martes, 19 de noviembre de 2019

EUROPA: CIVILIZACIÓN MUSULMANA: LA EDAD DE ORO DEL ISLAM (13-2)



LA EDUCACIÓN SUPERIOR Y LAS INSTITUCIONES CIENTÍFICAS.

Un significativo número de instituciones previamente desconocidas en el mundo antiguo tuvo su origen en el mundo medieval islámico, siendo los más notables ejemplos:
1.- El hospital público (que reemplazó a los templos de curación).
2.- La biblioteca pública.
3.- La universidad para graduados y
4.- El observatorio astronómico como instituto de investigación (más que simplemente como un lugar).

Las primeras universidades que entregaron diplomas fueron las Bimaristan (palabra proveniente de la lengua persa) que eran hospitales médicos universitarios del mundo medieval islámico, donde se entregaban diplomaturas de medicina a estudiantes de medicina islámica que estaban cualificados para ejercer como doctores en medicina a partir del siglo IX.

“En tiempos de Al Mamún, las escuelas de medicina fueron extremadamente activas en Bagdad.
El primer hospital público gratuito fue abierto en Bagdad durante el califato de Harum Al-Rashid.

Al desarrollarse este sistema, médicos y cirujanos fueron requeridos para impartir lecciones en la escuela de médicos, y entregaban diplomas a aquellos a los que consideraban cualificados para practicar la medicina.

El primer hospital en Egipto fue abierto en 872 (¡qué barbaridad¡), y a partir de entonces saltaron a todo lo largo y ancho del Imperio, desde Al-Ándalus (España)) hasta Persia (Irán).”

El Libro Guiness de los récords reconoce a la Universidad de Al Karaouine, en Fez (Marrueco), fundada en el año 859, como la universidad más antigua del mundo.
La Universidad de Al-Azhar, fundada en El Cairo (Egipto) ofrecía una amplia variedad de graduaciones académicas, incluyendo estudios de post-grado, y se considera frecuentemente como la primera universidad completa.

No sé cuánto de exageración pueda haber (debe ser mucha) en esta estadística pues, según dice, en el siglo X, la ciudad de Córdoba tenía 700 mezquitas, 60.000 palacios y 70 bibliotecas, la mayor de las cuales llegó a tener 600.000 libros.

Por entonces, se publicaban anualmente en Al-Ándalus al menos 60.000 tratados, poemas, polémicas y compilaciones. (Córdoba, en el año 935, tenía 250.000 habitantes, llegando a 500.000 el año 1.000, aunque algunos cifran la población en 1.000.000).

La biblioteca de El Cairo tenía medio millón de libros, mientras se dice que la de Trípoli tenía al menos tres millones de libros antes de ser destruida por los cruzados.

El número de trabajos importantes y originales sobre ciencias que ha sobrevivido es mucho mayor que el total combinado de todos los trabajos clásicos griegos y romanos sobre esta materia, que en su tiempo fueron mucho mayores en número, y con los cuales los trabajos árabes tienen una enorme deuda de gratitud.
A pesar de ello, sólo una pequeña fracción de los trabajos árabes supervivientes ha sido estudiada, y de ésta, sólo unos cuantos han sido publicados.

Ciertas propiedades de las modernas bibliotecas fueron introducidas en el mundo islámico, donde las bibliotecas no sólo servían como colección de manuscritos, como era el caso en las antiguas bibliotecas, sino también como bibliotecas públicas y de préstamos; un centro para la instrucción y la difusión de las ciencias y las ideas, un lugar para el encuentro y la discusión y, en algunos casos, un alojamiento para los estudiantes, como un colegio mayor para alumnos.

El concepto de «catálogo» dentro de las bibliotecas también fue introducido en las bibliotecas islámicas medievales, donde los libros se organizaban en géneros y categorías.

