El 4º Evangelio, el de Juan,
es totalmente distinto. Es de corte “gnóstico”.
Pero no conocemos las
versiones originales de los evangelios, ni siquiera los autores de los mismos.
El de Mateo lo conocemos en
griego pero debió de ser escrito en arameo.
“Evangelio” significa “buena
nueva”, “buena noticia”, la “gran noticia”: que el Mesías esperado había
llegado ya.
Los evangelios Apócrifos
vienen a subsanar las lagunas de los evangelios oficiales, contando hasta los
detalles más pequeños, sobre todo de la infancia y de la juventud de Jesús,
(que algunos serían verdad y otros inventados porque era lo que la gente quería
oír) totalmente ausentes en los canónicos, más teológicos.
Ni siquiera el Padrenuestro
ni las Bienaventuranzas aparecen igual en los evangelios. Entre ellos aparecen
contradicciones y discrepancias.
¿Cuándo fueron escritos? No
hay acuerdo entre los especialistas, pero hay un consenso, entre los años 60 y
90 d.C.
El más antiguo es el de
MARCOS, entre los años 60 y 70, está centrado en la pasión de Jesús y en el
tema del sufrimiento, seguramente porque esté escrito poco después de que
Nerón, en el año 64, acusara a los cristianos de haber incendiado Roma y tras
el martirio de Pedro y Pablo. Su finalidad es preparar a los entonces
cristianos perseguidos, para la segunda venida gloriosa del Mesías.
Se dijo que Marcos había sido
el intérprete y secretario de Pedro, pero se ha descartado esa hipótesis porque
no conoce bien Palestina y los alrededores de Jerusalén, algo insólito si
hubiera convivido con Pedro.
Pudo ser un cristiano
anónimo, de origen pagano y que hubiera vivido en Roma o Alejandría.
¿Existió un evangelio de
Marcos, secreto, en clave homosexual o erótica, luego censurado (Lázaro
resucitado acostándose con Jesús) antes que el Marcos canónico?
Incluso llegaría a haber tres
versiones del evangelio de Marcos: el secreto, el canónico y el erótico.
LUCAS debió ser médico, pues
se muestra competente con los temas de la salud y debió ser muy sensible pues
es el que resalta los rasgos más humanos de Jesús. No derivaba directamente de
los apóstoles, judíos, preocupados por conciliar el judaísmo antiguo con la
nueva doctrina. Incluso se dudaba si obligar o no a circuncidarse a los paganos
que querían entrar a formar parte de la nueva secta.
Jesús, para Lucas, no es
presentado como un judío preocupado por revisar el judaísmo, sino como un
personaje nuevo.
Temas ausentes en los otros
evangelios, como su libertad con las mujeres, la prostituta que le lava y unge
los pies con un frasco de alabastro, y cómo la defiende.
Cuenta que había mujeres en
la comitiva de Jesús, y que lo seguían, entre ellas cita a la Magdalena , de la que
había echado de su cuerpo siete demonios. O la parábola del samaritano. O la
necesidad de despojarse de las riquezas y de lo superfluo para seguir a Jesús.
Tanto Lucas como Mateos se
sirvieron, para escribir sus evangelios, de la llamada Fuente Q o Evangelio Q
(una especie de colección de más de doscientas frases atribuidas a Jesús) y que
debió desaparecer tras la escritura de estos dos evangelios.
“Q” de “Quelle” = “fuente”,
en alemán, comenzó a escribirse en arameo y se acabó escribiendo en griego, en
que están los de Lucas y Mateos.
El de MATEOS, el recaudador
de impuestos, (¿fue apóstol?) escrito en el año 80, después del de Marcos y que
bebe tanto en éste como en la
Fuente Q. Dirigido a un público de ambiente
judeocristiano, porque empezaban a disminuir, al tiempo que aumentaba la venida
de paganos.
La nueva doctrina, para él,
es el perfeccionamiento de la ley de Moisés y de los profetas, resumida en los
dos mandamientos fundamentales: el amor a Dios y el amor al prójimo.
Relación entre los tres
evangelios sinópticos: Hay muchos pasajes comunes entre sí y otros propios de
cada evangelio.
El Evangelio de JUAN, es el
último, en los años 90, falsamente atribuido al “discípulo amado” (aunque Cesar
Vidal afirma que sí), el único de los 12 que se sabe que no estuviera casado,
que no se sabe quién es el autor y que es distinto a los sinópticos. “En el
principio era la Palabra ”.
También se lo llama el “evangelio espiritual” y es el menos histórico de todos.
Influencias de la secta de los gnósticos.
Pudo ser escrito por el mismo
que escribió el Apocalipsis.
En todos ellos hay un
substrato de la tradición oral, que iría pasando de padres a hijos, antes de
ser puesta por escrito.
Pero es imposible verificar
los hechos y dichos atribuidos a Jesús.
Ya hemos dicho que ni son
biografías ni textos históricos, sino textos literarios que reflejan la fe de
los primeros cristianos.
Igualmente nada de histórico
tienen los otros textos del Nuevo Testamento, cuya función es reflejar la fe
misionera de los primeros discípulos y las polémicas que empezaban a surgir
entre las primeras comunidades cristianas al tener que presentar su nueva fe a
los nuevos pueblos fuera de Israel y del judaísmo.
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