UN COLLAGE.
El retrato que los evangelistas nos van
presentando de Jesús es eso, un “collage”, compuesto de imágenes sacadas de los
textos judíos.
Van a la búsqueda y captura de antecedentes y
anuncio que ven en ellos de un Mesías que va a llegar, allí están los evangelistas
diciendo que eso ya se ha cumplido y ha llegado en la persona de Jesús.
¿Que las figuras más relevantes del Antiguo
Testamento (Moisés, Elías,…) han hecho algo extraordinario?, también Jesús. Eso
y más.
¿Que Moisés domina las aguas (Éxodo), y Josué
(Josué), y Elías (II Reyes)…? también Jesús. Eso y más. Calma la tempestad y
desafía la ley de la gravedad, caminando sobre las aguas.
¿Que Elías sube a los cielos, arrebatado por
un carro de fuego?, Jesús más “asciende” por sí mismo a los cielos y está a la
derecha del Padre.
¿Que Elías resucita al hijo de la viuda de
Zarepta (I Reyes, 17, 17 y ss.)?, Jesús también resucita al hijo, además único,
de una mujer viuda, de Naín (Lucas 7, 12).
¿Que Eliseo con 20 panes de cebada da de comer
a 100 hombres y “dejaron parte de ellos”?, Jesús dará de comer a 4.000 hombres
con unos cuantos peces pequeños y con 7 panes, y “sobraron 7 cestas de comida”
(Mateo 15, 34) y Marcos (8, 1-8)
Y Juan lo magnifica más todavía, a más de
5.000 hombres y sólo con 2 peces.
De tal manera son Moisés y Elías las figuras
paradigmáticas del Antiguo Testamento, que en la Transfiguración se
les aparecen ambos, hablándole, y Pedro dirá: “Señor construyamos aquí tres
tabernáculos, uno para…..”
Es tal la obsesión que tienen con esas figuras
bíblicas que, hasta cuando está en la cruz y, al expirar, se hace esa rara
pregunta: ¿“Eli, Eli,….? Y que, hasta los romanos, lo interpretan como Elías
(“a Elías llama…”)
¿Qué podría saber un romano de Elías?
Es increíble, además, lo rápido que ha ido
todo.
Jesús ve a dos personas, les pregunta qué
buscan y ellos le responden preguntando: “¿dónde moras?” y, al momento,
proclaman: “hemos visto al Mesías, al Cristo, al Hijo de Dios vivo”.
Y Jesús, al momento, sin apenas conocerlo:
“Simón, tu eres/serás Pedro y sobre ti (piedra) edificaré mi Iglesia”.
Además, de un Evangelio a otro, hay un baile
de nombres. Pero tendrá que haber 12 Apóstoles (¿por lo de las 12 tribus de
Israel?).
Otra pregunta que me he hecho muchas veces:
¿“Era necesario el “beso” de Judas para identificar a Jesús y que fuera
detenido?
Bastaría con haberle preguntado al grupo quién
de ellos era Jesús y Jesús se habría identificado.
Cuando el “beso” siempre ha sido un signo de
amor, como quien lo da es el malo de la película, el beso es, ya, un signo de
traición.
¿No podría haber sido detenido,
juzgado,….sin….?
Pero Judas era igual de judío que todos ellos,
pero a lo largo de la historia ya decir “Judas” era decir “judío”, por lo tanto
traidor y la etnofobia está servida, como cuando yo de pequeño tocaba la
carraca para aturdir a los judíos, asesinos de Jesús.
Y Jesús, de tanto añadirle cualidades
excepcionales y ser un resumen de todas las figuras bíblicas, va dejando de ser
“Jesús” y va convirtiéndose en “Cristo”, el Mesías, el Esperado, el Ungido,….
Todo lo anterior sólo ha sido la preparación y
el anuncio de lo que llegaría, pero que ya ha llegado.
Situación que nunca he comprendido.
Teniendo en cuenta la disciplina de los soldados
romanos ¿puede uno imaginarse que, con un detenido, practicaran una especie de
carnaval, en el que al preso le ponen un cetro de rey en la mano, una túnica
real y una corona de espinas(¿) y jueguen con el en una pura diversión?
¿O algo tan contradictorio como perdonar y
mostrarse tan indulgente con la mujer pillada en adulterio, con la samaritana
que convivía con quien no era su marido, con María Magdalena,… y sin embargo no
aprueba un nuevo casamiento entre dos divorciados?.
¿O cómo interpretar el texto de Mateo 19, 12:
“porque hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que
fueron hechos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismo se han hecho tales
por amor al reino de los cielos. El que pueda entender que entienda”?
Porque un “eunuco” no es un simple célibe o
virgen, de curas y monjas, con el voto de castidad, sino un “castrado”.
“eunuco” proviene de dos voces griegas:
“euné”, que es “cama” y “ekheim”, que significa “cuidar”, “vigilar”.
Los eunucos eran los esclavos castrados que se
encargaban de vigilar los harenes de los señores.
¿Hay que hacerse “eunuco” por amor al reino de
los cielos?
O ¿Cómo se conjuga algo tan puramente judío y
conservador como: “el primer mandamiento es amar a Dios con todo tu corazón… y
el segundo (referido a las personas) es “amarás al prójimo como a ti mismo” con
algo tan revolucionario como (Lucas 12, 51): “¿pensáis que he venido a traer la
paz a la tierra?. Os digo que no, sino la discordia. Porque, en adelante,
estarán en una casa cinco divididos, tres contra dos y dos contra tres. Se
dividirán el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, y la madre contra
la hija y la hija….”?
O, teniendo en cuenta que el pueblo judío
había andado errante por el desierto, para ellos el aseo, la limpieza, la
higiene,… sobre todo lavarse las manos era algo tan fundamental que era una
práctica diaria ¿por qué sus discípulos comen con las manos sucias (un reproche
de los fariseos)?.
El evangelista lo toma como una metáfora y
dice que se refiere a la limpieza interior y no a la exterior. Pero es evidente
que el texto dice de fregar platos, ollas, cucharas,…
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