Otra característica común durante la Edad de Oro del Islam fue la gran cantidad de sabios musulmanes, o genios universales; eruditos que contribuyeron a muchos campos distintos del conocimiento.
Los sabios musulmanes hacían gala de una gran amplitud de conocimientos en muchos campos diferentes, tanto religioso como secular, comparables a posteriores hombres del renacimiento como Leonardo da Vinci.

Los sabios académicos fueron muy comunes durante la Edad de Oro del Islam, y era raro encontrar a un académico especializado en un solo campo del conocimiento.

Eruditos como al-Kindi, al-Razi (Rhases), Avicena, al-Idrisi, , Ibn Tufail, Averroes, y cientos de otros académicos no fueron una excepción, sino la norma general en la civilización musulmana.

La civilización musulmana del periodo clásico fue destacable por el elevado número de eruditos polifacéticos que produjo.
Es una muestra de la homogeneidad de la filosofía islámica sobre la ciencia, y su énfasis sobre la síntesis, las investigaciones interdisciplinares y la multiplicidad de métodos.

Otros eruditos musulmanes fueron:

.-Jabir ibn Hayyan (más conocido, por su nombre en forma latinizada, como Geber, el padre de la Química y creador de varios instrumentos de laboratorio, así como descubridor de los ácidos clorhídrico, nítrico y sulfúrico).

-Al-Jwarizmi (conocido como al-Juarismi, matemático, astrónomo y geógrafo persa musulmán chií, padre del Álgebra, y al que debemos términos como “Álgebra”, “guarismo”, “algoritmo”.
Él fue el introductor de nuestro sistema de numeración y se educó y trabajó, nada menos que en la Casa de la Sabiduría, en Bagdad).

.-Los 3 hermanos Banu Musa (Mamad (matemático, filósofo y astrónomo), Ahmad (físico y matemático) y al-Hasan (geómetra).
Creadores de ingenios mecánicos y artilugios varios, que se aplicaban, por ejemplo, a las fuentes que, de esa manera, echaban chorros de agua de múltiples y variadas formas.

Construyeron hasta 100 artilugios mecánicos.
Entre ellos, una máscara de gas, para los trabajadores de los nauseabundos pozos, flautas, órganos automáticos, máquinas para drenar los lechos de los ríos, lámparas que se autorregulaban,…

.- Al-Farabi, filósofo chií, asiático. Nació en Turquestán, estudió en Bagdad y murió en Damasco (año 950).
Estudió todas las ciencias y las artes de su tiempo, por lo que Averroes lo llamó: “segundo maestro”, por referencia a Aristóteles (“primer maestro”).
Estudió y divulgó la filosofía de Aristóteles, así como comentó La República y Las Leyes, de Platón.
Estuvo en contacto con los filósofos cristianos nestorianos, que tuvieron que dispersarse por el oriente, sobre todo cuando Justiniano cerró La Escuela de Atenas (529).

Sobresalió, también, por su elocuencia, como músico y como poeta. Moriría asesinado por dos ladrones, cuando iba de camino, tras negarse a incorporarse a la corte del Sultán de Siria.

.-Alhacén. También llamado Al-Basari (por haber nacido en Basora).
 Fue uno de los físicos más importantes de la Edad Media, también matemático y astrónomo.
Creador del método científico.
Se le considera el “padre de la Óptica” (experimentos con lentes, espejos, reflexión y refracción).
Estudió el origen del arco iris y afirmó la finitud del grosor de la atmósfera terrestre.
Construyó “la cámara oscura”.

.-Al-Gazali, (Algacel), por haber nacido en Gazala (Irán).
Uno de los mejores teólogos del Islam. También filósofo y místico. Profesor de Teología y, posteriormente, convertido en un asceta errante o derviche, muy cercano a los sufíes.
Es el equivalente musulmán al San Agustín cristiano.
Incluso escribió unas Confesiones (biografía).
Fue un “filósofo antifilósofo”.
Apostó por la mística y contra la razón como medio de acercamiento a Dios.

.- (Y muchos otros más).

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