Otro de mis filósofos españoles preferidos, Jesús Mosterín,
en su obra “Racionalidad y acción humana” se lo pregunta.
“No tiene sentido (no sirve para nada) plantear la pregunta
por el sentido del mundo o por el sentido de la vida. Se trata de preguntas mal
planteadas. No podemos preguntar cuál es “el sentido del mundo”, porque el
mundo no es algo que dependa de ninguna conciencia o voluntad, y por tanto no
es algo que pueda tener sentido.
Esa pregunta sólo podría ser planteada, sólo podría tener
sentido si hubiera un dios omnipotente que decidiese continuamente cada hecho
del universo en función de los fines suyos, aunque éstos no fueran conocidos
por nosotros – como solía decirse “los designios de la providencia son
impenetrables”-
Sólo en ese caso la pregunta tendría sentido, incluso
respuesta afirmativa: los fines o designios de ese dios constituirían el
sentido del mundo.
Tampoco podemos preguntar cuál es “el sentido de la vida”,
pues la vida, como tal, no es un proceso consciente, teleológico, sino un
proceso no consciente, bioquímico, causal.
Ni el mundo ni la vida tiene sentido y, aún menos, “sentido
último”.
Lo que sí podemos preguntarnos es cuál es (si es que es
alguno) el “sentido que queremos darle a nuestra vida”
Nuestra vida que, de por sí, carece de sentido, como la vida
en general, es susceptible, sin embargo, de “recibir, de nosotros mismos, UN
sentido: EL QUE QUERAMOS DARLE”
Hasta aquí Mosterín.
Y pregunto yo: ¿Cuál es el sentido del sol, de los volcanes,
de las montañas, de la lluvia,….? NINGUNO.
No tienen sentido a no ser que alguien crea que los ocasiona
un dios, consciente, y que sabe por qué/para qué los hace, allá él y su
finalidad, él sabrá para qué los ha creado.
El sol no es un astro, con luz propia, PARA calentar a los
hombres, dar vida a las plantas,…..sino que PORQUE tiene luz….
No puede hablarse de Teleología, de Finalidad, de Sentido,….
sin un ser que, al ocasionarlos, lo hace con una Finalidad, como quien hace una
silla o una mesa.
¿PARA QUÉ existen los hechos naturales? Para NADA.
La lluvia, precisamente el día que el niño iba a ir de
excursión al campo, no es PARA castigarlo por no haberse portado bien…….
La lluvia, como la montaña,…tienen Causa Eficiente (la baja
presión o las fuerzas orogénicas) pero no las causan PARA. Lo hacen, pero no
PARA algo. No tienen SENTIDO sus existencias, sencillamente, existen.
Otra cosa es el Sentido, la finalidad, que tú y yo, seres
conscientes, les demos, bien para hacer senderismo, practicar la caza, estudiar
sus rocas, construir chalets,….o para lavarse, para beber, para llenar la
piscina, para tirar de la cadena,….
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