martes, 22 de septiembre de 2020

7.- CLASES DE SABERES

 CLASES DE SABERES.

 

Desde el mismo momento que me encontré con la filosofía, desde la primera clase, me enseñaron que, sobre cualquier hecho o acontecimiento podemos tener conocimiento en diverso grado.

Así, por ejemplo, la salida y la puesta del sol la percibimos hoy como las ha percibido siempre, desde que el hombre es hombre.

Pero durante miles y miles de año se creyço, por ello, que el sol giraba alrededor de la tierra ya que así lo percibimos, el movimiento del sol y la tierra estática, hasta que, ayer mismo, se tuvo conocimiento de la estructura del sistema solar y que era el sol el que estaba en el centro y los dos movimientos de la tierra alrededor de él, dando lugar, uno, el de rotación, a los días y las noches y el otro, el de traslación, a las 4 estaciones, por lo que pudo explicarse estos fenómenos de un modo científico.

 

El primer modo de saber, que se basa en las inmediatas apariencias sensibles y en la experiencia, pero que no formula leyes, constituye lo que se llama: SABER VULGAR.

 

El otro modo de saber, el SABER CIENTÍFICO, por el contrario, pretende conocer los hechos por “sus causas” y, en la ciencia moderna, trata de formular leyes en las que se expresa la regularidad con que esos fenómenos acaecen.

 

Ya había dicho Aristóteles sus diferencias pero, además, distinguía, dentro del “saber vulgar” (del pueblo, de la gente, del vulgo) la mera “opinión particular” de la “experiencia”.

Ésta última supone la memoria y el establecimiento de algunas analogías entre los hechos.

Así, por ejemplo, un curandero que ha observado que ciertos remedios surten buen efecto en algunas enfermedades, los aplica cuando encuentra a un enfermo que presenta síntomas análogos a los otros enfermos a los que ya ha tratado por el mismo procedimiento, aunque no sepa por qué razón estos remedios son eficaces, es decir, aunque no conozca las verdaderas causas de esas enfermedades, ni, por tanto, pueda justificar científicamente qué remedios serán los adecuados y por qué razones.

 

El conocimiento del curandero no es una mera opinión arbitraria, sino que se basa en la experiencia que ya tiene.

Pero ese saber empírico es, todavía, un SABER VULGAR porque, aunque sabe, no da razón suficiente de lo que sabe.

Sabe que va a ocurrir, porque siempre que se ha dado el primer hecho, a continuación, se ha dado el segundo, pero no sabe la causa por la que ese ocurre.

 

Un buen médico, que sepa las causas de las enfermedades y sepa con qué remedios ha de combatirlas posee un saber superior, un “saber por causa”, sabe por qué va a ocurrir (no sólo que ocurra), sabe su “porqué”, y su saber es un SABER CIENTÍFICO.

 

Lo mismo dice Aristóteles que ocurre entre el saber de un albañil y el de un arquitecto.

Sólo éste conoce las leyes de la construcción y, como sabe de la resistencia de los materiales, sabe “por qué” ha de construirse así.

 

Puede ocurrir que, en la práctica, el hombre “experimentado” (un buen albañil) aventaje, en ocasiones, al que conoce la teoría y no tiene todavía experiencia, pero el “saber científico” no es por esto inferior al “saber vulgar”, ya que está mejor y más profundamente fundamentado, y pueda añadir la experiencia que permita su mejor aplicación a la realidad.

 

En las ciencias muchas veces no se llega a enunciar las causas de los fenómenos y se limitan a establecer las leyes que expresan la regularidad del acaecer de los fenómenos.

 

Aunque, actualmente, las ciencias han avanzado tanto que al conocer los componentes de un medicamento y el funcionamiento del organismo “sabe por qué ese medicamento cura esa irregularidad en el funcionamiento normal del cuerpo”.

 

Pero, aunque su saber no es un saber que va a las causas, el conocimiento de las leyes puede permitir mejor elevarse a un conocimiento causal.

 

“Saber que ocurre” (como el vulgo sabe que a tal hora aparecerá el sol por aquel lugar, elevándose) es un saber inferior a “saber por qué ocurre” (porque al girar la tierra, sin luz, llega el momento de ponerse en contacto con la luz, a través de su rotación).

 

Otra cosa es el SABER FILOSÓFICO.

 

Si el saber científico se queda en conocer las leyes y alcanza sólo las causas próximas o más inmediatas explicativas de los hechos, estas causas son sólo “causas próximas”.

 

Pero por el proceso de la “abstracción de primer grado” llevada a cabo por el entendimiento, prescindiendo de las particularidades o determinaciones cualitativas, y quedándose sólo en lo común que tienen una silla, una maceta, una pala, unos zapatos,…que es que todas ellas son “materia”, las Ciencias de tipo Físico estudian la materia común a objetos distintos (sea la física, la química o la biología). Ciencias Materiales.

Y, en una “abstracción de segundo grado” en la que se prescinde también de las cualidades y se quedan sólo con la “cantidad”, surge la Ciencia Formal de la Matemática).

