Solemos decir los filósofos
(que no es un pecado serlo y no es un insulto el que te lo digan) que no es
igual “querer” que “desear”.
Cuando un alumno se me
acercaba y me decía:”profesor yo “quiero” aprobar la Filosofía ”, solía
responderle: “tú sólo “deseas” aprobar la Filosofía ”. Si “quisieras” aprobar deberías
también “querer” todo lo que conlleva aprobar, tener callos en los codos y en el
culo, tener quemadas las pestañas, tener un moreno de flexo, sacrificar fines
de semana…..
“Querer” a una mujer (o a un
varón) es mucho más que desearla (lo). “Quererla” es hacerte cargo de ella no
sólo en todo lo que ella es, también en todo lo que ella hace, en todo lo que
ella tiene, en todo lo que ella necesita.
Ortega y Gasset decía aquello
de “yo soy yo y mi circunstancia”, pero lo que no todos saben es que continúa
“y si no la salvo a ella (a la circunstancia) no me salvo yo”. La circunstancia
es el segundo sumando de la suma total que yo soy.
“Querer” a una persona es
“querer” también su circunstancia. Y la circunstancia son las cosas, las ideas,
las personas (las suegras son las madres de nuestras esposas), los ideales, los
proyectos, los sacrificios, la presión, el sinvivir,….y esto, a veces, pesa.
En cada etapa de la vida hay
deseos, deseos distintos. El niño, el joven, el viejo…todos deseamos y deseamos
cosas distintas.
“Querer” es otra cosa.
Creo que era Unamuno quien,
en una de sus novelas ponía en boca de uno de sus personajes, dirigiéndose a
otro: “Si, de verdad, me quieres, quiéreme como soy, no como tú quieres que
sea”. Si me quieres como tú quieres que sea
estás queriéndote a ti mismo, porque estás amando una idea tuya que no
es reflejo de lo que yo soy. No me falsees, estarás amando mi falsedad, no a
mí.
Quiéreme como soy, como un
todo, a mi yo y a mi circunstancia, ¿te atreves?. ¿me quieres o sólo me
deseabas?.
Querer a alguien es cargar
con todo a cuestas. ¿Tú amas, de verdad, a Dios o sólo deseas que te sea
propicio?.
Obras son amores. El amor es
el amar, es el querer, es el obrar. Obras son amores.
Cuando una persona le
pregunta a la otra ¿tú me amas?, malo. O es que tú no ves o es que no hay nada
que ver, porque no te ama.
El amor, si no lo ves, malo.
Porque amar al otro es obrar,
es hacer cosas por el otro.
“Dime que me quieres”. Malo.
¿Necesitas oírlo?. Peor.
¿No lo ves?. Peor todavía.
Obras son amores.
¿No hay obras que ver?. No
hay amor.
¿Qué cosas haces, que incluso
no te gustan, o qué cosas no haces y que te gustaría hacer, por la otra
persona?. ¿Ninguna?. Entonces no hay “amor”, sólo “deseo”.
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