¿Es casualidad que la Ciencia y la Técnica se concentren, en
el día de hoy, en los países protestantes, que se copie, a duras penas, en los
países católicos y que no exista, prácticamente, en los países musulmanes,
cuyas creencias siguen estancadas en el siglo X?.
Ni siquiera en los países de religión ortodoxa. En éstos
tampoco se desarrolla un equivalente a la revolución protestante, a pesar de su
independencia respecto a la Iglesia Católica.
En la URSS, de religión ortodoxa, una vez eliminado el Zar
las riendas del poder las toma Lenin y lo primero que hace es suprimir toda
creencia religiosa, al ser contraria al materialismo, y, en tan sólo 25 años,
la URSS pasa de importar tecnología a vencer a la Alemania de Hitler, paradigma
del avance técnico-militar de la época, y convertirse en una primera potencia
científico-tecnológica.
La ausencia de la Religión o la libre interpretación de la
Biblia, facilitarán el conocimiento.
Que cada uno interprete la voluntad de Dios es lo contrario
a que la cabeza principal de las religiones monoteístas, en general, es la
única capaz de interpretar la verdad revelada.
Donde hay LIBERTAD hay posibilidad de INVESTIGACIÓN.
Donde no LA hay NO existe esa posibilidad.
La sentencia de Pablo de Tarso: “ya podría yo hablar las
lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo amor, no soy más que un
metal que resuena o unos platillos que aturden”. Ya podría tener el don de la
profecía y conocer todos los secretos y todo el saber, podría tener fe como
para mover montañas; si no tengo amor, no soy nada”.
“El amor no pasa nunca. ¿El don de la profecía?, se acabará.
¿El don de lenguas?, enmudecerá. ¿El saber?, se acabará”
Conclusión: el amor, sólo el amor.
¿Para qué saber?, ¿para qué conocer?
Lo importante es “salvarse” y eso se consigue “amando”, “no
sabiendo”
¿Para qué correr tras el conocimiento si…? Por lo tanto, así
como “bienaventurados los pobres, los que tienen hambre, los sedientos,… ¿también
“bienaventurados los ignorantes?. ¿Es el conocimiento un obstáculo para el
“amor”?, ¿es un tiempo perdido o mal empleado el dedicado a la ciencia y a la
tecnología?
Si ya en la Edad Media las Artes Liberales (el Trivium y el
Quadrivium) eran la entrada a la Filosofía, y ésta era la “esclava de la
Teología”, entonces la Teología era la Reina y Señora.
PERO, era la TEOLOGÍA REVELADA, porque la Teología Racional entraba
en el campo de la Filosofía.
Si la Verdad, venga de donde venga, viene de Dios y Éste nos
la ha revelado, en las Sagradas Escrituras, la Verdad no hay que buscarla para
encontrarla, sólo hay que creerla.
¿Y qué pasa cuando la razón llega a verdades distintas y/o
contrarias a lo que dicen las Sagradas Escrituras?
Pues como Dios no puede equivocarse, tiene que ser el hombre
el que se ha equivocado.
La Biblia siempre será “norma negativa” del conocimiento
racional. Nada, nunca, contra lo revelado. Lo no revelado puede ser estudiado,
PERO…
Nos referíamos, al inicio, de la URSS.
Si Marx, materialista y ateo, pero nacido y viviendo en
plena revolución industrial, que diagnostica el mal del capitalismo y
pronostica su final y cómo debe actuarse para acelerar su caída y que tras el
paso por la “dictadura del proletariado” y la “entrada en el socialismo” podrá
llegarse a la tierra prometida del “comunismo” (“a cada uno según sus
necesidades”) y cuya teoría era sólo aplicable al mundo capitalista, si hubiera
levantado la cabeza en el siglo XX y hubiera visto que fue en la URSS, nación
sin capitalismo, con una economía y una forma de vida de tipo medieval, se
hubiera muerto del susto.
El marxismo, sin embargo, pronto desaparecerá. Y es que Marx
era lamarkiano. Si Lamark explicaba el cuello largo de la jirafa a los
esfuerzos de la misma para poder acceder a las hojas de los árboles, que son
los esfuerzos de los seres vivos individuales los causantes de la evolución de
las especies, para Marx será el esfuerzo de los obreros los que podrán causar
la revolución y el cambio de paradigma (“proletarios de todos los países, uníos”).
La teoría evolucionista de Lamark era la ideal para Marx
porque permitía cambiar el individuo como paso al cambio de sociedad.
Pero Marx, ni nadie de su tiempo, sabía que la media del
período de mutación de una especie, lamarkianamente, era de dos millones de
años.
Para Darwin, en cambio, las mutaciones eran al azar y era el
medio el que determinaba, seleccionando, cribando, el éxito o el fracaso de la
mutación.
El lamarkismo biológico decayó frente al darwinismo. Pero es
que tampoco el lamarkismo social y moral, a la larga, daba solución al
progreso.
Todos somos/tenemos que ser lamarkianos desde el mismo
momento de ser concebido.
No adaptarse al ambiente del líquido amniótico del claustro
materno es perecer y ser un aborto.