 

Así, si decimos que en una clase hay 50 alumnos, y cada uno es como es, cada alumno representa una unidad igual a cualquier otro, aunque, en realidad, cada alumno sea una persona co caracteres muy diferentes, pero a la Matemática no les afecta cómo sean sino que son un número, 50, en este caso.

 

Pero el saber humano puede intentar penetrar más profundamente en los seres, tratando de alcanzar causas más hondas y generales, que suelen llamarse “causas últimas” y realizando, para esto, una abstracción más radical, “abstracción de tercer grado”, en la que se prescinde de todas las diferencias que singularizan los seres, para alcanzar su “esencia” “qué son”.

 

El saber así obtenido es el SABER FILOSÓFICO.

 

No se trata simplemente de un saber más general o que abarque un mayor número de objetos, sino un saber que se alcanza en un plano diferente y más profundo que el del saber científico.

 

Por esto las ciencias tienen sus objetos definidos, mientras que el saber filosófico puede referirse a todos y a cada uno de los objetos, pero tratando de averiguar siempre lo esencial en ellos.

 

Para quedarnos con lo “esencial” de los objetos debemos prescindir, abstraer, de lo “accidental”, las determinaciones cualitativas y cuantitativas que singularizan a cada uno de los objetos, sean los que sean.

 

Cuando hayamos alcanzado este saber estaremos en la esfera del SABER FILOSÓFICO.

 

El cuarto tipo de saber es el SABER TEOLÓGICO, que intenta remontarse a la Causa Primera o Principio Primero de todas las cosas (ya no Causas Próximas ni Causas Remotas) sino a la Causa Primera, a la que llamamos Dios.

 

Pero este Saber Teológico, para acercarnos a la existencia y a la esencia de Dios podemos intentarlo sólo con la capacidad natural de la Razón, sin recurrir a medios sobrenaturales, y tendremos un Saber Teológico Natural, o Teología Natural, llamada, después, también, Teodicea.

Ésta permanece en el terreno del saber filosófico en cuanto apela sólo a la razón.

 

Si recurrimos a medios sobrenaturales (como la Revelación) tendremos la Teología, lo que podemos saber sobre la Causa Primera y fin último de todas las cosas, utilizando la doble vía, la natural y la sobrenatural.

 

Si por vía natural podemos llegar a saber algo sobre la existencia y los atributos de Dios (las 5 vías tomistas para llegar a la existencia de Dios y las 3 vías para determinar sus atributos) esto significa que el Saber Filosófico y el Saber Teológico se complementan y se armonizan entre sí.

 

En realidad, todos los saberes se armonizan entre sí, pues todos se dirigen a un mismo fin: el conocimiento de la verdad y, como la verdad es una, no puede haber contradicción entre los diversos modos de saber, sino sólo aparente.

 

Y cuando ha ocurrido que un saber científico parecía oponerse a alguna verdad revelada, conociéndolo mejor, más profundamente, han terminado armonizándose.

 

El Saber Científico, el Saber Filosófico y el Saber Teológico se desarrollan en planos distintos, pero todos convergen al mismo fin.

 

¿Y lo sencilla o simple que era la División de la Filosofía?

 

1.- FILOSOFÍA DEL SER (Tanto del “ser posible” como del “ser real”):

        

         .- Referente al Ser en general: ONTOLOGÍA,

         .- Referente al Ser Físico: COSMOLOGÍA RACIONAL.

         .- Referente al Ser Humano: ANTROPOLOGÍA.

         .- Referente al Ser Divino: TEOLOGÍA.

 

2.- FILOSOFÍA DEL CONOCIMIENTO:

 

         .- Estructura del Pensamiento: LÓGICA.

         .- Valor y límites del Conocimiento: CRÍTICA, EPISTEMOLOGÍA O TEORÍA DEL CONOCIMIENTO.

 

3.- FILOSOFÍA DE LACONDUCTA:

 

         .- Moral Individual.

         .- Moral Social.

 

Y si se considera el obrar humano, en general, tendremos, además: la Filosofía del Derecho, la Estética (Teoría de la Belleza), Filosofía de la creación Poética y Artística, la Filosofía Política o Teoría del Estado y la Filosofía de la Historia.

Además la Sociología que ya se ha constituido como Ciencia aparte.

 

(ASÍ ERA COMO ME LO ENSEÑARON EN EL INSTITUTO, COMO ALUMNO, EN AQUELLOS TIEMPOS DEL FRANQUISMO EN QUE LA ÚNICA FILOSOFÍA QUE PODÍA Y DEBÍA ENSEÑARSE ERA LA “FILOSOFÍA ESCOLÁSTICA” O “TOMISTA”, LA FILOSOFÍA OFICIAL DE LA IGLESIA CATÓLICA, UNA, SANTA, CATÓLICA, APOSTÓLICA Y ROMANA. Y QUE, SI LO HE RECORDADO, ES PARA CONTRASTARLA CON 

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