Leo las declaraciones de un
político chantajista, vasco, que se ha atrevido a servirle a mi Presidente del
gobierno de muleta para que no se le note la cojera, para que salgan adelante
los presupuestos del estado para el año 2.011, tras poner (eso sí) la mano y
cobrar al contado y en especie, al tiempo que deja en pelotas al gobierno del
País Vasco, socialista, que “España no
está en crisis, sino que está ante un cambio de paradigma”.
O este señor no sabe qué es
un paradigma o ha dicho una de las mayores tonterías que puede decirse,
procediendo de una autonomía periférica y con privilegios varios.
¿Sabe este señor que un
cambio de paradigma es una “revolución” en toda regla?.
Un cambio de paradigma
astronómico fue la revolución copernicana, heliocéntrica y helioestática, que
desplazó al anterior paradigma, geocéntrico y geoestático.
Un cambio de paradigma fue la
revolución industrial, que desplazó y mandó al olvido a los gremios,
implantando el liberalismo económico.
Un cambio de paradigma fue la
revolución francesa, que acabó con el absolutismo político, que proclamó a la
Razón como la nueva Diosa, que impuso el liberalismo político, que proclamó la
Declaración Universal de los Derechos del hombre y del ciudadano.
Un cambio de paradigma ha sido
y está siendo la revolución tecnológica, donde todo está presente y a mano,
anulando las distancias, globalizándolo todo.
¿A qué cambio de paradigma se
referirá el político vasco, chantajista?.
¿Va a cambiarse la
constitución y declararse España como una República?. Esto sería un cambio de
paradigma.
¿Va a revisarse la
constitución y van a desaparecer los 17 gobiernos autonómicos, entrampados
hasta las cejas, y que son una de las causas del déficit del estado?. Esto sí
sería un cambio de paradigma.
¿Van a prohibir que se
endeuden los ayuntamientos?.
¿Va a haber listas abiertas
en las elecciones?
¿Va a nacionalizarse la Banca?.
¿Va a suprimirse la propiedad
privada?.
¿Van a quedar en suspenso las
libertades?.
¿Va a quedar intervenida la
economía?.
¿Va a prohibirse la libertad
de expresión?
Todas éstas y muchas más sí
que serían cambios de paradigmas.
¿A qué paradigma se referirá
el señor, en cuestión?.
Porque es que, además, un
paradigma no se proclama un fin de semana y se pone a funcionar el lunes a primera
hora de la mañana.
Antes de cambiar un
paradigma, que es como un gran andamio desde el que se accede a todas las
partes del edificio, cuando surge un problema no se echa abajo el andamio, sino
que intenta atajarse proponiendo “hipótesis ad hoc”, remedios inmediatos que
palien el problema, postes que sostengan el andamio, grúas que…contrafuertes
que….
Sólo cuando el paradigma ya
no es viable entra en funcionamiento el nuevo paradigma que ya ha estado
funcionando, aunque en la sombra, no centralmente ni mayoritariamente, pero sí
por los expertos, y que explica mejor las cosas, que explica más cosas, que las
explica de manera más sencilla,…
Galileo fue el que propuso el
copernicanismo como nuevo paradigma. Copérnico no se atrevió ni a publicarlo.
Sólo cuando estaba en su lecho de muerte se lo publicaron. A él lo habría
quemado la Santa Inquisición.
¡¡¡Cambio de paradigma!!!!
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