La función de la mujer, su rol, durante toda
la historia, y no sólo en el mundo cristiano, fue dar hijos legítimos (no
naturales) al varón y hacer disfrutar a éste.
Parir y agradar.
Cuando la Razón Laica fue imponiéndose el
destino de la mujer consistirá, como en el varón, en “disfrutar y hacer
disfrutar (que era otra forma de disfrutar)” (no sólo lo segundo, sino, sobre
todo, lo primero)
Actualmente la mujer puede
considerar el placer como un o único objetivo y disfrutar de cuerpo, sin tener
que ponerlo al servicio de otra cosa o de otro ser.
¿Mejor acompañada o mejor en
solitario?
¿Mejor con alguien del otro
sexo o con alguien del mismo sexo?
Como le dé la REAL gana, porque ella es la
reina de sí misma.
Su vida es suya.
Es libre de elegir el máximo
y el mejor disfrute.
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