INFANCIA DE MARÍA.
Ninguno de los 4 evangelios
canónicos habla de la infancia de María. Sólo cuando, ya desposada con José,
recibe el anuncio del ángel de que va a concebir un hijo por obra del Espíritu
Santo.
Ni dónde ni cuando nació.
Nada sabemos. Así que nada sabemos de sus primeros años infantiles.
¿Quiénes eran sus padres?
Nada dicen los 4 evangelios canónicos, sólo los apócrifos, y como no están
revelados, ni inspirados,…
Hay que recurrir al apócrifo
Protoevangelio de Santiago y, también, al Liber de Infantia o evangelio del
PseudoMateo, que podría ser del siglo IV, aunque la copia más antigua que se
conoce está fechada en el siglo XI.
La curiosidad de los primeros
cristianos es fácil de imaginársela y así surgiría este evangelio apócrifo que
describe con todo tipo de detalles el nacimiento y la infancia de María.
¿Son hechos históricos
recogidos de la tradición oral? ¿Son el resultado del deseo de rellenar ese
vacío, de apagar esa sed de saber, esa curiosidad?
Nunca lo sabremos. Ni en qué
medida, en qué proporción, en caso de que fueran ambas cosas.
Porque el importante, la
estrella de la escena, era Jesús y la mujer para nada contaba en aquella
sociedad judía androcéntrica, machista.
La mujer siempre y sólo era
“relativa”, su ser estaba “relacionada”, era “relativa” al marido, al padre, a
los hijos,…era la “esposa” de, la “hija” de, la “madre” de…alguien famoso pero,
en sí misma, era insignificante.
María, pues, no es “una
persona”, autónoma, sino la “madre de” Jesús, ni tan siquiera la “esposa de José”
o la “hija de Joaquín y Ana”, en sí misma una persona anónima.
¿Y qué dicen de ella los
apócrifos?
“Que fue concebida sin pecado
original” (única excepción entre los humanos)
Se dice que su padre,
Joaquín, era un hombre rico y que donaba al Templo el doble de lo estipulado
para conseguir “la expiación de sus pecados”.
Como Dios no le daba
descendencia (recuerdo al cura que me casó y que en el sermón me dijo que
“aceptara los hijos que Dios me diera”; menos mal que uno cooperaba con Dios,
porque dejar libre a la naturaleza…) Joaquín se retiró al desierto, solo, sin
su mujer, para hacer penitencia y ayunar durante 40 días, pidiéndole a Dios que
le diera un hijo, a ser posible varón, porque la mujer…
Ana, en casa, lloraba y lloraba,
se lamentaba porque Dios la había hecho estéril (no iba a ser estéril el varón,
en una sociedad androcéntrica y machista) y ese era el peor castigo que podía
sucederle a una mujer judía, además de ser mujer.
Y como en la Biblia estaba el ejemplo de
la anciana y estéril Sara, la esposa de Abraham, pero que Dios….
Sentada bajo un laurel le
pidió a Dios que bendijera su vientre.
Y mientras hablaba con Dios
levantó los ojos al cielo y vio en el laurel un nido de pajaritos, y fue en ese
momento cuando se le apareció un ángel que le dijo que el Señor había escuchado
sus plegarias y que concebiría y daría a luz, y que de su prole hablaría todo
el mundo.
A ella le daba igual que
fuera varón o mujer, porque si fuera mujer iba a estar consagrada al Templo.
Al mismo tiempo, otro ángel
se le aparece en el desierto, a Joaquín, diciéndole lo mismo.
Joaquín corre a casa. Ana
está esperándole en la puerta…
(Protoevangelio) “Joaquín
reposó aquel día en su casa” y aquella noche fue concebida María.
Según las costumbres judías
ofrecieron sacrificios de animales: 10 ovejas sin mancha y 10 novillos
lechales, todos ellos para los sacerdotes del Templo.
Y para todo el pueblo mataron
100 cabritos.
¿Dónde ocurrió todo esto? No
se sabe, ni los apócrifos dan una pista. Sólo que, según la tradición, en
Jerusalén, sólo cuando contrajo matrimonio con José se fue a “vivir a Nazaret”
A los 9 meses Ana dio a luz
una niña, le dio el pecho y le puso por nombre “María”
También Joaquín (según el
Protoevangelio) como era muy rico, buscó varias doncellas hebreas para cuidar a
la niña, todas vírgenes, para que la entretuvieran.
Al cumplir el primer año dieron
una fiesta, a la que estaban invitados todos los sacerdotes y todo el pueblo.
Como habían prometido que si
era niña dedicaría su vida al servicio del Templo, al año siguiente, cuando ya
tenía dos años Joaquín le recordó a Ana lo que habían prometido.
Ana le pidió que lo retrasara
otro año, hasta los 3.
Todo esto aparece en muchos
de los apócrifos: “que desde los tres años…”
Pero, según parece, en aquel
tiempo no existía la posibilidad de que una niña pudiera vivir en el Templo,
como consagrada, por lo que ha llegado a lanzarse la hipótesis de que María
pudiera haber sido una “prostituta sagrada”, incluso que, tras dar a luz a
Jesús, haber realizado con él el famoso “matrimonio sagrado”, de origen pagano
y con connotaciones incestuosas.
Habría permanecido en el
Templo 9 años (según los apócrifos) y a los 12, cuando le aparecieron los
“síntomas de la adolescencia”….pero que eso mancillaría el santuario….había que
buscarle marido, “no sea que vayamos a incurrir en un pecado grave”
Según otro apócrifo salió del
Templo a los 14 años y, nada más salir concibió a Jesús, dando a luz a los 15
años.
¿Qué haría en el Templo?
Yo me imagino que haría lo
que hace una monja, además de limpiar, lavar,…tejer cortinajes y velos.
Es entonces, entre los 12 y
14 años, cuando las chicas ya comenzaban a preparar el matrimonio (que
expondremos en otra entrada).
Yo había leído otra versión.
Padres pobres, que no pueden
mantener a una niña (todavía si hubiera sido un niño…) y, por eso, la entregan
al Templo, y al aparecer la primera regla (con el tabú de la sangre del período
de las mujeres) los sacerdotes se encargan, no de echarla del templo a la
calle, sino de buscarle matrimonio y es cuando…
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