Su fundadora y única Delegada
Nacional de la misma durante los 43 años de existencia fue Pilar Primo de
Rivera, hermana de José Antonio.
Quién vivió las horas
difíciles de la persecución y de la guerra, conoció el éxito y el fracaso, la
alegría y la decepción, y alcanzó a ver cómo la Sección Femenina ,
obra de su vida, era fríamente destruida sin que nadie dijera nada en su
defensa.
El 29 de octubre de 1933
asistieron al acto fundacional de Falange Española en el teatro de la Comedia 5 muchachas
jóvenes, Pilar Primo de
Rivera y su hermana Carmen, sus primas Inés y Dolores y una amiga de ellas,
Luisa María Aramburu, y ese día nació la Sección Femenina ,
pues esa mañana, como
siempre ha dicho Pilar Primo de Rivera: “Tomé la decisión de entregarme a
Falange con todas mis fuerzas”.
Pilar, Inés y Dolores se
apuntaron a SEU (Sindicato Español Universitario) y allí conocieron a otras dos
estudiantes universitarias, Justina Rodríguez de Bigudí y Mercedes Fórmica (que
llegaría a ser una gran escritora).
En Junio de 1934, empezó la
persecución contra Falange y se
tomó la decisión de crear, todavía dentro del SEU, una sección de mujeres con
un cometido específico: realizar las labores de propaganda, con menos riesgos
que los muchachos, porque aún existía, por aquellos años, cierto respeto a la
condición femenina; además se les encomendaba la atención de los detenidos
proporcionándoles tabaco, comida, etc...
Para entrar en los locutorios
de la cárcel, tenían que fingir ser hermanas o novias de los detenidos.
También tenían que atender a las familias de los caídos y
recaudar dinero.
Así, en los años en que
Falange fue ilegalizada, la
Sección Femenina asumió la misión de enlace en la
clandestinidad, cumpliendo el cometido que se le había encomendado.
Era una labor social,
clandestina y peligrosa que las afiliadas cumplían como, por ejemplo, haciendo
cuestaciones entre los amigos, organizando rifas y vendiendo de todo, como las
pastillas de jabón en cuyo envoltorio figuraba una proclama política sobre los
colores rojo y negro: “ Por la revolución nacional-sindicalista, por la Patria , el Pan y la Justicia. Arriba
España”.
Muchas fueron detenidas, la
mayoría de las veces acusadas de promover alborotos en los juicios contra
falangistas o asistir en
manifestación a los entierros de los caídos, cada vez más frecuentes y promover
disturbios en las calles al contestar a los insultos…
Desde luego eran unas mujeres
de los pies a la cabeza, dignas de admiración y muy lejos de las mujeres tontas
y metidas en su casa como nos las quieren describir hoy en día.
Este grupo no estaba
destinado a ser un sector de mujeres dentro de un partido compuesto
indistintamente por personas de ambos sexos, sino una sección autónoma
destinada a cobrar cada vez mayor importancia.
En Diciembre de 1934, en una circular, José Antonio
estableció el estatuto de organización de la Sección Femenina ,
el cual estuvo vigente hasta finales de abril de 1937, cuando se produjo el
Decreto de Unificación.
Como consecuencia del Decreto
aparecieron tres cargos nacionales coordinados: Pilar Primo de Rivera como
Delegada Nacional de la
Sección Femenina , María Rosa Urraca Pastor, procedente de los
carlistas, Delegada de Frentes y Hospitales (enfermeras, auxiliares y equipos
de campaña) y Mercedes Sanz Bachiller Delegada de Auxilio Social.
El Movimiento (FET y de las
JONS) se presentaba en los
Estatutos como un proyecto de reforma política en donde se unían tres
corrientes: nacional, católica y de justicia social.
No hay comentarios:
Publicar un comentario