Pues que se modifique la Constitución.
¡Como si la Constitución fuese Las Tablas de la Ley y el
pueblo español fuese Moisés y el Parlamento y el Referéndum el Monte Sinaí y
como Dios es eterno y su palabra también, la Constitución fuese, también,
eterna, inmodificable¡
Si es justo y la Constitución no lo recoge, que se cambie la
Constitución.
Nuestra Carta Magna fue el resultado de un acuerdo de
nuestros representantes, ratificado, después, por el pueblo en referéndum, en 1.978,
tras la muerte del Dictador y, en esos momentos, y en esas circunstancias,
seguramente que fue lo mejor que se pudo hacer, pero no que, por necesidad,
tenga que seguir siendo la misma, cuando todo ha cambiado tanto desde entonces.
Y si la Monarquía Democrática, entonces, fue considerada lo
mejor, o lo menos malo, de nuestro sistema político, quizá hoy, con la
democracia ya asentada (no recién estrenada), tras las debilidades mostradas
por la Monarquía, quizá fuese el momento de dialogar sobre la Monarquía y la
República.
Y que la Ley Sálica, de 1.813, siga vigente, cerrándoles el
paso a las mujeres, en detrimento del varón, residuos de un androcentrismo
trasnochado, como si la capacidad de gobernar viniese inscrita en los genes,
cuando uno de los fundamentos de nuestra democracia es la igualdad de todas las
personas, sean varones o mujeres,…..
Y que el establecimiento y funcionamiento de las Autonomías,
sus Estatutos, su financiación, sus políticas lingüísticas,….. Que quizá
entonces ,,,,, pero que ahora,… ¿Son necesarios 17 Parlamentitos, además del
Parlamento Nacional?.
¿Y qué decir del Senado, inútil y caro, cementerio de
políticos de desguace, intentando completar el período para retirarse con una
jubilación que….?
¿Y las Diputaciones, Federaciones, Mancomunidades,….y
cantidad de Instituciones intermedias e intermediarias entre los ciudadanos y
el poder, en los tiempos de escasez en que nos encontramos anegados y en la
edad de la tecnología y la comunicación instantánea…..?
¿Y si el sistema electoral, regido por una ley que beneficia
a los dos partidos mayoritarios, y con sus listas cerradas, en las que no es el
mérito y la capacidad sino la docilidad y la obediencia las que priman el
puesto en las mismas, y que, so capa de libertad de elegir papeleta, no hay
libertad para elegir a las personas….?
¿Y si las subvenciones a Partidos Políticos, Sindicatos,
Iglesia….. con múltiples y variadas prebendas y privilegios,…..?
¿Y si….. (no sé cuantas cosas más)….?
¿No es llegada la hora de revisar la Constitución y de
modificarla en aquellos artículos que….?
Del hecho de que algo “sea o no sea constitucional” no
implica que “tenga que seguir siéndolo”,
“per saecula saeculorum”
Cuando el pie crece hay que cambiar de número y eso atañe a
la horma del zapato. Eso es lo normal ¿no?,
¿Que hay que cambiar la Constitución?. Pues se cambia.
¿Algún problema?. ¿Es que, acaso es de origen divino, revelada por Dios?.
La Constitución es necesaria. Toda democracia debe estar
dotada de una Constitución, que sea coto vedado de ciertos Derechos de los
ciudadanos, inmunes a las posibles veleidades e intromisiones de los poderes
políticos.
Pero ¿desde cuando lo Legal es un límite a lo Moral?.
Si lo que se necesita es suprimir ciertas normas, que están,
e introducir otras, que no están, y la Constitución, como la sociedad que se
dota de ella, debe ser una norma viva y no momificada, anquilosada, disecada,….
Pero hoy, basta que se diga “eso es anticonstitucional” para
que el debate cese, se desinfle, se dé por cerrada la discusión, y si, además,
lo ratifica el Tribunal Constitucional… pues ¡apaga y vámonos¡
Como si la Constitución no tuviera sangre, vida, cambio,
movimiento,….
Como si la Constitución fuera un recetario de “esto sí”,
“esto no”, “aquello tampoco”….
La Carta Magna es como el muro ante el que se estrellan y no
valen los argumentos justificadores, es la horma a la que deben adaptarse todos
los pies, aunque los pies y la sociedad hayan cambiado.
¿Valor sacrosanto de la Constitución?. Ninguno. Fue el fruto
de un momento y de la correlación de fuerzas en ese momento.
Es como si lo que está o no está en la Constitución no
pudiera y no debiera estar en la vida.
Cuando como educador, y enseñante, he oído tantas veces, que
la Educación Cívica y Política de los alumnos debe reducirse a conocer la
Constitución, me recordaba a los curas enseñando la Biblia, palabra de Dios,
que no pasa,….
Lo Moral y lo Legal.
La ley escrita debe prevalecer sobre leyes no escritas, pero
si, llegado un momento, aquella se queda corta o larga, habrá que alargarla o
cortarla. ¿Algún problema en ello?.
¿No la hicieron los hombres?. ¿Por qué no pueden, pues,
modificarla los hombres?
La Constitución ni agota ni puede agotar la Democracia.
¿Por qué va a ser una norma, humana, dada de una vez y para
siempre la misma?.
El ideal de la democracia va aquilatándose con el tiempo,
¿por qué no la Constitución?.
Una de las últimas decisiones del Tribunal Constitucional ha
sido la consideración de “matrimonio” a la unión de personas del mismo sexo, interpretando
el espíritu de la Constitución, como algo vivo.
Igual que la democracia crece en calidad, igualmente debe
hacerlo la Constitución.
¿No establece la Constitución la “igualdad” de todos los
españoles? ¿Por qué, pues, ciertas medidas fiscales ventajosas (los Conciertos)
en ciertas Comunidades Autónomas?. ¿Por qué la no igualdad en política
educativa y lingüística, recogidas en ciertos Estatutos, que, a pesar de
proclamar el bilingüismo, obligan a la “inmersión (Unamuno diría “ahogo”,
“asfixia”) lingüística?.
La desigualdad, pues, está servida y la justicia democrática
negada.
Somos iguales o desiguales según la Comunidad Autónoma en
que uno “caiga”.
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