Las religiones son hechos observables, social y ritualmente; los dioses, objetos de culto, no.
Y al ser hechos observables, como cualquier otro fenómeno,
las religiones también son objetos científicos, aptos para ser científicamente
tratados.
Como las religiones son hechos humanos y sociales (acciones,
instituciones, creencias, tradiciones, símbolos compartidos socialmente,…)
todas las ciencias sociales o del hombre están llamadas a investigar dichos
fenómenos religiosos para estudiarlos y conocerlos.
Desde la
Historia a la
Arqueología , desde la Antropología Cultural
a la Psicología
Social y Psicología Religiosa…se ha estudiado/está
estudiándose dicho fenómeno, y no de manera especialísima, como un capítulo más
de las mismas al lado de otros capítulos.
De cada una de las religiones puede, pues, hacerse un
estudio científico multidisciplinar.
No es igual un teólogo, creyente de esa religión, que un
científico ateo o agnóstico, distanciado y no comprometido, a la hora de
abordar el estudio de esa religión.
Dice el adagio que “los árboles no te dejan ver el bosque” y
quien mejor puede guiarte a salir de él es el que, desde fuera o por encima, lo
ve.
Quien está adscrito a una religión y participa de ella (un
cristiano, un budista, un judío, un islámico…practicantes convencidos) no
pueden investigar el objeto de su estudio igual que un cristianólogo, un
budólogo, un judeólogo o un islamólogo (¿son “palabros?, pero se entiende)
auténticos científicos y que deberán conocer bien desde la historia de esa
religión hasta la filología, desde la sociología a la geografía, desde la
cultura a…integrando, después, los multidisciplinares conocimientos alrededor
de esa religión estudiada, sacando una fotografía lo más nítida posible, con
matices, y que la retraten mejor.
También es verdad que en el siglo XIX se puso de moda el
estudio comparativo de todas las religiones conocidas para extraer lo común a
todas ellas y señalando, al mismo tiempo, sus diferencias, al ser, todas ellas,
religiones.
La verdad es que, quien sólo conoce una religión no conoce
bien ninguna religión, ya que ese aislamiento ciega la perspectiva y es
proclive al fanatismo, ahogando la posibilidad de encuentro y de acuerdo con
otros creyentes.
¿Pudiera ser que TODAS las religiones tuvieran una misma
esencia común y las diferencias fueran sólo multiformes manifestaciones de lo
mismo?
Eso es lo que afirman los fenomenólogos actuales al estudiar
los distintos ritos, cánticos, danzas, sacrificios, plegarias,..
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