II. FUENTES JUDÍAS.
A. Filo
A. Filo
Filo de Alejandría (año 25 a . C. al 47 d. C.).
Es un excelente testigo de
los eventos sucedidos en Judea y de la diáspora Judía en la primera mitad del
Siglo I.
Aunque estaba ya mayor cuando
dirigió una embajada de los judíos a la corte del emperador Gayo Calígula.
Era el año 39-40 d. C.
Sin lugar a duda, Filo vivió
precisamente durante el tiempo en que "Jesús de Nazaret"
supuestamente llegó al mundo, supuestamente subyugó a las multitudes haciendo
milagros y, supuestamente, murió crucificado.
Filo estaba también en
el lugar correcto para dar testimonio de lo que sucedía.
Como aristócrata y líder
judío de la considerable comunidad judía de Alejandría, sabemos que Filo
permaneció cierto tiempo en Jerusalén, donde tenía muy cercanas relaciones con
la casa real de Judea a través de su hermano, Alejandro, director oficial
de impuestos y que era uno de los hombres más ricos de oriente, encargado de
cobrar los impuestos sobre importaciones hacia el Egipto romano
Como lo haría Josefo,
cincuenta años más tarde, Filo redactó extensas apologías sobre
la religión judía y comentarios sobre política contemporánea.
Cerca de 30 manuscritos, conteniendo comentarios sobre los principales
personajes del Pentateuco, y como podríamos esperarlo, menciona a Moisés más de
mil veces.
No obstante, Filo no dice
ni una sola palabra acerca de Jesús, del cristianismo, ni de ninguno
de los eventos descritos en el Nuevo Testamento.
En todo este trabajo,
Filo no hace ni una sola referencia respecto de su supuesto
contemporáneo "Jesucristo", el hombre-dios que deambulaba a pie por
el Levante, exorcizando demonios, resucitando muertos, y causando oscuridad y
terremoto en el momento de su muerte.
Con las cercanas conexiones
de Filo con la casa de Herodes, habría sido razonable esperar que el milagroso
escape de un grupo de apóstoles de una cárcel real (Hechos de los Apóstoles 5,
18-40), o la segunda escapada de Pedro, con la ayuda de ángeles, aunque
supuestamente encadenado en medio de centinelas y custodiado por cuatro
pelotones de soldados (Hechos de los Apóstoles 12. 2-7).
Estos dos grandes fenómenos
debieran haber ocasionado algún comentario.
Pues nada, ni la más mínima
referencia.
Ni cuando (Hechos de los
Apóstoles 12 1-2: “En ese tiempo el rey Herodes hizo arrestar a algunos de la
iglesia con el fin de maltratarlos. A Jacobo, hermano de Juan, lo mandó matar a
espada. Al ver que esto agradaba a los judíos, procedió a prender también a
Pedro. Esto sucedió durante la fiesta de los Panes”
Todo parece muy extraño, si
es verdad que todo esto ocurrió y Filo nada dice de ello.
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