domingo, 30 de mayo de 2010

LAS CUATRO PATAS DE LA MESA

El carnicero, el hortelano, el frutero, el panadero, el cervecero,…(y todos los demás), entre todos ellos hacen que yo pueda cenar todas las noches. Pero no es que ellos sean generosos conmigo; yo, a ellos, les importo un pimiento.
Lo que hacen, sus productos, lo hacen buscando únicamente su interés, no el mío. Para ellos yo sólo soy un número más en la lista de clientes consumidores de sus productos.
Yo, como persona, feliz, libre y autónoma, yo como ciudadano responsable, como amante, como padre, como….no les importo nada.
Pero a mí me interesa que haya muchos carniceros, muchos panaderos, muchos hortelanos,….. y que se peleen entre ellos, que compitan para vencer, para producir más y mejor, para tener más clientela… sólo así podré yo salir beneficiado, como consumidor.

Es la Ley del Mercado, la ley de la oferta y de la demanda, la ley de la competitividad y de la competencia civilizada, sin poner en peligro la vida del otro. Se trata de vencerlo como mejor panadero, para que deje de serlo, no de matarlo como persona, para que desaparezca. También le interesa tenerlo como cliente y ya no como competidor.

Si durante millones de años fue la naturaleza la encargada de ir seleccionando a los mejores, para que sólo ellos sobrevivieran, como seres vivos, ahora es el mercado el que ha tomado las riendas de la selección de los mejores, no como seres vivos, sino como productores.
Y unos tendrán piso y otros no, unos tendrán trabajo y otros no, unos podrán comer langostinos de Sanlúcar y beber Hyram y otros no,… pero todos querrán tener piso, trabajo, comer y beber exquisiteces,… y competirán entre ellos para pertenecer a la clase privilegiada. No se trata de matar a los otros, se trata de sobresalir “sobre” ellos.

La competividad entre los productores y entre los ciudadanos (al menos teóricamente), en igualdad de condiciones, irá seleccionando a los mejores.
Unos tendrán que esforzarse para conseguir y ofertar mejores productos y precios mejores y los otros tendrán que esforzarse para ser los que puedan optar por lo mejor.
La competitividad como motor de progreso.

Soy defensor del liberalismo, tanto político como económico.

Si la evolución natural, tanto específica como intraespecífica, mejoró la especie, la competitividad social mejorará a las personas.
Si el letargo adormecedor paraliza, y en la carrera retrasa, la competición mejora.

Ha sido la competitividad entre dos grandes empresas para descifrar el genoma la que ha hecho que se llegase a la meta mucho antes de lo previsto. Ahora podrá irse avanzando más y más de prisa, para conseguir objetivos superiores.
Craig Venter, quien estaba al frente de una de esas dos empresas, Celera Genomig, acaba de fabricar un genoma sintético.
No ha creado vida, como algunos dicen, sino el sistema de dirección de la vida. Lo que ha conseguido nada tiene que ver con el fraude del investigador coreano de tan sólo hace unos años.
Pero lo que ha hecho, y se seguirá haciendo, ya no es “naturaleza”, sino “cultura”.
La evolución biológica, natural, desembocó en la evolución cultural, en la que nos encontramos, que, a su vez, cambiará la evolución biológica, y ya no andará lenta y a ciegas, por tanteos de ensayo y error, sino rápida y dirigida por el hombre.
(Quien me conoce sabe que soy uno entre los muchos que se oponen al Diseño Inteligente).

Cuando, a menudo, me hago una ensalada, los componentes que uso no son cien por cien naturales, sino híbridos de naturaleza y cultura. Los tomates, la lechuga, el pepino holandés, la sal, el aceite,….son productos “mejorados”.

