LOS MODERNOS CONCEPTOS DE
DIOS.
Tenemos TRES miedos que nos
han acompañado/nos acompañan y nos acompañarán, a todos y a nuestros hijos,
mientras estemos vivos.
.- MIEDO AL DOLOR, AL
SUFRIMIENTO,…y por ello hemos creado y creído en un DIOS-PAÑUELO que, al ver
cómo nos secamos las lágrimas, se compadezca de nosotros y venga en nuestro
auxilio, para evitar las causas de las mismas.
.- MIEDO AL HAMBRE, AL FRÍO,
A VIVIR A LA INTEMPERIE ,…y
por ello hemos creado y creído en un DIOS-MONEDERO con el que poder remediar
todas esas posibles inseguridades (y si me quedo parado y no puedo pagar la hipoteca, y mis niños en la calle....(un pellizco de la lotería), y si tengo que sacarme urgentemente una mamografía y la lista de espera es kilométrica....para poder acudir al privado...
.- MIEDO AL ERROR, A LA FALSEDAD , A LA MENTIRA ,…A VIVIR ENGAÑADOS
y para ello hemos creado y creído en un DIOS-MANOJO DE LLAVES, UN DIOS GANZÚA
que nos abra y nos muestre la verdad.
No es que Dios nos haya
creado a SU imagen y semejanza sino que hemos sido los hombres los que hemos
proyectado en un ser llamado Dios la culminación de nuestras aspiraciones, de
nuestros deseos insatisfechos, de nuestras esperanzas a la vez que satisfacción
de nuestras frustraciones, de nuestras limitaciones, así como respuesta a
nuestros temores.
Nos hemos creado un Dios a
nuestra medida, un Dios adaptable, acomodaticio, adaptable, un Dios-llave
maestra que nos abra todas las puertas por las que entren nuestros deseos y por
las que salgan todos nuestros miedos y temores.
Le rogaremos a ese Dios no
sólo que nada cambie, si todo nos va bien, sino que nos lo incremente o, por el
contrario, si todo nos va mal, que le dé la vuelta a todo y nos lo cambie.
El creyente religioso cree en
su Dios y no necesita (además de que no podría hacerlo) demostrar su existencia
(si pudiera demostrarla no necesitaría creerla).
El anti-teo no sólo no cree
en Dios es que lucha contra Él y le gustaría poder demostrar que no existe,
pero es absurdo querer demostrar la no existencia de algo (si alguien no cree
en los marcianos es al que afirma su existencia al que le toca demostrarlo. La
carga de la prueba siempre cae sobre el que afirma algo, no sobre el que lo
niega).
El ateo sencillamente no
cree, no lo necesita, pasa de Él, es ajeno a que exista o no exista, vive al
margen, no lo echa de menos, es algo o alguien ajeno a él y a sus
preocupaciones.
El agnóstico sencillamente ni
lo afirma, como el creyente, ni lo niega como el ateo, ni lucha contra Él, como
el anti-teo. Considera el tema de Dios como una cuestión o un problema que
sobrepasa la razón y obvia, por lo tanto, enfrentarse a un pseudoproblema
porque es ajeno a la razón, que nada puede decir sobre Él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario