LA ÚLTIMA CLASE
Y hoy quisiera ser
un SÓCRATES, aunque mi padre sea
agricultor y no escultor y mi madre “sus
labores” (que son muchas) y no comadrona, para que deis a luz la verdad que
todos lleváis dentro y poder ir moldeándoos, dándoos forma, formándoos, para
que améis la verdad, como esa madre ama al ser parido, para convenceros de que
la verdad os hará libres, de que sólo el sabio es feliz.
-Maestro, y Saber, ¿para qué?
-Saber para Obrar bien.
-Obrar bien, ¿para qué?
–maestro.
-Para Ser feliz.
Saberà Obrarà Ser.
Sólo el sabio es feliz.
O ser un PLATÓN para que
aspiréis a ser eróticos. ¿Recordáis? 1.- Erotismo de la mesa, de la cama, de la
carne, del estómago, del sexo, o 2.-Erotismo del poder, de mandar, de ser una
autoridad, el placer de dominar, de sacar pecho, pero sobre todo, 3.- Erotismo
del saber, el saborear el saber, el sabor del saber, que el saber sabe bien.
Sabor, saborear, saber, sabroso, sabiduría. Todo es lo mismo. Debe ser
lo mismo.
Sólo el que sabe es feliz.
Los sabios son los que aspiran a un mundo mejor, a una vida mejor. Para
que no os rindáis al mundo de los sentidos, para que alimentéis y saciéis vuestra alma racional, para que seáis los
mejores y cojáis las riendas de la sociedad.
Y que seáis justos con ARISTÓTELES.
Para saber darle a cada uno lo suyo, ni más ni menos, lo que se merece.
Tratando igual a los iguales y desigualmente a los desiguales.
El hombre nace “enrollado”, como una alfombra, y debe “desenrollarse”,
“desarrollarse”, aspirando a su entelequia, a su finalidad, a su perfección.
En potencia el hombre es extraordinario; y está quedándose ordinario,
debe actualizar sus potencialidades.
Tú, amigo alumno, tú puedes dar de ti mucho más de lo que das, estás
quedándote, todavía, bastante “enrollado”.
O ser un SAN AGUSTÍN.
Siempre excesivo, el mayor sinvergüenza del Impero Romano y, cuando se cambia
el chip, y se pasa al otro lado, el santo más atractivo de la cristiandad.
“Ama et fac quod vis”. “Ama. Ama y luego, haz lo que te dé la gana”. Porque
si amáis siempre obraréis amorosamente, siempre obraréis bien.
Quizás este Tomás que os
habla, con quien menos identificado se encuentre sea con su tocayo Stº TOMÁS DE
AQUINO.
O que dudéis con y como DESCARTES
y que pongáis entre paréntesis todo y lo primero de todo, esto que yo os estoy
diciendo. Pero que seáis metódicos, constantes, siempre caminando, siempre
hacia adelante, más de prisa o más lento, pero siempre seguros, sin muletas
para andar, sin necesidad de otra cosa más que de tu propia razón.
Y quisiera ser un HUME
para haceros ver que la verdad es siempre una aproximación, pero que nadie
tiene el monopolio de la misma; y que si alguien se atreve a decirlo, o es un
mentiroso, o es un ignorante o es un embaucador.
Y si alguna vez TODA la humanidad se pone de acuerdo, en todo, contra
uno, contra un loco, poneos del lado del loco.
Tanta unanimidad es sospechosa. Seguro que el loco tiene razón.
¿Recordáis aquello de “y, sin embargo, se mueve?
Y que seáis mayores de
edad con KANT.
Atreveos a pensar por vosotros mismos.
Y recordaros que todos llevamos puestas unas gafas a la hora de mirar.
Y que las cosas son como somos nosotros. ¿Cómo va a ser un ratón lo
mismo para un gato, que para una rata, que para una mujer asustadiza, que para
mí, que los ratones, ni fu ni fa?
Y que obréis, siempre, por deber.
Y que tratéis a los demás, siempre, como fines y nunca como medios.
Y no queráis para nadie lo que no quisierais para vosotros,
tratándolos como os gustaría que os trataran a vosotros.
Imperativo categórico. Es lo racional, lo que exige la razón, aunque
no nos sea beneficioso, incluso aunque no nos guste. Es lo que nos exige la
razón.
“Sapere aude”, atrévete a pensar por ti mismo, eres mayor de edad, ya
no necesitas tutores que te digan qué es lo que debes hacer, qué debes comer,
qué debes pensar...”La Mayoría
de Edad”.
Sé elegante, sé hombre, obra humanamente.
¿Te gustaría que tu máxima moral fuese una ley universal para toda la
humanidad? ¿Qué lo que tú vas a hacer quisieras que todos lo hicieran?
Y me gustaría poder concienciaros,
con MARX, de la alienación y de las ideologías, de cómo surgen, de cómo actúan,
de cuál es su finalidad.
Que sólo al rico le interesa que el pobre acepte que el robar, además
de un delito, es un pecado, y que te castigará la justicia terrestre, en esta
vida, y la justicia divina para toda la eternidad en la otra.
Que el hombre ha creado sus dioses a su imagen y semejanza, pero
sublimados. El hombre pobre ha creado un Dios rico; el hombre enfermo, un Dios
sano, el hombre temporal, un Dios eterno, el hombre imperfecto, un dios
perfecto, el hombre débil un dios omnipotente, creador, providente.
Las ideas no son las ideologías. Y debéis saber discriminarlas.
El productor de riqueza también es productor de ideología. Su punto de
vista es El punto de vista. Si lo creéis, estáis perdidos Sólo si os
concienciáis de eso no caeréis en sus redes.
No seáis incautos.
O ¡qué más quisiera yo
que ser, cómo no, un NIETZSCHE¡ para poder deciros que “los dioses se han
muerto de risa al oírle decir a uno de ellos que él era el único dios”.
Para deciros que “Dios ha muerto”, que “vivan los dioses”; que “la
verdad” ha muerto, que vivan “las perspectivas”; que “el hombre” no existe, que
vivan “las personas concretas”; que “la felicidad” no existe, que vivan “los
momentos felices”; que quizás el hombre sea malo, pero que los hombres son
buenos; que el universal nunca puede primar sobre los particulares.
Me gustaría ser un Nietzsche para arrebataros la escalera y romperla, porque ya no la necesitáis,
porque habitáis en una casa mata, en un chalé de planta baja, sin sótanos a los
que bajar ni áticos a los que subir.
Ya no necesitas la escalera del sacrificio, ni la cruz a cuestas.
Necesitas la noria, no la escalera, para montarte en ella y disfrutar,
y vivir, sin preocuparte de quién te ha pagado la entrada.
Es la vida, es tu vida, la única que tienes, es la única que hay, y si
hubiera otra, se te daría por añadidura porque has engrandecido el mundo al
crear.
Pásate al otro lado.
El hombre es un puente tendido entre el mono y el superhombre... ¿en
qué lado del puente quieres estar?
Y quisiera ser ORTEGA.
¿Quién pudiera ser Ortega? Pero éste lo tenéis más reciente, aún me suenan a mí
los ecos de su doctrina.
Sé, y lo reconozco, que soy muy pesado. Por
eso, muchas de las cosas que voy a decir, alguno de vosotros ya las ha oído, y
hasta escuchado, pero quiero, por última vez, rematarlas y remacharlas; (además,
para otros, quizás, sean nuevas).
NOS “NACEN” HOMBRES.
NOS “HACEN” HUMANOS.
NOS “HACEMOS” PERSONAS.
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