Ya desde su creación, en el año 1934, la Sección Femenina
de Falange Española se caracterizó por la propagación del ideal femenino de
sumisión respecto al hombre.
En clara oposición al
progresivo auge de las ideas y pensamiento feminista en España durante la II República , las
falangistas encuadradas en la Sección Femenina reclamaban un retorno o
reconstrucción de los valores tradicionales asociados a la mujer.
Hay que señalar que la
fundación de la
Sección Femenina respondía a la necesidad de colocar a las
mujeres de la organización en un sector de la misma apartado de cualquier
posibilidad de actividad política.
El propio José Antonio Primo
de Rivera, indicaba que la función principal de las mujeres afiliadas a Falange
era el apoyo y auxilio abnegados a los hombres falangistas, auténticos
estandartes de la organización.
Dicha asistencia en la
sombra, que responde, según el ideal falangista, a la auténtica
"naturaleza" de la mujer, bien en su papel de madre, de esposa o de
hija, se pondría de manifiesto durante los meses del año 1934 como consecuencia
de las detenciones de varios dirigentes de Falange, entre ellos el propio José
Antonio.
A consecuencia de estos hechos se produjo una situación en que el núcleo femenino de Falange pudo desempeñar la tarea para la que había sido creado: asistir a los detenidos, visitar a los encarcelados, prestar apoyo a las familias, recabar fondos mediante colectas, etc.
A consecuencia de estos hechos se produjo una situación en que el núcleo femenino de Falange pudo desempeñar la tarea para la que había sido creado: asistir a los detenidos, visitar a los encarcelados, prestar apoyo a las familias, recabar fondos mediante colectas, etc.
La actividad femenina en la
organización se caracterizó por su voluntarioso no-igualitarismo; la
interiorización por parte de la mujer falangista de valores como la entrega, la
abnegación, la sumisión respecto al hombre, auténtico actor de la Historia , van a marcar
los primeros años de la
Sección Femenina , creando un núcleo de mujeres convencidas de
su verdadero papel como complemento y estímulo del "despliegue varonil de la Falange , bálsamo femenino,
generoso y arriesgado."
Es este corpúsculo de mujeres
las encargadas de diseñar y llevar a la práctica los planes formativos y
culturales de la próxima generación de mujeres.
Acabada la guerra,la
Sección Femenina de una Falange ya unificada con las JONS,
pasó a ocuparse de diversas tareas por encargo del propio Estado franquista.
Acabada la guerra,
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