DIFERENCIAS ENTRE MODERNIDAD
Y POSTMODERNIDAD.
Se deja atrás la búsqueda de
unificar el parecer (pensamiento, expresión), y se abre la conducta apática,
desconectada del mundo a su alrededor, centrada en el avance personal y en el
propio progreso.
ATENCIÓN A LO EFÍMERO.
Se idolatran las figuras
públicas y los medios de comunicación de masas.
Por decirlo de algún modo,
este período se caracteriza por una falta de enfoque en el sentido tradicional.
Se privilegian las formas
sobre el contenido: el canal del mensaje es más importante que su significado.
La atención está en las
no-estructuras:
Lo híbrido y la fusión
reemplazan a la pureza y a la linealidad.
La cultura popular reemplaza
de lo académico y de lo científico.
La narrativa reemplaza a la
información histórica y fáctica.
RELIGIÓN Y ESPIRITUALIDAD
En la Posmodernidad los
valores y prácticas de la religión, la creencia, la fe y la
espiritualidad dejan de ser relevantes.
El hombre posmoderno se
inclina a favor del pluralismo, de la diversidad, de la satisfacción inmediata,
y convierte a su cuerpo (y no su intelecto) como herramienta para lograr esas
metas.
El cuestionamiento es una
clave fundamental, que se expresa en los ámbitos histórico, científico,
literario, religioso y hasta artístico.
LENGUAJE
En la posmodernidad el
lenguaje explica la realidad de acuerdo al parecer del autor.
El lenguaje en la Posmodernidad se
define como la clave de la verdad.
Se utiliza para modelar el
pensamiento, contextualizar la realidad, y se aplica a partir de puntos de
vista y no como un medio universal e incuestionable.
El lenguaje explica la
realidad que se experimenta e interpreta, de acuerdo al propio parecer.
CONSUMISMO
En la Posmodernidad el
foco del poder se centra en la industria del consumo.
Los medios de comunicación y
las grandes corporaciones pasan a ser las modificadoras constantes de la
economía y del mercado, y sus representantes toman más importancia que las
ideologías a las que representan.
JUSTICIA Y AMBIENTALISMO
En 1980, Coca Cola lanzó
campañas publicitarias compitiendo con Pepsi.
Paradójicamente, en la Posmodernidad
también aparecen fuertes movimientos de protección del medio ambiente,
la concientización por especies y sitios en peligro de extinción, las campañas
globales, y la protesta por las injusticias sufridas por los sectores más
carenciados:
En 1978 se conforma
Greenpeace como entidad global.
En 1985 se crea la “USA for África
Foundation”, con 45 artistas que presentaron al mundo la famosa canción “We are
the world”.
En la década de 1980 las
multinacionales Pepsi y Coca Cola lanzaron millonarias y agresivas campañas
publicitarias, dando lugar a la llamada “Guerra de las Cocas” y modificando
para siempre la escena publicitaria y comercial.
LIBERACIÓN PERSONAL.
En una época notoriamente
carente de visión al futuro, el único objetivo personal parece ser la
liberación ideológica, corporal, comunicacional y existencial. Algunos cambios
significativos incluyen la aceptación social del misticismo, de los
movimientos nacidos por género e identidad, y de las modas eclécticas.
RELATIVIDAD.
En la posmodernidad se
desconfía de la razón y el pensamiento para la toma de decisiones.
Nos encontramos en una época
en donde todo es relativo, se asume como cierto que cada quien desarrolle
su propia Realidad. Las Verdades no son absolutas sino relativas, a las
circunstancias, creencias, estilos, países, culturas, generaciones. Se
desconfía que la razón y el pensamiento sean la única alternativa para la toma
de decisiones, dando cabida a las emociones, la inteligencia
emocional y la intuición, como herramientas válidas.
PRAGMATISMO.
La Filosofía y las
corrientes filosóficas se transmutan en el Pragmatismo, donde ya nadie se
va a hacer matar por una ideología o extremismo absurdo.
En vez de ello, se promulga
el aceptar la convivencia de diferentes puntos de vista, los cuales pueden
coexistir sin problema, y contradecirse si fuera necesario, sin rasgarse las
vestiduras.
SUBJETIVIDAD.
En la posmodernidad la
diversidad de pensamientos debe ser tenida en cuenta.
En el pasado se asumía como
regla general que el bien general debía primar sobre el de los
individuos. Hoy en día se enaltece el esfuerzo individual y se reconoce el
valor de la subjetividad.
Si antes se decía que «la
excepción confirmaba la regla», ahora ya no es válida esta presunción, y por el
contrario un pensamiento individual diferente debe ser tenido en cuenta aunque
no lo comparta ni se corresponda con en de la mayoría.
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