¿QUÉ ES UNA SILLA?
Imaginaos una silla.
La intención productiva del
ebanista que la fabrica imprime a una materia (madera) una forma (de silla) capaz de acoger a un cuerpo humano, de tamaño
normal, en la posición de “sentado”.
Esto ofrece unos valores
relacionales que vienen determinados por la definición de silla, por su
descripción.
Pero esa misma silla
(“materialidad in-formada”) desencadena un sinnúmero de valores relacionales
que no estaban en la intención productiva del ebanista y, menos aún, en la
definición de silla (“mueble destinado o que sirve para que una persona se
siente”).
Pero un niño pequeño, para
quien la silla de tamaño normal no tiene demasiado sentido, suele descubrir en
ella (y la usa como) un tren, un caballo, un automóvil,…siendo una silla.
Un adulto, además de su
función, que se define en el concepto silla (“mueble que…”) puede descubrir
otros muchos valores relacionales que escapan a esa definición: un lugar donde
poner los pies para alcanzar algo demasiado alto, un objeto con el que
defenderse, con el que hacer un lucrativo negocio, con el que lucirse en un
regalo, con el que calentar una habitación (quemándola), con el que impedir que
se abra una puerta,…
Es decir que la “imaginación
creadora” del hombre, prácticamente no tiene límites.
Hubo un tiempo, hace muchos
años, en que en C.O.U, estudiábamos a Wittgenstein y que se preguntaba qué era
una cosa a lo que respondía que dependía de su “función”.
Imaginaos –les decía a
aquellos alumnos- que cuando estáis abriendo una caja de herramientas se os
acerca un ladrón con intención de robaros y agrediros.
Si tu coges el
destornillador, para defenderte, ¿puede, el agresor, decirte que un
destornillador es un objeto para atornillar y desatornillar y no un objeto de
defensa?
O con un martillo, o con una
llave inglesa,…
Esos objetos, (como la silla
anterior) además del valor principal (clavar puntas, apretar o aflojar
tuercas,…) tiene/puede tener otros valores relacionales, por el “uso” que
vosotros les deis (como objeto de defensa).
Pero si vais a la ferretería
a comprarlos tenéis que solicitarlo por la definición, por el “valor
principal”, aún sabiendo que podéis utilizarlos de otras muchas maneras (como
palanca, como trueque,…)
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