Gracias
a nuestra tribu Psi o P y gracias a nuestros juristas progresistas, nuestro
sistema pedagógico y nuestro código penal son los más benignos del mundo, con
la excepción, tal vez, del sistema educativo y del código penal vigentes en el
país de los teletubbis.
Basta fijarse en el caso de Sergi Xavier
Martín, (¿lo recuerdan?) el tipo que le pegó puñetazos y patadas a una chica ecuatoriana en un vagón
del tren o del metro de Barcelona.
Una jueza lo puso en libertad, y un
Psiquiatra corrió a defenderle, con el argumento de que sufría un trastorno
mental grave debido a su infancia traumática, ya que creció sin más compañía
que una abuela con graves limitaciones humanas.
Está visto que no hay que preocuparse.
Y digo yo que, si ir borracho es un
agravante cuando uno va al volante, ¿por qué va a ser un atenuante si uno ataca
y hiere, sin motivo real, a una joven ecuatoriana que va escuchando la radio
sentada en su asiento sin mirarlo siquiera?.
Y, puesto que este joven, al que no quiero
ponerle un calificativo por no herir los oídos castos de todos Uds. como
siempre va a seguir siendo, porque no se puede borrar, un chico de infancia
traumática, que creció sin más compañía que una abuela… siempre estará exento de
responsabilidad. Por lo tanto, todos aquellos que estén en idénticas o
superiores carencias que el…….de Sergi Xavier, pueden pegar tranquilamente
puñetazos y patadas a todo tipo de personas menores de edad que vayan
escuchando música, tranquilamente.
¡Un buen precedente
hemos creado¡
Y no sólo eso. Ahora resulta que se convirtió,
debido a su “hazaña”, en un personaje digno de salir (¿cómo no?) en Telecinco,
cobrando, por cinco minutos de declaraciones, poco más o menos que lo que cobra
un currante honesto al final de mes.
Y si una empresa televisiva crea estos
productos es porque hay consumidores de tales productos.
¡Vaya digestión¡
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