Jesús es “el gran desconocido”
Sobre Jesús hay más preguntas que respuestas.
Además, al preguntar/se sobre Jesús, ¿de qué Jesús estamos
hablando?, ¿del judío que nació en Nazaret?, ¿del revolucionario que provocó a
los dos grandes poderes de su época: el religioso y el político y al que, entre
los dos, lo mataron? ¿del Hijo de Dios o Cristo?, ¿del Jesús histórico del que
apenas se sabe algo o del Jesús construido posteriormente, e interesadamente,
por la Iglesia?, ¿del creyente judío, real, que sólo intentó reformar el
judaísmo o del iniciador del Cristianismo?
Por no saber no se sabe:
1.- Ni dónde nació (no hay causa histórica (el censo
imperial de Augusto no existió) para que naciera en Belén (además de que los
censos eran sobre todo “fiscales”, por lo que no era necesario el
empadronamiento). Lo más seguro es que naciera en Nazaret (que ni siquiera
aparecía en los mapas de la época), pero para que se cumplieran las
Escrituras….
2.- Sí se sabe que no nació ese año 0 (¿) y se sabe del
error que cometió, en el siglo VI, el año 525, el monje escita (Escitia, entre
Rumania y Bulgaria actuales) Dionisio el Exiguo (el enano, bien por ser bajito
de talla, bien por su humildad) al hacer los cálculos para fijar la Era
Cristiana o Anno Domini, en vez de contar los años según la costumbre romana,
con el error de 4 ó 5 años, por lo que Jesús habría nacido, realmente, 4 ó 5
años antes de Jesucristo (es decir no nació el 753 de la Fundación de Roma
(a.u.c.)sino en el 748, año en que nació Jesús)
3.- Sí se sabe que no pudo nacer en Diciembre, y menos el
día 25 (el día de Navidad) y se sabe por qué la Iglesia puso esa fecha
“aprovechando que el Pisuerga pasaba por Valladolid).
Más preguntas.
¿Occidente (nosotros) habría sido igual a como ha sido, en
todos los ámbitos (cultural, moral, artístico, literario, político, sexual,
familiar,…. si no hubiera existido Jesús de Nazaret, no como fue (que no lo
sabemos) sino como nos lo han contado?
¿Habría sido igual el capitalismo sin la ética cristiano-calvinista?,
¿y las monarquías occidentales?
Nunca sabremos si el mundo hubiera sido mejor o peor, pero
igual no, sino muy diferente.
¿Habría existido la persecución de los judíos sin las ideas
que la Iglesia nos fue imbuyendo durante siglos, de que fueron los asesinos de
Jesús (hasta Juan XXIII y el Concilio Vaticano II)?
¿Habría habido holocausto judío sin ese esquema mental
antijudío impreso en nuestro cerebro por una cultura antijudía?
¿Qué pinturas y esculturas llenarían nuestros museos?
¿Habría habido catedrales?
¿Tuvo 4 hermanos (Santiago, José, Judas y Simón) como consta
incluso en el Evangelio de San Marcos, y dos hermanas (Lisia y Lidia), como
consta en alguno de los Evangelios Apócrifos?
¿Por qué tuvo tan malas relaciones y se llevó tan mal con
sus padres y hermanos?
¿Por qué esa obsesión de la Iglesia Cristiana por la
“virginidad” de la mujer?
¿Por qué, además, María fue virgen antes del parto, en el
parto y después del parto?
¿Por qué esa insistencia obsesiva en la “virginidad de una
madre” (dos conceptos contradictorios)?
Esta pregunta sí tiene una respuesta:
Lo “ordinario” es nacer de una madre que ha sido fecundada
por un padre, lo “extra-ordinario, lo milagroso, es ser madre sin la
participación del varón.
Y es que, los principales dioses de todas las
religiones/mitologías antiguas, para resaltar la diferencia con los hombres, es
que habían sido hijos de una virgen.
Incluso alguno, más extra-ordinario todavía, fue engendrado
en el muslo de un varón.
Y es que, para que fuese “Hijo de Dios” no podía ser hijo de
un hombre. El Espíritu Santo (tercera persona de la Santísima Trinidad, Dios,
pues), en forma de paloma, envolvió a María con su sombra y ésta quedó
embarazada, siendo y permaneciendo virgen.
Quedó embarazada y dio a luz “como el rayo de sol entra y
sale por un cristal, sin romperlo y sin mancharlo.
De esta manera “en las entrañas de la Virgen María formó el
Espíritu Santo, de la purísima sangre de esta señora, un cuerpo perfectísimo.
Creó, de la nada, un alma. La unió a aquel cuerpo. Y, en el mismo instante, a
ese cuerpo y alma se unió el Hijo de Dios que, sin dejar de ser Dios, quedó
hecho hombre” (así me lo enseñaba el cura, en el catecismo).
Por lo que tampoco en el parto perdió la virginidad (no tuvo
rotura de himen, no sangró) y, después, continuó siendo virgen, no teniendo más
descendencia.
En uno de los 100 Evangelios Apócrifos, en el Porto-evangelio
de Santiago o de la natividad de María, sabemos (¿) muchas cosas de la infancia
de María.
En concreto, en lo referente a la virginidad en el parto, la
prueba de la misma se la hizo una partera, metiendo los dedos “en su
naturaleza”. La examinó y al constatar que era virgen dio un grito, pues se dio
cuenta de que la mano con la que había examinado las partes íntimas de María
“se había desprendido carbonizada”
Desesperada se arrodilla y pide a Dios que se compadezca de
ella. Y un ángel la tranquiliza. Le pide que acerque su mano carbonizada al
niño recién nacido. Así lo hizo y quedó curada inmediatamente.
De esta forma Jesús hizo su primer milagro, recién nacido.
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