domingo, 23 de mayo de 2010

EL PRESIDENTE DEL GOBIERNO Y LOS “IN-”

A veces uno se mete en camisa de 11 varas, porque IN-vitas a 11 IN- a un casting y se presentan tantos que te da pena dejarlos fuera, a la IN-temperie.
Un día de sol al ÍN-clito Presidente de mi Gobierno le ha caído encima una lluvia de IM-properios, … algunos IN-justos, otros IM-propios, bastantes, IN-necesarios, muchos IN-sostenibles o IN-clasificables, pero todos IM-pactantes.
Su cambio de timón es considerado, por muchos, IN-comprensible, IM-provisado, IN-suficiente, pero IM-prescindible, aunque duela que haya venido vía IN-ternacional, como IM-perativo europeo.
A él se le está llamando IN-competente, In-congruente consigo mismo, IN-documentado, IN-maduro, IN-experto, IN-deciso, IN-sensible, aunque sus IN-condicionales lo vitorean como IN-tuitivo, IN-teligente, IN-formado, IN-falible hasta ahora, IM-batible, de ánimo IN-vencible,
Las medidas son consideradas IN-justas, IN-asumibles, IN-sociales, IN-válidas para la situación actual, por los afectados, que van a ser casi todos. Se le critica por haber IN-currido en un IN-fundado optimismo cuando la IN-mensa e IN-gente mayoría de IN-dividuos IN-teligentes que sabían de la cosa IN-tuían los contrario
Es IN-dudable que la IN-minente aplicación de su IN-vento en una noche de IN-somnio, IN-currirá e IN-fluirá muy negativamente para su próxima IN-vestidura.
Él IN-voca el IN-terés de España pero la gente de la calle considera IN-eludible su IN-habilitación por su IM-perante e IM-penitente IN-competencia.
Como se muestra IN-flexible e IN-diferente al clamor de la calle, parece considerarse IN-mune y, con el tiempo, poder salir IN-tacto de esta IN-versión de su programa electoral, IN-versión considerada IN-decente por los más, aunque es IN-herente a los suyos estar IM-buidos de ese espíritu defensor del jefe, e IN-vaden platós de programas basura, IN-fluencia telepredicadora del nuevo evangelio revelado socialista, en el IN-discutible, anegado e IN-flamado nº 2, D. José Blanco, una vez defenestrados los economistas, Solbes, J. Sevilla, Almunia,… negando lo IN-negable, la IN-gerencia extranjera y no viendo razón de ser de IN-surgencia alguna ni de posibles IN-cidencias IN-candescentes, al tiempo que considera IN-coherente a la oposición ahora, ya sí, no IN-visible, e IN-vadida e IN-flamada por las IN-coherentes e IM-perfectas medidas, negando que estos IN-ventos no vayan a traer IN-mediatas consecuencias.

El problema no es IN-trascendente ya que hay IN-stituciones autonómicas IN-surrectas, que ven IM-parable el IN-sufrible mañana, hoy todavía IN-material pero que mañana IN-flamará la IN-flación al tiempo que se IN-flamará el sector IN-mobiliario.

¿Los nuevos IM-puestos? “No están excluidos”, luego no son IM-posibles, luego están IN-cluidos.

Al hasta ahora IN-tacto, IN-marcesible, IN-deleble, IM-poluto e IN-maculado Z.P. se le IM-putan, ya, los IN-minentes e IN-eludibles IM-puestos.
El futuro más IN-mediato llegará a tal punto de IN-flexión que la hasta ahora IN-mejorable situación se tornará en IN-gratititud por la IN-sufrible IN-capacidad e IN-solvencia del Presidente, de sonrisa ya IN-descifrable.

La Bolsa ha sufrido, IN-mediatamente el IM-pacto y las Libretas Azul y Oro, así como la Cuenta Naranja pasaron del rojo al IN-frarrojo.
Es IN-dudable que los ánimos del ciudadano, ahora IN-satisfecho, pero hasta ahora tan sensibles para el IN-discutible jefe, han pasado a ser IN-odoros, IN-coloros, IN-doloros e IN-sípidos.

Está mostrándose IN-sostenible la estructura misma del estado, con tanto escalón repetido e IN-necesario IM-plicado en el problema.

IN-merso estos días en la obra de Cervantes asisto a cómo IN-cluso el ÍN-timo pero ÍN-fimo e IN-superable Sancho Panza, desde su ÍN-sula Barataria, descabalga de su IN-genuidad al caballero de la triste figura.

¿Y la IN-migración?. Y no me refiero a la IN-migración del sur, pobre, IN-ope e IN-ocente, que viene “huyendo de” la IN-anición, buscando trabajo para llenar su estómago, ni de la IN-migración del Norte rico, con el estómago ya lleno, IN-vasor, como turismo residencial, IN-vocando su derecho a residir; me refiero a esa otra IN-minente IN-migración del turismo de transplantes, no IN-cluido en sus lugares de origen y de tan buen funcionamiento en España y que parece un IN-sulto a nuestra vacía cartera.

¿Cuándo volveremos a ver la sonrisa en nuestro Presidente?. Porque la IM-presión que ahora nos da es la de un cuadro IM-presionista IM-presionante.

Y el horizonte, IN-undado de IN-mensos e IN-numerables paneles IN-formativos en los que sólo pone IIIIIIMMMMMPPPPPPUUUUUUEEEEESSSSSSTTTTTTOOOOOOSSSSSS.

No distingo, desde aquí, bien la firma, pero estoy “completamente casi seguro” que pone J.L. Rodríguez Recortero (¡perdón¡, “Zapatero”, ¿en qué estaría yo pensando?.
¡Ah¡, pues estaba pensando en que ya podemos ir preparándonos para ponernos el luto en la manga.

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