Si la Política y los Políticos tienen como objetivo la
“eficacia” y la Filosofía y los filósofos lo que buscan, con ahínco, es la
“verdad” ¿serán incompatibles la vocación política con la vocación filosófica?
¿o es que hay una “verdad eficaz o una eficacia verdadera?.
¿Qué decir de Platón, que afirmaba que “la polis no tiene
solución a no ser que los políticos sean filósofos y sólo los filósofos
deberían ser los políticos?.
¿Por qué los “filósofos” se ocupan de la “política” y surge la
Filosofía Política?
Ortega, filósofo
esencial y político accidental, decía que puesto que el hombre es un ser social
y sólo en sociedad se es auténticamente hombre (porque la sociedad le es
necesaria para nacer, para crecer, para madurar, para ser un auténtico
ciudadano, incluso para morir), si necesita de la sociedad para vivir, ¿qué
pasa cuando esa sociedad está deteriorada, enferma, invertebrada? ¿Cómo será el
hombre que en ella se refugie? ¿No sería necesario “vertebrarla”, reformarla,
reconstituirla, curarla, formarla,….?
“No ocuparse de política es inmoral” –llegó a decir Ortega.
Él, junto a otros intelectuales, intervino en la llegada de
“la república”. Llegaron a ser Diputados en las Cortes Republicanas. Pero la
decepción fue total.
Es ya célebre su “no es eso”, “no es eso”, “no es eso”….
gesticulando con la mano y con la cabeza desde su escaño de Diputado.
¿Serán incompatibles ambas vocaciones?. ¿No sería Platón
sólo eso, un iluso, un utópico?. ¿Se sabe de algún filósofo que haya
intervenido, eficazmente, en Política?
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