GLOBALIZACIÓN.
¡Cuidado con las palabras,
que suelen llevar al engaño por lo latente bajo ellas, porque por lo patente…
“Globalización”, al asociarse con
“globo” induce a pensar que nos va a llevar hacia arriba, parece que nos va a
reunir a todos (allá en lo alto), pero es una mentira tremenda”..
“Mentira”, no sé, pero
“falsedad”, seguro que sí.
“Globalización” es un hallazgo
lingüístico maravilloso para llamar lo que antes se llamaba “imperialismo”, lo
que antes se llamaba “colonialismo”, lo que, en definitiva, es la opresión y la
explotación”.
¿Mas claro? el agua.
Estamos, y cada vez más,
acostumbrados a que las palabras camuflen la información, no que la nieguen
expresamente.
Si yo llamo al despido
“despido” suena a que se van a ir a la calle trabajadores, la palabra va de la
mano del concepto. “Despedir” es “botar” (con “b”)
Pero si yo digo que “la
empresa está reestructurándose” o “la necesaria reestructuración empresarial”
aunque estoy diciendo lo mismo que con la palabra “despido” parece que el mensaje
queda más diluido, menos nítido.
En este caso, la palabra
“globalización” suena bien. El mundo es como una aldea y todos vamos a estar en
contacto, la tierra es como un globo, “el globo terráqueo”, donde “todo es de
todos y nada es de nadie”.
Pero, he ahí la trampa, lo
que está cada vez más globalizadas son las desigualdades entre las naciones y,
por ende, entre las personas que, cada vez, también, somos más desiguales.
Pero si decimos
“imperialismo” y “super-colonialismo” ya no nos suena tan bien, porque esto lo
entendemos claramente, es “invasión”, “opresión”, “dominio”, “explotación”, “pobreza”,
“esquilmación de materias primas”,…
El uso de eufemismos (del
griego “eu” (bueno) y “pheme” (hablar) es una de las estrategias de los poderes
fácticos.
La palabra “suena bien” en
vez de usar la “palabra fuerte”
Llamar “bar de alterne” (que
suena bien) al “prostíbulo” (que suena mal)
O, en el caso que nos ocupa,
“expediente de regulación de empleo” en vez de “despido masivo”,
Los “globalizadores” son tan “listos”
que se apropian del lenguaje, edulcorándolo y usando/abusando de sus
eu-femismos, para tapar con “palabras bonitas” la “fea y cruda realidad”.
Han creado hasta “paraísos”
(palabra atractiva, sugestiva) pero “fiscales”, donde la mayoría tenemos la
puerta cerrada, franqueada, al no tener nada que ocultar, al no disponer de la
llave que nos abra esa puerta.
“Paraísos fiscales” en
lugares inverosímiles donde poder esconder sus capitales, huyendo del fisco.
Sus virtuales residentes son,
naturalmente, los “globalizadores”, no los “globalizados”
El lenguaje como “arma con
dos filos”, que, cual hilo de Ariadna, puede ayudarte a salir del laberinto
pero que, edulcorado, puede hundirte un poco más, y de manera inconsciente,
“auto-engañándote” y, colgado de él, quedándote preso en sus redes.
Es decir: “me
interesa que se queden con la idea de que la “globalización” no es un fenómeno
nuevo.
La globalización es una forma organizada
por grandes y poderosas empresas para explotar, a escala mundial, unos productos
y dominar el mercado.
Y esto, con los medios de cada época, ya
lo han hecho todos los imperios: el Imperio Romano, explotando el Mediterráneo
desde Roma (y en Málaga sabemos
mucho del garum, del vino, del aceite,…) lo hizo el Imperio Británico (con
su flota naval, apoderándose de medio mundo), lo hicimos los españoles con
las Indias (cuando en sus dominios no se ponía el sol), los
holandeses, los hanseáticos,…
Lo que tiene de nuevo el fenómeno actual
es que hay una tecnología que no existía entonces: las técnicas de
comunicación, la
Informática y, especialmente, Internet”.
