El Criticismo comparte con el Dogmatismo la confianza en la
razón humana. El Criticismo está convencido de que SÍ es posible el
conocimiento, de que hay una verdad, pero, al revés que el Dogmatismo no lo
acepta ingenua y despreocupadamente.
El Dogmatismo no sólo no reconoce límites a la razón humana,
no sólo afirma que “puede”, afirma que “lo puede totalmente”
El Criticismo, entonces, se acerca al Escepticismo y afirma
que “no lo puede todo”, desconfía de esa “capacidad total” de conocerlo todo y
bien.
En cualquier momento el Criticismo se pregunta por los
motivos y pide cuentas a la razón, nunca concediéndole un cheque en blanco.
El Criticismo ni es dogmático ni es escéptico sino
“reflexivo” y, naturalmente, “crítico”
Es un término medio entre la temeridad dogmática y la
desesperación escéptica.
En cualquier momento de la historia en que aparezcan reflexiones epistemológicas hay, al menos, brotes de Criticismo.
Platón, Aristóteles, los estoicos, los racionalista, los empiristas,…aunque
el verdadero fundador fue Kant, cuya filosofía se denomina, precisamente,
Criticismo o Filosofía Crítica.
Y Kant llegó al Criticismo tras haber pasado por el
Dogmatismo y por el Escepticismo, posiciones –según él- exclusivistas.
El Dogmatismo “confía plenamente”, el Escepticismo
“plenamente desconfía”
El Criticismo será el “método” de filosofar que consiste en
investigar las fuentes de las propias afirmaciones y objeciones, así como las
razones en que las mismas descansan.
Método que da “la esperanza de llegar a la certeza”
Histórica y psicológicamente el primer paso en el
conocimiento, siempre, es el Dogmatismo. El segundo es el Escepticismo. El
tercero es/tiene que ser el Criticismo, el del juicio reflexivo, maduro.
Aunque habría que distinguir al “Criticismo como método” del
“Criticismo como sistema”
En Kant “Criticismo” significa ambas cosas pero, una
objeción (la de Hegel): “si la investigación del conocimiento no puede tener
lugar de otro modo que conociendo” esto quiere decir que no se investiga la
posibilidad del conocimiento, sino que se da por supuesto que “es posible”,
porque ya existe, al conocer.
Porque querer conocer antes de conocer parece algo absurdo.
Sería como “aprender a nadar antes de aventurarse en el
agua”.
La Teoría del Conocimiento da por supuesto, pues, el
conocimiento.
Partiendo, pues, de esta posición, de que “es posible” lo
que hace es entrar en la investigación de por qué lo es, cómo lo es, hasta
dónde lo es. Esto es, haciendo un examen crítico de las bases del conocimiento
humano.
Recordemos las tres preguntas de la Crítica de la Razón Pura,
una vez supuesta la existencia de las ciencias, desconocimiento científico:
1.- ¿CÓMO son posibles los juicios sintéticos a priori en la
Matemática? Que tienen que ser posibles, puesto que existen. Son los juicios científicos.
2.- ¿CÓMO son posibles los juicios sintéticos a priori en la
Física? Que tienen que ser posibles, puesto que existen, son los juicios
científicos
3.- ¿SON posibles los
juicios sintéticos a priori en la Metafísica? Respuesta: NO.
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