VERDADES RELIGIOSAS (¿)
El nuevo hombre rico,
decepcionado, se dirigió a la salida de la tienda sin dejar de mirar a todos
los lados.
Tenía que haber un stand con
el letrero de
“VERDADES RELIGIOSAS”.
Despistado, como iba, casi
chocó con la recepcionista que se interesó por su estado de satisfacción.
-
¿Y las Verdades
Religiosas? –preguntó.
-
No existen las
verdades religiosas, sólo existen las “creencias religiosas”, pero éstas nada
tienen que ver con el ámbito de la verdad.
-
¿Puede Ud.
explicarse? –por favor.
-
Las religiones,
los contenidos de las religiones, ni son verdaderos ni son falsos, son ajenos
al ámbito de la verdad-falsedad. Ninguna religión es verdadera como ninguna
religión es falsa.
Las
religiones se mueven en otros ámbitos, son beneficiosas o perjudiciales, son
atractivas o repelentes, optimistas o pesimistas, te llenan de optimismo o te
martirizan la conciencia,… pero sus contenidos no son/no pueden ser ni
verdaderos ni falsos, ni pueden ser verificados, corroborados, ni pueden ser
falsados.
.-
¿Ud. es creyente? – preguntó la rescepcionista.
-
Sí, soy creyente.
-
¿Cuáles son sus
creencias?, ¿en qué cree Ud.?
-
Creo en Dios, en
su Omnipotencia y Sabiduría, creo en el juicio final, en el cielo y en el
infierno, en la resurrección de los muertos,…
-
¿Puede Ud. probar
alguna de esas creencias?
-
Porque yo
–continuó la recepcionista- creo que existe Alaska y que mis padres biológicos
son/han sido Eugenio y Eugenia…
¿Por qué sabe/cree saber Ud.
eso en lo que cree?
Porque las creencias humanas,
siguiendo la metodología adecuada, el camino correcto, verifica o falsa lo
creído.
Puedo tomar un avión y
desplazarme hasta Alaska o puedo hacerme un análisis del ADN y comprobar que
desciendo de esos padres.
-
Entonces ¿mis
creencias no son verdaderas?
-
Si Ud. cree lo
que ha dicho creer, sus creencias son “verdaderas creencias”, porque, realmente
las cree, pero no son “creencias verdaderas” porque lo creído ni puede ser
verificado ni falsado.
-
Pero a mí me
hacen feliz.
-
Créalo, entonces,
Ud. si se siente feliz con ello pero nunca afirme que existe lo creído.
Un malagueño de pro, el
canónigo-archivero de la catedral de Málaga, en un pequeño librito, “Creer es
comprometerse” afirma, tajantemente: “el que cree en algo se expone a que
aquello en lo que cree no exista”
Si sus creencias lo hacen
feliz, mientras no sean contradicciones, créalas Ud. pero quiero que recuerde a
J. María González Ruiz, el canónigo de la catedral de Málaga. (Murió ya, pero
tiene publicados, entre otros muchos, en dos tomos (que le recomiendo):
“Memorias de un cura”.
Mire Ud. amigo. Las creencias
religiosas, respecto a la verdad/falsedad, son como los fenómenos psíquicos
(amor, odio, tristeza, alegría, optimismo, pesimismo, remordimiento,
satisfacción, la pasión, la emoción,….) respecto a los colores (rojo,
anaranjado, amarillo, verde, azul,…).
Los fenómenos psíquicos no
tienen color alguno, ninguno es banco, ni rojo, ni verde,..
Porque los fenómenos
psíquicos y los colores perteneces a categorías distintas y unas no son
aplicables a otras, como la “mesa”, que no “sufre”, ni el “toldo”, que está “triste”
El nuevo hombre rico, el
pobre hombre rico, ya no sabía ni responder y menos aún qué responder.
“Cuántas veces, Sr. – expresó
la recepcionista – creemos vivir en
Porque – debe Ud. Saber- la
verdad también es “un estado en el que estar”.
Ud. Sr. por ejemplo, está en
un error si cree que estamos en el año 2019.
Y no es verdad.
Si Ud. no sabe, no conoce, desconoce,
el error que cometió el fraile Domingo el Exiguo cuando se le ordenó que
calculara el año del nacimiento de Jesús de Nazaret en relación con la fecha de
la fundación de Roma (“Ab Urbe Condita”) que era la referencia para contar los
años, el calendario, Ud. cree que está/que estamos en el año 2.019, cree que
está en este año, y no es verdad, viviría Ud. en un error.
Estado de Verdad y Estado de
Error.
Vivir en la verdad. Vivir en
el error.
Claro que, quien es
consciente de vivir en el error, está en la verdad, quien no es consciente, no.
¡Pobre hombre rico¡
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