martes, 25 de octubre de 2016

MI VISIÓN/VERSIÓN DE LA SEGUNDA REPÚBLICA (5)

El 17 de Julio de 1.936 el alzamiento triunfa en Marruecos y al día siguiente alcanzó la Península.

Fracasaron los golpistas en su intento de ocupar los dos centros de poder más importantes, Madrid y Barcelona.
Por eso se alargaría tanto la guerra.
La República armó a las masas milicianas, que cometieron todo tipo de tropelías, hasta horrorizar a las democracias burguesas europeas.

Imagínense 72.000 fusiles en manos del pueblo, sin control del gobierno, por las calles de Madrid y si a eso le añadimos que muchos de esos fusiles cayeron en manos de delincuentes y marginados sociales que actuaban no por un ideal de una sociedad mejor sino por venganza y por codicia contra los ricos.

Milicias indisciplinadas, sin formación militar alguna y con fusiles en la mano y a discreción.
Ninguna democracia movió un dedo para ayudar a la República, a esa República, sino que todas estarían con Franco, no por afinidad sino por miedo al comunismo, desde el primer momento, aunque fingiendo apoyo al gobierno legítimo.

La única excepción fue la Unión Soviética, que auxilió a la República con material y técnicos.

Stalin sabía de la situación estratégica de España en el mapa para poder controlar la puerta de entrada y salida del Mediterráneo.
Así que toda Europa hizo lo imposible para que Stalin no se instalara en España.

Militarmente, en mandos, la ventaja era de los golpistas era manifiesta, con veteranos disciplinados (legionarios, regulares y mercenarios moros)

Todo lo contrario en el bando republicano, con soldados de reemplazo y apenas instrucción, a los que se unieron las Brigadas Internacionales, muy entusiasta, pero nada más.

Es verdad que los carros de combate rusos eran muy superiores a los que Alemania e Italia entregaron a Franco.
Pero ¿y si cada carro de combate ruso capturado era recompensado con 500 pesetas?
Al final había más carros de combate rusos en las filas nacionales que en las republicanas.

España dividida en dos: la nacional y la republicana, la fascista y la roja, la agraria tradicional y conservadora y la urbana industrial y revolucionaria, las lentejas y el acero, así que si unos tenían que buscar el acero que no tenían los otros tenían que buscar las lentejas que necesitaban, con todas las sangrientas consecuencias.

¡Pobres los republicanos que quedaron en territorio nacional y pobres nacionales que quedaron en territorio republicano¡

Por si no fuera bastante, las milicias arrebataron al gobierno legítimo la dirección de las operaciones.
Pero, un novato, sin experiencia aunque con mucho entusiasmo, con más voluntad y buena intención que efectividad ¿qué y cómo puede organizar adecuadamente a unas tropas?

Además, estaba la Iglesia.




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