lunes, 22 de febrero de 2016

LA MUJER EN LA HISTORIA (3), MUJERES FANÁTICAS

.- FANÁTICAS

El lado propagandístico del papel de la mujer en la sociedad nazi lo van a ejercer, como hemos visto, las esposas y familiares de los jerarcas, empezando por Hitler y acabando por cualquier oficial SS anhelante de esa familia modelo custodiada por la mujer-madre.

Como ocurre en muchos órdenes de la vida, toda posición ideológica tendrá sus extremos y el nazismo no fue ajeno a ello.

Hablar del extremo del nazismo puede resultar chocante, pero las Eva Braun, Magda Goebbels o las Emma Göring eran las caras públicas, bonitas y civilizadas del régimen.

En otro estadio social estaban las clases medias y bajas, convencidas de mejorar su estatus con la llegada al poder de Hitler y fanáticamente contrarias a izquierdistas y judíos, fervientes nacionalistas.
Algunas de las mujeres pertenecientes a este segmento van a engrosar las filas de las SS –aquí sí aceptadas…- para realizar el trabajo más sucio posible: el del exterminio de sus semejantes.

Se calcula que más de 3.000 mujeres fueron guardianas de los campos de Auschwitz, Majdanek y principalmente Ravensbrück, campo reservado en su mayoría a las mujeres.

Muchas de estas guardianas desempeñarán su labor con crueldad, sadismo e inquina, rivalizando con sus homólogos masculinos.
A diferencia de estos, las guardianas eran en su mayor parte nacionalsocialistas voluntarias reclutadas mediante anuncios en la prensa.

La enseñanza para desempeñar tal labor duraba un mes aproximadamente, en cuatro bloques: 1.- Instrucción física, 2.- Ideario nacionalsocialista y denigración de la historia de Weimar, 3.- Tratamiento y castigo a prisioneros (lindando el sadismo en ocasiones) y 4.- Técnicas para prevenir sabotajes y boicots de producción.

Con la derrota alemana muchas fueron capturadas y juzgadas por los Aliados, pero un porcentaje más alto consiguió huir y esconder su pasado.




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