Si Eva hubiera también mordido el fruto del árbol de la
vida….Pero Dios dijo: como pruebe también del árbol de la vida serán semejantes
a nosotros, por lo tanto….”
Si no nos hubieran expulsado, ¿eternamente niños?, ¿no
crecimiento humano?, ¿no esfuerzo creador?, ¿no esfuerzo de la maternidad (no
dolor de parto)?, ¿no habría apetito
sexual en la mujer?.
¿El hombre sería el sembrador
de semen en la hembra mujer y sembrador de simiente en la tierra?, ¿cuáles
serían las espinas y abrojos equivalentes en la mujer?.
Dios, porque los quiere bien, les cierra el paso al árbol de
la vida eterna, por el atajo mágico de morder el fruto y quiere que maduren por
el fatigoso camino de la vida, esforzándose.
Ya no se puede volver a aquel paraíso del que nos echaron, el
paraíso de la infancia (todo placer, sin dolor, sin esfuerzo, todo ya hecho,
nada más servirte lo que más te guste). Hay que construir el paraíso de la madurez,
que es ese otro mundo mejor, es ese Reino de Dios y su justicia, el lugar
armónico, pacífico, justo que tenemos que construir para el que se pide
cooperación, esfuerzo.
El paraíso es la metáfora de la vida. Vivir el paraíso.
Vivencia del paraíso: sentado en la roca a las 8,15 horas viendo salir el sol,
la experiencia estética del amanecer o la experiencia viandante del paseo, o la
charla amistosa con el amigo, o la mano agarrada del ser querido sin hablar y
con los ojos cerrados. ¡Hay tantas experiencias vitales paradisíacas!.
Si la Biblia
usa un lenguaje simbólico, en éste siempre son posibles más y distintas
interpretaciones. ¿Por qué la iglesia como institución sólo admite una, la
suya?. ¿Por qué Eva va a quedar estigmatizada como arquetipo de Pecado, sobre
todo a partir del siglo IV, con los SS.PP. de la Iglesia : Agustín,
Clemente, Tertuliano, Justino, Tomás,…?
Son posibles visiones nuevas y distintas y sentimientos
nuevos.
¿Qué habría hecho Adán si la serpiente se lo hubiera
propuesto a él…..?
Pero es que, bien pensado, el pecado se consumó cuando comió
Adán. Él sí que era persona. Ella era el complemento, el anexo, la ayuda, carne
de SU carne…. Él sí que podía no haber pecado…
La serpiente engañó a Eva,
pero ¿engañó Eva a Adán?.
Ella es la inmadura, ella es la pecadora, ella es la
culpable. La misoginia en el ámbito católico proviene, sobre todo, a partir del
siglo IV.
San Agustín, sobre todo, hace una extrapolación al sexo. Dar
de comer la manzana a Adán es despertar en él el apetito sexual, la relación
sexual, y realizarla fraudulentamente. De esta visión saldrá toda la teología
del matrimonio y de la virginidad.
Eva será, desde ahora, la primera y gran pecadora, la
portadora del pecado, la incitadora al sexo, la despertadora de la concupiscencia,
por lo tanto la causante del olvido de los deberes para con Dios. Ella ha
desobedecido, comiendo; ella ha tentado a Adán, invitando. Queda convertida en
tentación sexual y, a la larga, en la causante de la muerte del Hijo de Dios,
ya que tendría que encarnarse, sufrir, morir, resucitar, para borrar el gran
pecado.
Me pregunto yo. ¿Por qué no verlo todo al revés?.
Eva es la causante de la madurez humana por su heroico gesto,
la que abre las puertas a la luz de la razón, por ella disfrutamos del
conocimiento, de la libertad, de la responsabilidad.
Eva siempre se nos aparece, a nuestra mente, como altiva,
valiente, como desafiante (no en las pinturas, cabizbaja, con una mano
intentando taparse los pechos y con la otra el sexo). Eva debió ser lo opuesto
a María, la madre de Jesús, joven, virgen y madre, “obediente, siempre callada
y guardando todas estas cosas en su corazón” (que es como quiere/ha querido la
Iglesia, sobre todo desde el 2º Pablo y luego con los Padres de la Iglesia),
que sea la mujer, callada, obediente, sumisa.
María, en las pinturas y esculturas, se nos aparece como una
mujer asexuada, no tentadora, siempre con vestidos muy tapadores, no dejando
insinuar nada de feminidad.
Al revés se nos muestra Eva, habla, no obedece, ofrece,
desnuda.