Me maravilla que, a las tres
de la mañana, por Internet puedas operar con tu dinero, pagando, comprando
productos chinos, haciendo transferencias,…
No sé si la anécdota es
verdad.
Se contaba que, hubo un
tiempo, en que los bancos redondeaban, por arriba o por debajo, las cantidades
y si alguien, operando desde casa con Internet, sacaba o metía 99,9 unidades de
una divisa, el Banco ajustaba a 100 por lo que un joven informático, desde su
ordenador, no tenía más que meter o sacar 99,9 para incrementar 0,10 y que
tecleando sin parar el saldo de su cuenta aumentaba y aumentaba hasta que
descubrieron la estrategia.
Pero la globalización no ha
sido total sino, exclusivamente económica, por lo que las naciones pobres se
han empobrecido aún más, ya que sus gobiernos han caído en manos de los
globalizadores.
“Quiero recalcarles el déficit
democrático que supone esta globalización exclusivamente económica en la que
los gobiernos, con la liberalización a ultranza y la desregulación de las
trasferencias monetarias y financieras internacionales, de hecho, han
transferido a las grandes empresas hoy globalizadas el poder político que
correspondería a los gobiernos.
En democracia, los gobiernos, mejor o
peor, los elige el pueblo, pero los ciudadanos llamados a las urnas no lo son a
los Consejos de Administración de los grandes empresas”
Uno de los personajes de sus
novelas cuenta cómo el maíz de Chiapas (Méjico) donde no sólo es un producto
para el mercado sino el eje central de toda una cultura y un sistema de vida no
ha podido competir con el maíz estadounidense, subvencionado con miles de
millones de dólares anuales y en manos de poderosas empresas alimentarias pero
que, legalmente, ateniéndose al Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Los pequeños productores han
tenido que cesar en la producción y vender sus parcelas a los grandes
propietarios y, como consecuencia, tener que emigrar al país que los ha
arruinado, en su economía y en su identidad como pueblo, a Estados Unidos.
“Esta libertad financiera es decisiva
para el sistema, pues fomenta sus operaciones especulativas por cuantías muy
superiores al valor total de las mercancías intercambiadas mundialmente.
El objetivo de los operadores no es
tanto incrementar la producción de bienes para elevar el nivel de vida
colectivo, como multiplicar sus beneficios aprovechando diferencias en los
tipos de cambios”
Todos sabemos lo que supone
la subida de acciones compradas cuando estaban en baja.
Y sé que muchos estarán
pensando que también se exponen a perder (y de hecho algunos, demasiado osados,
se arruinan)
“En ocasiones se llega, incluso, a
provocar o explotar desestabilizaciones y hasta crisis monetarias con
auténticos ataques especulativos, que los gobiernos afectados no pueden atajar
por la superioridad de recursos de los atacantes, y porque los poderes
políticos, como ya se ha dicho, han venido abdicando, cada vez más, de su
capacidad de legislar contra tales operaciones”.
En el suelo y con el pie en
el pescuezo. Poco o nada pueden hacer los gobiernos de esos países sino
rendirse y pedir que lo levante. Y eso conlleva un precio: entregarle las
llaves.
“LA GLOBALIZACIÓN
ECONÓMICA ES TOTALMENTE ANTIDEMOCRÁTICA”
“GLOBALIZACIÓN” – qué bonito
nombre tienes.
Pero la solidaridad no es,
precisamente, la actitud de los no muchos “globalizadores”, que son los que se
mueven por todo el globo, mientras los millones y millones de “globalizados” dependemos de ellos.
Es verdad que no puede haber
globalizadores sin globalizados, y viceversa, pero no hay interdependencia
real, como no hay caballero sin caballo, pero no hay interdependencia entre caballero
y caballo, el jinete es el que domina y disfruta del caballo, el caballo es el
dependiente y dominado, el que sufre la espuela del jinete.
“Al igual que los fumadores pasivos no
disfrutan del tabaco, pero respiran el humo cancerígeno, así las “masas
globalizadas” sufren las consecuencias negativas, mientras los pocos
globalizadores disfrutan de sus privilegios”
Nada hay que aclarar.
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