martes, 13 de agosto de 2013

EL PARADIGMA


Leo las declaraciones de un político chantajista, vasco, que se ha atrevido a servirle a mi Presidente del gobierno de muleta para que no se le note la cojera, para que salgan adelante los presupuestos del estado para el año 2.011, tras poner (eso sí) la mano y cobrar al contado y en especie, al tiempo que deja en pelotas al gobierno del País Vasco, socialista, que  “España no está en crisis, sino que está ante un cambio de paradigma”.

O este señor no sabe qué es un paradigma o ha dicho una de las mayores tonterías que puede decirse, procediendo de una autonomía periférica y con privilegios varios.

¿Sabe este señor que un cambio de paradigma es una “revolución” en toda regla?.

Un cambio de paradigma astronómico fue la revolución copernicana, heliocéntrica y helioestática, que desplazó al anterior paradigma, geocéntrico y geoestático.

Un cambio de paradigma fue la revolución industrial, que desplazó y mandó al olvido a los gremios, implantando el liberalismo económico.

Un cambio de paradigma fue la revolución francesa, que acabó con el absolutismo político, que proclamó a la Razón como la nueva Diosa, que impuso el liberalismo político, que proclamó la Declaración Universal de los Derechos del hombre y del ciudadano.

Un cambio de paradigma ha sido y está siendo la revolución tecnológica, donde todo está presente y a mano, anulando las distancias, globalizándolo todo.

¿A qué cambio de paradigma se referirá el político vasco, chantajista?.

¿Va a cambiarse la constitución y declararse España como una República?. Esto sería un cambio de paradigma.

¿Va a revisarse la constitución y van a desaparecer los 17 gobiernos autonómicos, entrampados hasta las cejas, y que son una de las causas del déficit del estado?. Esto sí sería un cambio de paradigma.

¿Van a prohibir que se endeuden los ayuntamientos?.

¿Va a haber listas abiertas en las elecciones?

¿Va a nacionalizarse la Banca?.

¿Va a suprimirse la propiedad privada?.

¿Van a quedar en suspenso las libertades?.

¿Va a quedar intervenida la economía?.

¿Va a prohibirse la libertad de expresión?

Todas éstas y muchas más sí que serían cambios de paradigmas.

¿A qué paradigma se referirá el señor, en cuestión?.

Porque es que, además, un paradigma no se proclama un fin de semana y se pone a funcionar el lunes a primera hora de la mañana.

Antes de cambiar un paradigma, que es como un gran andamio desde el que se accede a todas las partes del edificio, cuando surge un problema no se echa abajo el andamio, sino que intenta atajarse proponiendo “hipótesis ad hoc”, remedios inmediatos que palien el problema, postes que sostengan el andamio, grúas que…contrafuertes que….

Sólo cuando el paradigma ya no es viable entra en funcionamiento el nuevo paradigma que ya ha estado funcionando, aunque en la sombra, no centralmente ni mayoritariamente, pero sí por los expertos, y que explica mejor las cosas, que explica más cosas, que las explica de manera más sencilla,…

Galileo fue el que propuso el copernicanismo como nuevo paradigma. Copérnico no se atrevió ni a publicarlo. Sólo cuando estaba en su lecho de muerte se lo publicaron. A él lo habría quemado la Santa Inquisición.

¡¡¡Cambio de paradigma!!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario