DESUNIÓN.
En la zona republicana no
había UN partido sino un mosaico político de fuerzas locales de izquierdas e,
incluso, económicamente cada ciudad funcionaba a su manera, según la fuerza
política dominante.
La desunión se convirtió en
la principal debilidad de las fuerzas republicanas revolucionarias lo que
supuso un beneficio para los rebeldes militares, no tanto por su debilidad (que
también) como porque muchos moderados, aún no definidos políticamente, al estar
contra esa forma de actuar las fuerzas de izquierdas más cercanas, se
apuntaron, definitivamente, a los rebeldes militares e, incluso, las
democracias occidentales desistieron de ayudar a unos revolucionarios de
izquierdas, que se decían “demócratas” y que se comportaban de manera tan violenta.
La excepcional violencia, por
la ley de acción-reacción, se traducía en muertes de los adversarios,
considerados enemigos, merecedores de ser exterminados.
Más de 25.000 ejecuciones
políticas entre los años 31 y 36, no bajas bélicas, de unos a los otros y de
los otros a los unos. Las fuerzas de las variopintas izquierdas y los
falangistas locales junto con los milicianos de derechas.
Unamuno hablaría de “los
Hunos y los Hotros”
En Europa, a estos tipos de
terror se los denominaba “terror rojo” y “terror blanco”
Además, acusándose
mutuamente: que si la culpa la tenían Hitler y Mussolini o si la tenía la Unión Soviética.
LAS GRANDES CIUDADES Y EL
MANDO
Excepto Sevilla, donde
reinaba (¿) Queipo de Llano, las demás ciudades españolas importantes quedaron
en zona republicana, que ocupaba las 2/3 partes de España, aunque más del 50%
del ejército estaba bajo el control de los rebeldes (todo el ejército de África
(legionarios y regulares marroquíes) más los voluntarios carlistas y los
falangistas.
Pero la mayor parte de la Armada y casi la totalidad
de las fuerzas aéreas estaban con la República , más decenas de miles de voluntarios de
las milicias procedentes de los partidos obreros, pero lo triste era que el
control de estas fuerzas no dependía del Gobierno sino de los Consejos locales
y provinciales y dirigidos por grupos revolucionarios.
Las milicias republicanas
estaban sobradas de entusiasmo militar pero faltas de dirección, organización,
disciplina e instrucción, así que la relativa superioridad numérica de las
primeras semanas demostró, poco a poco, ser de muy escasa utilidad bélica.
Y como en Cataluña y
Andalucía el liderazgo estaba en manos de la CNT , mientras la UGT dominaba en Castilla la Nueva y en Extremadura,
entonces….pasó lo que tenía que pasar.
Las organizaciones obreras se
hicieron con el control de la mayor parte de los recursos económicos, así que
el modo de funcionamiento eran las colectividades agrarias y el control obrero
de las fábricas.
LAS AYUDAS.
Las empresas francesas tenían
firmados contratos oficiales de suministro de determinado tipo de armas a las
Fuerzas Armadas Españolas Republicanas y el 19 de Julio, 24 horas después del
Alzamiento, el nuevo gobierno de Giral lo había requerido del ejecutivo francés
que estaba dirigido por una coalición del Frente Popular, bajo la Presidencia de León
Blum pero que, ante las amenazas de Alemania, Francia dependía más de Gran
Bretaña, (con un gobierno conservador) así que, a finales de Julio, firmaron,
junto a otras naciones, el Comité de No Intervención, y ya no volvió a enviar
más armas.
Ante la negativa de ayuda
bélica de Francia e Inglaterra fue por lo que el día 25 Giral pidió ayuda a la Unión Soviética.
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