FLAVIO JOSEFO.
El Creyente Cristiano suele
decir lo siguiente:
- ¡Claro que hay pruebas de
la existencia de Jesús!... ¡Hay miles!... por ejemplo el Historiador Judío
Flavio Josefo que nombró en sus obras a Jesús. ¿Qué otra prueba quieres?
Lo curioso de esto es que
aunque muchos aluden a Josefo, casi nunca han leído exactamente dónde nombra a
Jesús y todo lo relacionado con esta polémica cita.
Leamos la cita textual tomada
del libro Antigüedades judías (Antiquitates Iudaicae) escrito hacia el año 93
d. C. específicamente el libro 18, capítulo 3,3, Este es el denominado
tradicionalmente «Testimonio flaviano».
"Por este tiempo
apareció Jesús, un hombre sabio (((si es que es correcto llamarlo hombre,
ya que fue un hacedor de milagros impactantes, un maestro para los hombres que
reciben la verdad con gozo))), y atrajo hacia él a muchos judíos (((y
a muchos gentiles además. Era el Cristo (el Mesías))). Y cuando
Pilatos, frente a la denuncia de aquellos que son los principales entre
nosotros, lo había condenado a la
Cruz , aquellos que lo habían amado primero no le abandonaron (((ya
que se les apareció vivo nuevamente al tercer día, habiendo predicho esto y
otras tantas maravillas sobre Él los santos profetas))) La tribu de
los cristianos, llamados así por Él, no ha cesado de crecer hasta este
día".
Desde el punto de vista
Cristiano Creyente parece fácil: un historiador escribió que existió un hombre
llamado Jesús que hizo milagros y que era el Mesías, y que además fue
crucificado. ¿Qué mejor evidencia?
¿O no?
Como es de esperarse existen
numerosas opiniones en contra de este párrafo. La autenticidad del fragmento ha
sido cuestionada filológicamente e historiográficamente. Aunque no faltan
quienes defienden la autenticidad de este texto, la mayoría de los
historiadores y filólogos no consideran que sea auténtico, al estar plagado de
INTERPOLACIONES cristianas.
El texto auténtico de Flavio
Josefo sería el anteriormente expuesto, si prescindimos de los párrafos entre
paréntesis, en negrita, subrayados y bastardilla.
Hay muchas razones para
suponer esto.
1.- Es muy difícil que para
la época cuando Josefo escribió (supuestamente) este párrafo hubiese utilizado
palabras de alabanza hacia un judío y menos aun proclamándolo como el Mesías;
esto hubiese enojado mucho a las autoridades romanas de la época.
(De hecho, Orígenes y
los primeros escritores teológicos ignoraron y nunca mencionaron el pasaje
anteriormente citado).
2.- Es verdaderamente
asombroso que un historiador como lo era Josefo, que describía con el más
mínimo detalle los juicios de algunos judíos de la época, solo dedicase a un
personaje tan extraordinario, como lo sería Jesús, solo unas pocas líneas, sin
mencionar absolutamente nada de sus milagros y portentos.
Hay que aclarar que existen
varias versiones de dicho párrafo:
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