Incluso al abandonar el claustro materno y hacer nuestro
ingreso en el claustro social, durante todo el largo período de socialización y
aculturación, para poder sobrevivir socialmente debemos adaptarnos al ambiente
social, cultural, moral, religioso,… Pero después… Permanecer lamarkianamente
es apostar por la languidez, por el pasar la vida.
La única forma de progresar, de avanzar uno mismo y de hacer
avanzar a la sociedad es ir rompiendo con ella, invistiendo las propias ropas,
adornarse con valores propios preñados de futuro.
El Cristianismo, si en los principios tuvo que ser
darwiniano, después eliminó y arrinconó a sus rivales, en cuanto fue
considerada religión oficial. Se quedó como único protagonista de la historia,
hasta que tuvo que ser tolerante, compartir el escenario y perder clientela.
Jesús, con sus discípulos y alguna mujer, era sólo una
célula en el tejido judío, el primer cristianismo era una vacuna pero la
Iglesia, desde la Edad Media era la metástasis.
La sociedad, posteriormente, ha ido desenganchándose de la
Iglesia Católica y de todas las demás religiones.
La secularización ha terminado por instalarse entre
nosotros.
Si hay un científico en la historia con el que más se haya metido
la Iglesia, ese ha sido Darwin, al que hasta lo caricaturizaban representándolo
como un mono.
¿Os habéis fijado que, en las botellas de Anís del Mono, el
mono tiene la cara de Darwin? Hay varias teorías sobre ello.
Y es que su teoría era, en el fondo, negar la creación, de
una vez, de golpe y porrazo, del hombre por Dios.
El hombre procede por evolución de especies precedentes.
Tras la lucha inicial por la supervivencia el marxismo no
tiene salida.
Adaptarse al ambiente, en la madurez, es mantener el
ambiente. Al revés que el darwinismo social.
La lucha de y entre los grupos sociales seleccionará a los
más fuertes y capacitados, que serán los que continúen.
Jesús de Nazaret: “dad al César lo que es del César
(adaptación política) y a Dios lo que es de Dios (adaptación religiosa judía)”,
con la única característica, la de cambiar/reformar lo que haya que darle a
Dios. Pero manteniendo tanto al César como a Dios.
Hay que mantener “el sábado” como el día dedicado a Dios,
pero “no se ha hecho el hombre para el sábado, sino el sábado para el hombre”.
Jesús de Nazaret, como hemos dicho en entradas anteriores,
no era un revolucionario, sino un reformador.
Marx, con su “lucha de clases” y, previamente, la
“conciencia de clase” se apunta a lo que podríamos denominar “el buenismo”.
Si TODOS los trabajadores tuvieran conciencia de clase y la
clase trabajadora luchara contra la clase empresarial, triunfaría.
Pero ese “si TODOS….” es, no lógicamente imposible, pero sí
realmente inviable (la socialdemocracia alemana apostaría por la negociación y
la consecución de ventajas en vez de por la lucha).
Ese “si TODOS…” era el mensaje de la vieja canción en
tiempos del franquismo, ante el problema de Gibraltar.
Si TODOS los españoles fuéramos a Gibraltar todos los días y
trajésemos cada uno una piedra, al cabo de no muchos días habríamos, no
resuelto, sino disuelto el problema de
Gibraltar, porque ya no habría Gibraltar.
Ese “si TODOS…” no es lógicamente imposible, pero sí es,
realmente, inviable.
Lo que Jesús, Lamark y Marx es algo similar a lo que hoy nos
dicen por las calles algunas sectas religiosas minoritarias: Si TODOS los
hombres trajéramos o pusiéramos nuestro granito de arena, entonces…
Quien vaya a la playa a retirar su granito de arena o quien
vaya con su limosna a solucionar el problema del hambre en el mundo, lo único
que conseguirá (que quizá no sea poco) será concienciar a esa persona y
satisfacerla psicológica, moral y religiosamente.
Marx sólo lanzaba sus mensajes a los obreros de la
industria…Jesús de Nazaret a sus discípulos y a algunas mujeres….Lamark a los
individuos concretos.
Pero una cosa son los elementos concretos y otra, muy
distinta, la estructura.
Pero “si TODOS los elementos….”
Y para cambiar las estructuras son necesarias las
revoluciones.
Las evoluciones lentas, además de ser a muy largo plazo, es
que muchas veces se contrarrestan
Los más capacitados no dan su esfuerzo graciosamente
mientras otros puedan parasitar y vivir parásitos.
Igual que las conductas individuales no producen cambios
específicos sino sólo individuales, sólo las variaciones genéticas pueden
generar nuevas especies si sobreviven y se imponen en la selección ambiental.
Sólo los líderes revolucionarios pueden cambiar las
estructuras sociales.
Sólo los líderes morales y religiosos pueden cambiar las
estructuras morales y religiosas.
Porque, además, en la sociedad, si no hay beneficio propio y
el incentivo real desaparece la sociedad se duerme.
El caso paradigmático fue la sociedad rusa marxista con sus
koljoses y sovjoses.
Sin incentivos individuales el todo se estanca y se hunde.
En otro lugar de este mismo blog (3 - IX – 2.013) y con el
título “Evolución biológica, social y cultural” abundo en este tema.
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