No que no exista Dios,
sencillamente ni lo sé ni puedo saberlo.
Además de que no me hace
falta Dios para explicar este terremoto, esta Semana Santa pasada por lluvia,
las órbitas elípticas que recorren los planetas en su movimiento de traslación
alrededor del sol, el nacimiento de un niño, el origen del poder,…
Y funciona.
La piedra no cae porque Dios
lo quiera, sino por la laye natural de la gravedad
Y el hombre, pertrechado con
su Razón, de la mano de la Diosa Razón ,
dejando en casa, y quizá en su corazón, a su Dios cristiano, el de la religión,
la empezado a Saber para Prever, para Proveer, para Poder.
Si el “saber” antiguo era
sabroso, se saboreaba, tenía buen sabor, sabía bien,…
Si ya era un placer “saber”
por el hecho de saber, si el saber ya era un fin en sí mismo, si el sabio, al
saber y por saber, ya era feliz,… ahora ya no se conforma con eso.
Ahora persigue el
“conocimiento” y conocer es algo útil, además de sabroso.
Me interesa conocer, ya no
tanto, (aunque también) para saborear lo conocido como para sacar provecho de
ese conocimiento.
El “conocer” ya no es un fin,
sino un medio.
El que más y mejor conoce más
prevé y más provee, más puede.
“Conocer es poder”
Ahora lo que se saborea es el
poder (ya no el saber porque, incluso, puede “saber mal”, aunque se pueda más).
Por ejemplo, la bomba atómica
u otras armas inteligentes y/o de destrucción masiva.
El conocer vale si es
fructífero.
El científico ha sustituido
al sabio.
El técnico y el tecnólogo son
hijos del científico y apenas tienen parentesco alguno con el filósofo.
Si tuviéramos que enumerar
las consecuencias positivas, los logros de la Razón no terminaríamos en varios días.
Las 7 maravillas del mundo
nada son comparadas con las maravillas de la Razón de nuestra época (la última: fotografiar un
agujero negro),
¿No es una maravilla la Seguridad Social ,
las hipotecas, las tarjetas de crédito, la cirugía estética, Internet,…(y no
continúo con los productos de la
Razón , porque serían interminables).
Y no se me olvida el Corte
Inglés y su “pague en tres meses y sin intereses”, como me recordaba, una vez,
una oyente.
Pero yo quería escribir, y
exponer, a los Filósofos de la
Sospecha , que son los que critican a la Razón y sus consecuencias
negativas.
Como hemos comprobado (y no
hay más que mirar a nuestro alrededor, desde el cuarto de baño a la cocina,
pasando por el salón) la Razón
avanza, corre, mas que correr vuela y lo descubierto ayer se queda obsoleto y
ya no vale, superado por lo recién descubierto.
La hemos acelerado
tanto-tanto-tanto que estamos entrando a saco en todo lo que se pone por
delante.
Con la Razón , a diestro y
siniestro, andamos como una manada de elefantes en una cacharrería.
1.- En primer lugar hemos
entrado con la Razón
en El Otro, en Dios, y ya LO hemos declarado “prescindible” en múltiples
funciones en las que hasta ayer mismo detentaba el monopolio.
Hay quien, en el paroxismo,
insulta y harta de “ignorantes” , de “retrasados”, de “anticuados” a todos
aquellos que aún están con Él en amigable compañía (como si hubiera que
despeñar a un coche por un barranco porque el coche no puede volar).
2.- Hemos dirigido la Razón hacia LO OTRO, hacia
la naturaleza, y de su invitación a ser conocida hemos llegado hasta a su violación.
No es que la hayamos conocido
mejor y nos hayamos aprovechado más de ella, que la hayamos “usado” (que es lo
que ella nos pedía), es que hemos “abusado tanto de ella que está
retorciéndose, revolviéndose y volviéndose contra nosotros.
La hemos exprimido (y en ello
seguimos), la hemos estrujado, la hemos estirado tanto que hemos
contaminado/seguimos contaminando el aire, el agua y la tierra, elementos tan
vitales que, sin ellos, desapareceríamos,
Hemos echado/estamos echando
tanta “mierda” al aire que lo hemos rasgado, le hemos hecho un agujero en la
ozonosfera, agujero que puede acabar con nosotros y con la vida en la tierra.
Hemos deforestado/estamos
deforestando tanto, y tan de prisa, que estamos desertizando el planeta en el
que vivimos (y nada digo de mi/nuestra querida Andalucía).
El recalentamiento de la
atmósfera,, el CAMBIO CLIMÁTICO, tan en boca de todos hoy día y del que ciertos
santones de salón y predicadores con poder (antes Al Gore y ahora mismo el
Presidente Trump) que los cánceres de piel, las sequías, la escasez de agua y,
por el contrario, las lluvias torrenciales y nevadas en tiempos anteriores
nunca vistas, se suceden de manera imprevista y continua.
¡LA
MADRE QUE PARIÓ A TANTA RAZÓN DESBOCADA,
ENCABRITADA¡
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