¿QUÉ
HACER ANTE LO DESCONOCIDO E IMPREVISIBLE?
Me cuentan que hay mpresarios
que aseguran el precio del carburante durante los próximos años y que, suba lo
que suba, ellos no van a pagarlo más caro.
Voy por la carretera y se me
anuncia: “Bandas sonoras. Es por su seguridad”.
A diario vemos por
televisión, actuando, a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, contra
“los malos”, para “nuestra seguridad”.
Alrededor de Comisarías,
Cuarteles,… nos avisan. “Zona de seguridad” (prohibido aparcar).
La puerta de mi casa es de “seguridad”,
además, por detrás, tengo colocada una “cadena de seguridad”, sin contar la
cerradura y la llave de seguridad.
Muchas personas, ricas, tienen camuflada, en algún lugar de la casa, una “caja fuerte, de seguridad” en la que guardan documentos, dinero, joyas,…
Muchas personas, ricas, tienen camuflada, en algún lugar de la casa, una “caja fuerte, de seguridad” en la que guardan documentos, dinero, joyas,…
Muchos de nuestros artefactos
disponen de “válvulas de seguridad”
Hay hasta “reaseguros”, que
aseguran los seguros (por si éstos fallan).
CULTURA DELA SEGURIDAD ,
porque no nos encontramos seguros.
CULTURA DE
Aseguramos todo lo
asegurable, para poder vivir seguros, pero sabemos que siempre está presente un margen de inseguridad, que
proviene de lo imprevisible que, si pudiera ser previsto, también
lo tendríamos asegurado.
Lo curioso, por
contradictorio, es lo del “Seguro de vida” que, en realidad es el seguro de
vida de los familiares del asegurado, no del asegurado mismo.
¿O es que le aseguran que no
va a morirse?
Lo que no podemos prever, para asegurarla, es una muerte repentina, porque si fuera previsible dejaría de ser repentina.
Lo que no podemos prever, para asegurarla, es una muerte repentina, porque si fuera previsible dejaría de ser repentina.
No todo
es previsible, por nuestra limitación en el conocimiento de la naturaleza, (por ejemplo, los terremotos), o por la
irracionalidad de ciertos fanáticos iluminados hijos de puta (léase “Torres
Gemela” o “Trenes de cercanías madrileños” y, últimamente, “París”).
¿Qué hacer ante lo desconocido e imprevisible?.
¿Qué hacer ante lo desconocido e imprevisible?.
Seguir tomando más medidas de
seguridad. Pero ¿se imaginan Uds. que una persona, cuya nómina es de 1.000
euros, contrate seguros por 1.200 euros? ¿Sabiendo, además, que no puede
descartarse la inseguridad, tanto por parte de personas como por las fuerzas de
la naturaleza?
La Razón puede
prever muchas cosas, lo que no puede es prever la irracionalidad de ciertos
sujetos o los fenómenos naturales a los que aún no hemos llegado.
Recuerdo lo de Japón.
Recuerdo lo de Japón.
Ya sabemos que fue: 1º.- Un
maremoto de proporciones gigantescas. 2º.- Que provocó un tsunami (el causante de todas o
casi todas las muertes) y 3º.- Que sobrepasó el límite “de seguridad”, de 7,5
grados (que fue lo máximo que estaba previsto/asegurado), llegando a 8,8 ó 8,9
y afectó a 2 ó 3 reactores.
Casi toda la industria
japonesa está montada sobre este tipo de energía.
Lo imprevisible no puede
estar asegurado.
Y la vida es imprevisible.
Pero debemos vivir y vivirla.
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