El 17 de Julio de 1.936 el
alzamiento triunfa en Marruecos y al día siguiente alcanzó la Península.
Fracasaron los golpistas en
su intento de ocupar los dos centros de poder más importantes, Madrid y
Barcelona.
Por eso se alargaría tanto la
guerra.
Imagínense 72.000 fusiles en
manos del pueblo, sin control del gobierno, por las calles de Madrid y si a eso
le añadimos que muchos de esos fusiles cayeron en manos de delincuentes y
marginados sociales que actuaban no por un ideal de una sociedad mejor sino por
venganza y por codicia contra los ricos.
Milicias indisciplinadas, sin
formación militar alguna y con fusiles en la mano y a discreción.
Ninguna democracia movió un
dedo para ayudar a la
República , a esa República, sino que todas estarían con
Franco, no por afinidad sino por miedo al comunismo, desde el primer momento,
aunque fingiendo apoyo al gobierno legítimo.
La única excepción fue la Unión Soviética , que auxilió a la República con material y
técnicos.
Stalin sabía de la situación
estratégica de España en el mapa para poder controlar la puerta de entrada y
salida del Mediterráneo.
Así que toda Europa hizo lo
imposible para que Stalin no se instalara en España.
Militarmente, en mandos, la
ventaja era de los golpistas era manifiesta, con veteranos disciplinados
(legionarios, regulares y mercenarios moros)
Todo lo contrario en el bando
republicano, con soldados de reemplazo y apenas instrucción, a los que se
unieron las Brigadas Internacionales, muy entusiasta, pero nada más.
Es verdad que los carros de
combate rusos eran muy superiores a los que Alemania e Italia entregaron a
Franco.
Pero ¿y si cada carro de
combate ruso capturado era recompensado con 500 pesetas?
Al final había más carros de
combate rusos en las filas nacionales que en las republicanas.
España dividida en dos: la
nacional y la republicana, la fascista y la roja, la agraria tradicional y
conservadora y la urbana industrial y revolucionaria, las lentejas y el acero,
así que si unos tenían que buscar el acero que no tenían los otros tenían que
buscar las lentejas que necesitaban, con todas las sangrientas consecuencias.
¡Pobres los republicanos que
quedaron en territorio nacional y pobres nacionales que quedaron en territorio
republicano¡
Por si no fuera bastante, las
milicias arrebataron al gobierno legítimo la dirección de las operaciones.
Pero, un novato, sin
experiencia aunque con mucho entusiasmo, con más voluntad y buena intención que
efectividad ¿qué y cómo puede organizar adecuadamente a unas tropas?
Además, estaba la Iglesia.
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