A quienes arrojan por la
puerta querrán, e intentarán, colarse por la ventana si se quiere estar dentro.
Los creacionistas
estadounidenses (un 42% de su población), como “la creación” no es una teoría
científica (ni falsable ni verificable) sino una “creencia” (“creo en Dios
Padre….creador del cielo y de la tierra, creo…”) han disfrazado,
terminológicamente, el “creacionismo” con “diseño inteligente” y la presentan
como una teoría: “si el mundo y todo lo que hay en él es un “diseño” entonces
necesita un “diseñador, que es Dios: “el diseñador inteligente” que, no sólo lo
creó todo, sino que creó al hombre “a su imagen y semejanza”.
Disfrazada la “creencia” como
“teoría” pretender entrar (o no salir) del ámbito escolar, estar presente en
las escuelas y enseñar “su” teoría como teoría alternativa a la “teoría
evolucionista” y están de apostolado, de misión por todo el mundo (no hace
tanto que estuvieron aquí, en Málaga).
Si ha habido un científico
contra el que se han disparado los dardos más envenenados, y eso que Darwin
nada dijo del origen de la vida en la tierra, ni del sistema solar, ni del
universo.
Mayor amenaza al protagonismo
divino serían Newton, Laplace (el que respondió a Napoleón no necesitar la
hipótesis Dios para explicar el funcionamiento del universo), Einstein,
Dawkins, Stephen Hawking.
Analicemos el cuerpo humano.
El cuerpo de la mujer: sus
embarazos, además de molestos, son peligrosos y sus partos naturales sumamente
dolorosos ¿No podía, Dios, haberlo diseñado mejor?
Mientras las demás hembras
animales corretean como si nada llevando, incluso, varios hijos dentro de su
vientre y, al terminar el múltiple parto, se levantan (si paren acostadas) como
quien se levanta de la siesta, la mujer, en cambio, recién parida no puede ni
moverse.
Además de que sus embarazos
son problemáticos y peligrosos, el parto es infernal.
¿Cuántas mujeres, a lo largo
de la historia, han muerto al parir?
Mientras el bebé-gorila pesa
dos kilos y su mamá-gorila pesa 90 ó 100, el bebé-humano pesa de 3 a 4 kilos y su mamá 60, 65 ó
70.
La desproporción es evidente.
De ahí que los bebés-humanos
deben estar bien situados para salir y muchísimas veces no lo están, no están
“encajados”
El camino de salida, además,
no es recto, por lo que el bebé debe girar la cabeza dos veces y tomar un
ángulo recto.
Además, como su cordón
umbilical es muy largo, muchas veces se enreda y a veces estrangula al bebé y
lo mata o lo aprieta tanto que le faltará oxígeno y puede morir asfixiado o
sufrir anomalías.
El embarazo dura más que en
otros simios y, para entonces, el cerebro del bebé es demasiado grande al nacer
y tener que pasar por una pelvis en extraño ángulo.
¡Y cuántas veces el niño
“viene de culo”¡
Parece mejor diseñada la
mamá-gorila que la mamá-humana.
Durante toda la historia de
la humanidad ¿era consecuencia de un diseño divino que murieran niño y madre en
una serie continua de dolores inútiles e insoportables?
¿Y es un buen diseño divino
que parte del tubo respiratorio coincida con el tubo digestivo y cualquiera se
atragante, se asfixie y pueda morir?.
El diseño del ojo humano, que
no puede ver, directamente, la luz sino que ve de espaldas a la luz, más que
resultado de un diseño parece el resultado de un cableado chapucero.
¿Y en el varón?
¿Por qué la orina y el semen
salen por el mismo conducto y al ser la próstata proclive a la inflamación se
atasca, se bloquea y nunca mejor dicho lo de “mear y no echar gota”?
¿También es un “diseño
inteligente divino”?
¿Cómo se hacen compatibles
estas chapuzas con los grandes atributos divinos: Omnisciencia (lo sabe todo),
Omnipotencia (lo puede todo) y Amor (quiere lo mejor) infinitos?
Aunque se empleara (el
siguiente argumento) para proclamar el Dogma de la Inmaculada Concepción
también es aplicable al problema que estamos tratando.
Si NO SABÍA hacer un diseño
mejor, entonces no es Dios (no sería Omnisciente)
Si NO PODÍA hacer un diseño
mejor, entonces no es Dios (no sería Omnipotente)
Si NO QUERÍA hacer un diseño
mejor, entonces no es Dios (no sería Amor)
Si Pudo y no Quiso…
Si Quiso y no Pudo…
Si Quiso, Pudo y no Quiso…
Es el problema de la Teodicea (en el que no
vamos a entrar) ¿cómo compatibilizar los atributos divinos con la presencia del
mal?
Pensemos en un volcán o en un
terremoto como el de Lisboa, seguido de un maremoto, en 1775, con más de
100.000 muertos y cómo puede hacerse compatible con los atributos divinos.
Fueron muchos los que dejaron de creer.
Pero si se interpreta
darwinianamente, como un planeta en evolución, cambiante, sería una explicación
más racional de la presencia del mal en el mundo, una teodicea secular.
Aunque un Dios Omnipotente
podría prescindir de la evolución.
El “evolucionismo” es una
explicación, aunque sea imperfecta, de los defectos del mundo mucho mejor que
el “creacionismo”.
La hipótesis divina se ve,
cada vez, más superflua e innecesaria.
Incluso la Iglesia misma, hoy, está
más con Darwin que con los fanáticos creacionistas, molestos e incómodos en los
tiempos actuales.
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