“Utopía”,
etimológicamente es “no lugar”, “en ninguna parte” (a no ser en el pensamiento,
pero no en la realidad) pero, semánticamente, tiene:
- Una
connotación positiva, cuando se emplea
el término para designar algo deseable, aunque inalcanzable.
- Una connotación
negativa, cuando se emplea el término para descalificar una propuesta queriendo
dar a entender con ello que es algo inalcanzable, algo condenado al fracaso.
Utopías famosas han
sido:
.- La República, de
Platón.
.- Utopía, de Tomás
Moro.
.- La ciudad del
sol, de T. Campanella.
.- La Nueva
Atlántida, de F. Bacon.
.- Icaria (Viaje a),
de E. Cabet.
.- Walden II, de
Skinner.
Un rasgo fundamental
de todas ellas es estar descontextualizadas, sólo imaginadas, situadas fuera de
cualesquiera circunstancias históricas.
De aquí que, en este
sentido, toda UTOPÍA sea una UCRONÍA
(fuera del tiempo).
Las funciones de las
Utopías.
.- Según sus
Defensores:
a.- Constituyen
proyectos de una racionalidad puesta al servicio de los fines.
b.- Constituyen
modelos de realización de la justicia.
c- Sirven de espejo
crítico de la sociedad vigente.
.- Según sus
Detractores:
a.- Bajo su
apariencia revolucionaria constituyen modelos de sociedad conservadores.
b- Responden a
modelos totalitarios de sociedad.
c.- Con su
pretensión de cambiarlo todo paralizan las transformaciones reales y factibles.
UTOPÍAS NEGATIVAS O
ANTIUTOPÍAS
El desarrollo de las
ciencias y de la tecnología llevó a algunos pensadores, en el siglo XX, a
pensar que ciertas propuestas utópicas podrían llegar a realizarse. Pero esto,
más que resultar esperanzador parecía sembrar de negros presagios el futuro
humano.
Una de las más
famosas Antiutopías ha sido “Un mundo feliz”, de Aldous Huxley, donde se
imagina una sociedad donde todo estaba absolutamente controlado para que los
individuos fueran felices: los niños eran manipulados desde el mismo momento de
su gestación para que fueran sanos y perfectos, para que disfrutaran haciendo
un determinado tipo de trabajo y no otro.
A los adultos se les
suministraba píldoras de la felicidad, etc.
De este modo, que
Huxley imagina posible en un futuro no demasiado lejano, se crea una sociedad
de individuos felices, pero una sociedad absolutamente inhumana.
Otra famosa Antiutopía
es “1.984” de George Orwell, en la que imagina un mundo de pesadilla donde los
individuos son absolutamente controlados por un poder político totalitario (el
“Gran Hermano”) y la libertad es borrada incluso como concepto.
Intentan servir de
espejo crítico de la sociedad de su tiempo. Tratan de mostrar a dónde pueden
llevarnos ciertas tendencias existentes en nuestras sociedades si no
conseguimos cambiar el rumbo de nuestra civilización.
No tienen ningún
mensaje positivo que ofrecer y, además, suelen estar situadas temporalmente en
el futuro.
En el siglo XX había
surgido la sospecha de que, con el pretexto de crear el paraíso, podíamos
acabar creando un infierno.
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