, indicó la “libertad psicológica”.
Podemos
hacer dos grandes grupos de las libertades humanas:
1.-
Libertades de actuación o libertad de hacer o libertad de coacción, que suele
definirse como “ausencia de cualquier coacción exterior”, que no haya una
fuerza exterior/externa a él que le impida actuar, que le impida realizar lo
que querría realizar.
La
libertad de hacer consiste, pues, en poder hacer aquello que queremos (y en
este sentido decimos que el presidiario no es libre porque no puede hacer lo
que querría hacer, salir de la cárcel, porque se lo impiden fuerzas externas a
él, bien las rejas, bien la cadena, bien los guardianes).
1.1.- “Libertad física”, que consiste en
“poder moverse”, lo que no puede hacer el que está atado, encadenado, o el
presidiario del caso anterior.
1.2.- “Libertad civil”, que consiste en
poder ejercer los derechos civiles reconocidos a los ciudadanos de un Estado
por las leyes civiles (por ejemplo, poder hacer testamento, capacidad para
tener propiedad privada de bienes muebles o inmuebles. Los esclavos carecían de
este tipo de libertad y, actualmente, algunas penas llevan consigo la privación
de parte de los derechos civiles (no poder presentarse como candidato a… quedar
inhabilitado temporalmente para…
1.3.-“Libertad política”, que consiste en
la capacidad de tomar parte en el gobierno (europeo, nacional, autonómico,
municipal). En la antigüedad, ni los esclavos ni los metecos tenían libertad
política y hoy algunas penas llevan aneja la no libertad política.
1.5.- “Libertad de pensamiento” que no es
que no puedas pensar lo que te dé la gana. Todo hombre, en este sentido, tiene
libertad de pensamiento, puede pensar lo que quiera. Esta libertad se refiere a
la “libertad de expresar lo que piensas, los pensamientos”. Es la “libertad de
expresión” sin que conlleve castigo alguno (libertad ausente a lo largo de casi
toda la historia de la humanidad).
Dos
modalidades de esta libertad son “la libertad de cátedra” (que el profesor
pueda explicar a sus alumnos los contenidos que crea convenientes para ellos) y
la “Libertad de prensa” (la del periodista para informar lo que crea conveniente
y crea que es verdad).
1.5.- “La Libertad religiosa” o
poder elegir la religión que cada uno considere que es la mejor para él, la no
obligatoriedad de una sola, la posibilidad de que todas las religiones puedan
exponer sus creencias y que todos los ciudadanos puedan optar por la que
consideren conveniente u optar por ninguna, poder ser ateo, agnóstico,
irreligioso,…
1.6.- “Libertad de culto” o poder realizar
sin trabas ni restricciones los actos de culto establecidos por la religión ofrecida,
desde las procesiones de Semana Santa, bodas, primeras comuniones, bautizos,…
de las religiones cristianas a la forma de rezar y al sacrificio de corderos en
el ritual musulmán.
2.-
Libertad de decidir o de querer o de la voluntad o libre albedrío.
Se
define como la “ausencia de determinación interna”, poder decidir por una, por
otra o por ninguna de las opciones posibles.
Cuando
uno decide ir al teatro en vez de ir al cine ¿lo ha decidido libremente? ¿Su
opción no estaba determinada por causas internas e íntimas, incluso
desconocidas para él, de manera que aunque parezca que sí no podría haber
elegido ir al cine?
Naturalmente,
nosotros creemos que sí, que se ha elegido libremente, pero pudiera ser que
nuestra creencia fuera errónea.
Podría
ocurrir que nuestras decisiones fueran sólo aparentemente libres y que hubiera
una pluralidad de causas que obligaran, que coaccionaran a la voluntad a
elegir, a decidir en un sentido determinado.
Y
hay que distinguir entre:
1.- “Libertad de ejercicio” (o de
contradicción) consistente en la capacidad para hacer o no hacer un acto
determinado, poder ir o no ir al cine.
2.- “Libertad de especificación”,
consistente en la capacidad para hacer este acto o este otro, poder ir al cine,
al teatro, a pasear, a la playa,…
3.- “Libertad de contrariedad” consistente
en la libertad para hacer el bien o hacer el mal.
¿Es
libre la voluntad, al elegir y decidirse?.
Dos
respuestas: SÍ, sí es libre (el indeterminismo) y NO, no es libre (el
determinismo/los determinismos)
Y
ahora correspondería escribir sobre:
1.-
El Determinismo Físico de un Kant o, sobre todo, de Laplace.
2.-
El Determinismo Biológico de Lombroso, Huxley, Pavlov.
3.-
El Determinismo Social de Durkheim, Lévi-Bruhl, Mauss.
4.-
El Determinismo Educacional de Skinner.
5.-
El Determinismo Teológico, tanto el basado en el destino, en el “fatum” griego y/o
romano, como el basado en la existencia de Dios, sobre todo de musulmanes y
calvinistas.
6.-
El Determinismo Psicológico de Schopenhauer y de Leibniz.
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