sábado, 26 de marzo de 2016

DEMÓCRATAS DE MESA-CAMILLA.


DEMÓCRATAS DE MESA-CAMILLA

Me encuentro, a diario, con muchos “demócratas de mesa-camilla”, que son aquellos que, cuando la mayoría de la población apoya a su partido, dicen: “el pueblo es sabio y lo ha demostrado, votándonos” y que, cuando pierde elecciones, porque la mayoría vota al partido rival, dicen, sin ambages: “el pueblo se ha equivocado”.

Yo siempre he creído que, en democracia, a los partidos hay que “votarlos según sus programas” y “juzgarlos según sus acciones”. Los demócratas de mesa-camilla no. Ellos no juzgan lo que su partido ha hecho mal y que no dijo que iba a hacerlo, sino que juzgan lo que ellos creen que el adversario va a hacer, sin haber gobernado todavía, sin haber hecho nada, sin, ni siquiera, haber dicho lo que van a hacer.

Los demócratas de mesa-camilla son tan tan tan inteligentes que ya ven el futuro, son videntes de lo malo que va a ser y va a hacer el adversario.

Los demócratas de mesa camilla deberían abrir un consultorio.

En el lenguaje político los demócratas de mesa-camilla denominan “sensato” a cualquier cargo electo, en cualquier estamento administrativo, que abandona el partido en el que iba en las listas y por el que salió elegido y se pasa, sin pudor y sin vergüenza, a su partido”.

Sin embargo, denominan “traidor” a aquel electo, en cualquier estamento administrativo, que abandona su partido, por el que ha sido elegido, al ir en las listas, y pasarse al partido de la oposición.

Con estos esquemas mentales, tan primarios, tan de la ESO, de los políticos de mesa-camilla, que son TODOS o casi todos de nuestros políticos, ¿puede esperarse algo bueno, algo coherente? Son depositarios del pensamiento débil.

Gran parte (ni digo “todos”) de nuestros políticos “profesionales” son los que, en vez de haberse dedicado a sacar una oposición y buscar un puesto de trabajo para ganarse la vida, han optado por arrimarse y descansar a la sombra del poder, viviendo y vegetando en su seno, mirando por los ojos del partido y mirando, pero no viendo, la realidad sino con las gafas que el partido les ha enfundado como pago a su militancia.

Están dispuestos a ser Delegados Provinciales de lo que sea, da igual de Agricultura que de Gobernación, de Vivienda que de Cultura.
Como no están preparados para casi nada, creen que pueden hacerlo todo.
A los últimos años me remito el desfile de demócratas de mesa-camilla.
Han sido todos aquellos que han callado pero que han aplaudido, riéndole las gracias al jefe, porque, gracias a él, han sido “sillonarios” con buen sueldo y, con un poco de suerte, mejor pensión y han votado, quizás contra su conciencia, pero que…. Son todos aquello que pagan la cuota sindical pero que, como están liberados, no van a …

¿Puede ponerse el grito en el cielo (en el que no creen) como lo hace nuestra izquierda política, cuando una autoridad, del partido opositor, denuncia a un padre por permitir, favorecer o incitar a una apenas adolescente, a que ya comience, a tan temprana edad, a entrenarse en lo que le espera durante toda la vida, la sumisión al varón?.
Si sólo la “Verdad os hará libres”, ¿qué podemos/debemos decir de las culturas religiosas que favorecen e imponen la esclavitud de la mujer, en vida? (Véase “multicuralismo” en www.tomasmorales.es y “respeto y tolerancia tomás morales cañedo” preguntándole a Google)

Por ahí hemos pasado nosotros, los españoles, no hace tantos años, pero que, gracias a la razón y a la cultura laica, hemos descubierto que no necesitamos ese tipo de tutores que han pastoreado nuestra vida, amenazándonos con las penas eternas, y, gracias a la razón y a la cultura laica, hemos descubierto la alegría de vivir, los placeres terrenales, juntos o en solitario, sin remordimiento alguno de conciencia.

Hemos descubiertos que varones y mujeres somos igual de personas aunque tengamos una fisiología distinta.
Hemos descubierto que hay ideas intolerables que no podemos ni debemos tolerar.
Hemos descubierto que deben ser respetadas las personas, por el mero y simple hecho de ser personas, sean de la raza, religión, nacionalidad,…. que sea.
Pero también hemos descubierto que no debemos confundir y equiparar “respeto” con “tolerancia”.

La mujer ha conquistado (no reconquistado) unos espacios, públicos y privados, antes reservados al varón, que llevan por título “igualdad”, “libertad”, “autonomía”, “capacidad”, “mérito”… ¿Y ahora hay que ser tolerantes con ideas medievales como “sumisión”, “esclavitud”, “heteronomía”…?

Que no cuenten conmigo.

Lo que no sé es si estos políticos de mesa-camilla dicen lo que dicen por hipocresía, por ignorancia, por pensamiento líquido, por debilidad mental…. o por una media ponderada de todo ello.

Me comenta una antigua alumna que, (tras analizar y denunciar la moral represiva de la religión que le enseñaron) dice: “soy la única que, como mujer española y atea que soy, una vez tuve puesto un burka. No veía, no respiraba, no podía tocar nada, no podía caminar bien. Sólo fueron 20 inevitables minutos…. y necesité una semana para recuperarme emocionalmente).

Con un burka no eres una persona, eres un bulto inútil.

Me aterroriza pensar en la educación que han recibido esas niñas que “deciden voluntariamente” (las comillas son mías) convertirse en una sombra de ellas mismas”.


AMÉN.

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