Naturalmente el ejemplo a seguir, en la mentalidad cristiana,
es María, virgen y madre. Y como ninguna mujer podrá imitarla totalmente, ser
ambas cosas, entonces: que sea virgen y entre de monja en un claustro,
ofreciendo su virginidad a Dios, casándose con Cristo, renunciando a la
maternidad de cuerpos pero siendo “madre” de almas, o, casándose, teniendo
hijos, muchos hijos, formando familias numerosas, educándolos en la fe
cristiana,….. O sea, o no catarlo o catarlo todo lo más posible, pero siempre,
siempre, siempre,.. No buscando el placer. El cuerpo, la carne, es uno de los
tres enemigos del hombre.
Mujer: dedicación exclusiva al hogar (pariendo, criando,
limpiando, atendiendo las solicitudes del varón, consumiéndose entre las
paredes del hogar, sacrificándose,……) o dedicación exclusiva a Dios y a la
iglesia, rezando, rezando,…..
Si además de María (virgen y madre), recatada, recogida,
callada, y con el niño en los brazos; y además de Eva (más atractiva, con el
pelo muy largo, desnuda, tentadora, con la manzana y la serpiente …) le
añadimos a María Magdalena (llorando sus pecados, con la calavera a sus pies,
arrepentida, la gran pecadora (¿dónde consta que fuera una prostituta?).
tenemos ya formado el TRÍO de los roles de la mujer.
Virgen – sin sexo – sin pecado = monja.
Madre – con sexo – sin pecado = madre.
No virgen – no madre – con sexo – con pecado =
pecadora-arrepentida.
Es decir, la única manera de no pecar es ser virgen o ser
madre. Es decir, el pecado, el gran pecado es el sexo. Desde los SS.PP. hasta
el día de hoy.
Pero volvamos a Eva: ella es dadora de vida (madre de todos
los hombres) y dadora-despertadora de la conciencia, del conocimiento, del
saber qué es bueno y qué no. Porque la 2ª parte, el dolor y el sufrimiento,
serán sus consecuencias. Ella ha cumplido a la letra lo ordenado por Dios:
poblar la tierra, parir, traer a la vida y luego criar, enseñar, despertar la
conciencia.
¿Nunca se han preguntado por qué María tuvo que ir a
purificarse al templo, tras dar a luz, si no había habido relación sexual con
San José, y siendo virgen antes del parto, en el parto y después del parto,
luego no hubo sangre de por medio?. Porque lo impuro era la sangre. La mujer es
impura durante la regla y tras el parto. Había que ir a la iglesia a los 40
días, a purificarse (salir a la iglesia = mi madre = el cura y el monaguillo,
que era yo….)
¿Tenía que purificarse el hombre-varón cuando volvía de
trabajar la tierra, con el sudor en su frente y por todo el cuerpo?.
La sangre es a ella, al parir, como el sudor es a él, al
trabajar.
Para San Agustín, la manzana es el símbolo de la sexualidad,
siempre mala porque comporta placer para ella pero es, a la vez, la que
despierta la sexualidad en él. Manzana es igual a sexualidad, placer corporal,
pecado, peligro de pena eterna….
¿Habrá mayor placer que el placer de saber y de saberse
libre?. Si ello nos vino por la manzana, ¡bendita sea la manzana¡. Si además
también ella nos trae placer en el cuerpo, doblemente benditas sean todas las
manzanas¡.
Yo no sé si ustedes recuerdan algunas de las pinturas o
esculturas famosas donde se refieran escenas de la Biblia.
En Durero se ve a Adán con una manzana en la mano y a Eva
cogiendo otra manzana, que todavía no ha sido desgajada de la rama que aún
mantiene agarrada la serpiente.
En Tiziano (copiada después por Rubens), la serpiente aparece
con cabeza de NIÑO (¿raro, no?)
En Hugo van der Goss, en vez de serpiente, parece una
lagartija gigante, con una cola enorme y robusta, apoyada en el suelo, y como
empezando a trepar por el árbol.
En el Bosco, la serpiente es rara, rara, rara.
Lucas Cranach la pinta hasta 7 veces y es una serpiente
normal, una serpiente.
La de Tintoretto, más que serpiente parece un dragón o un
monstruo.
La de Jordaens también es una serpiente-serpiente.
En Van Haarlem, además de la serpiente, aparece un esqueleto,
de pie, simbolizando la muerte..
(Cuando salgan Uds. de aquí, y tengan ocasión, fíjense en sus
iglesias o libros cómo aparece la serpiente y Eva).
(Si disponen de Internet. www.anarkasis.com).
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