No soy un antiecologista furibundo, pero no estoy en la onda de los ecologistas (lo que no me convierte ni en contaminador ni en defensor de los contaminandores). Soy un consumidor responsable.
Los hiperecologistas, defensores a ultranza de la naturaleza, podrían llevarnos, de nuevo, a las cavernas y tener que olvidarnos del frigorífico, de los autobuses, de los desodorantes y de la lavadora, como causantes, todos ellos, de contaminación.

La nueva palabra estrella, y de pancarta, palabra tabú en cualquier manifestación que se precie: CONTAMINACIÓN.

Un insignificante volcán, natural, perdido en el Atlántico, está contaminando más que… ¿Cuántos miles de volcanes, durante cuántos millones de años, han estado…. (corto y cierro).

Soy defensor y partidario de la agricultura científico-técnica, pero respeto, absolutamente, al que quiera cultivar tomates cien por cien naturales (si lo consigue). Están en su derecho y no seré yo, ¡por Dios¡ quien se lo prohiba y monte una manifestación.

LAS CUATRO PATAS sobre las que descansa la mesa que yo soy o me configura son:

1.- LA RACIONALIDAD CIENTÍFICA.
2.- LA INNOVACIÓN TECNOLÓGICA.
3.- EL MERCADO LIBRE.
4.- LA DEMOCRACIA.

Si una sociedad quiere prescindir de una, de dos, de tres o de las cuatro patas, ¡allá ella¡, no seré yo quien me oponga. A JO… Y AGUA… pero que ni recorten ni intenten arrancar ninguna pata de esta mi mesa, de esta mi sociedad occidental.

Entonces….¿LIBERTAD total y absoluta para el crecimiento ilimitado de estas Cuatro Patas?.
Por supuesto que NO.
Rotundamente NO, NO y NO.

Todas ellas tienen que moverse y desarrollarse en el marco de la ÉTICA, motor y freno a la vez.

No todo lo que PUEDE (libertad) ser hecho DEBE (Ética) ser hecho.
La ÉTICA como espacio en el que deben posar las cuatro patas.

La “Dignidad de la persona” (concepto ético, donde los haya) debe ser el epicentro sobre el que giren, la atmósfera que respiren y la savia que alimente a esas cuatro patas.

A.- Si alguien quiere vivir en una democracia popular, como las felizmente desaparecidas y ya tan poco añoradas del lado de allá del telón de acero, sin libertades, y ni siquiera libertad de mercado, que viva, pero que a mí no me….

B.- Si alguien quiere vivir dirigido por un iluminado, (y no por él mismo), que está en conexión directa y constante con su dios, que viva, pero que a mí no me…
C.- Si alguien quiere vivir creyendo que esta vida debe estar estructurada religiosa y teológicamente, y que el poder político y el poder religioso deben estar aunados en una y la misma persona, que viva, pero que a mí no me…
D.- Si alguien quiere vivir cultivando sus tierras con el arado romano o azada y usar como abono únicamente el estiércol natural, sin querer saber, nada, de abonos artificiales, herbicidas,… que viva, pero que a mí no me…
E.- Si alguien quiere vivir sin electricidad y sin bolígrafos, sin televisión y teléfonos móviles, sin Internet y aire acondicionado, sin…. que viva pero que a mí no me….
F.- G.- H.- I.- J.-……..

P.D. El hasta ahora Dogma: “omne vivum, ex vivo” ha dejado de tener vigencia.
Lo que ha conseguido Craig Venter es producir, sacar, “crear” una célula viva con un genoma “artificial”, sintetizado por métodos químicos, desde la primera hasta la última letra.
Lo que ha hecho Venter es descubrir que funciona la técnica de llegar a la vida desde genomas enteramente artificiales.
Pero esta “creación” (¿) de Venter, desde algo previo, aunque artificial, nada tiene que ver con la “creatio ex nihilo” del dogma cristiano.
No vayamos a creer que…. ¡Pongamos las cosas en su sitio y no vayamos, ahora, a hacer a Venter responsable de los nuevos apeados de la religión¡

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