Los que
somos analfabetos e inútiles, en tantas cosas, solemos aplicar el método de
“reiniciar”.
¿Que
Internet no va? Apagar y “reiniciar”.
¿Que el
ordenador se bloquea? Apagar y “reiniciar”
¿Que el
coche se para, sin saber por qué? Apagar y “reiniciar”
Y, a mí, por
lo general, me funciona.
¿Pero,
también en POLÍTICA? ¿Podemos “apagar” y “reiniciar”, al momento?
He visto,
oído, leído,… bastante, de movimientos (muchos, más que muchos, muchísimos) de
indignados que, como nuestros representantes “no nos representan” (lo que
parece una “contraditio in terminis”) quieren “apagar” esta democracia y
“reiniciar” la auténtica democracia.
Hasta 282
grupos identifica Pedro Insúa en un artículo. Con denominaciones variadas:
Mareas (de todos los colores (amarilla, azul, blanca, naranja, negra, roja,
verde, violeta) Asambleas infinitas, Plataformas varias, Comisiones,
Asociaciones, Bloques, Coordinadoras, Foros, Grupos, Mesas, Movimientos,
Izquierdas variopintas,…..
“Tomemos las
plazas y las calles, rodeemos el Congreso, en que se asienta la democracia,
porque queremos “Democracia Real Ya” (DRY), “Democracia y punto” que es el lema
del nuevo “ Partido X” (el Partido del Futuro),….que todos quieren “apagar” y
“reiniciar”.
Lo de “Ya”
me resulta quimérico, porque uno “no nace” demócrata, sino que “se hace”
demócrata y esto lleva tiempo.
Lo de “y
punto” da a entender que no debe llevar adjetivo alguno, como “representativa”,
“parlamentaria”….
¿Se imagina
alguien La Cultura, La Religión, La Filosofía,…. sin adjetivo?,
¿Substancialista?.
Lo de “X” eso
sí que no lo veo claro. Porque siempre la “x” era la primera incógnita a
despejar y parece que no hay incógnita alguna, sino que todo es evidente,
además, “Partido del Futuro”.
“Los
intereses del pueblo son los expresados en la calle y no en este Parlamento”.
Hasta un
parlamentario, el Sr. Cayo Lara, uno de los rodeados, que no debía de darse por aludido, diría que “hay que
conquistar en la calle lo que, de alguna manera, los ciudadanos no pueden
conquistar en el parlamento”, aunque él fue agredido, abucheado, expulsado,
tachándolo de oportunista, en una concentración de indignados que estaban
evitando que se llevara a cabo un desahucio.
Pero él fue
elegido en las urnas. El argumento es de
cajón: “Si los parlamentarios no nos representan y Ud. es parlamentario,…..
“Reiniciar”
partiendo de 0 (realmente el punto 0 de las carreteras españolas es La Puerta
del Sol y, simbólicamente, también sería el punto 0, para “reiniciar la
auténtica democracia”-
Connotación
ideológica de un lugar geográfico concreto.
23 F, fecha
simbólica, cual otro Tejero, Marea Ciudadana, rodear el Congreso, contra la
“Dictadura de los Mercados”
¿El “fin”
justifica los “medios”?.
“La voz del
pueblo está siendo silenciada en el Parlamento, en vez de estar siendo
canalizada”.
¿Es que esa
multitud es más representativa del pueblo español que los parlamentarios?
Y ya no sólo
es el P.P. es el P.P.S.O.E, la “dictadura de los partidos”, con complicidad
entre ellos en esta “democracia deficitaria que nos gobierna”, sometidos a los
grupos de presión, tanto empresariales como financieros.
Aristóteles,
hace 2.400 años, ya escribía sobre “la quinta (forma) democracia”: “Hay una
quinta especie de democracia. Es aquella que traspasa la soberanía a la
multitud, que reemplaza a la ley. Porque, entonces, la decisión popular, no la
ley, lo resuelve todo. Esto es debido a la influencia de los demagogos”.
Cuando “la
ley es sustituida por la decisión popular, o, mejor, la decisión de una
multitud convertida en ley”.
Y Robespierre,
nada menos que Robespierre, afirma: “la democracia no es un estado en el que el
pueblo –constantemente reunido- regula por sí mismo los asuntos públicos- Y
todavía menos es un estado en el que cien mil facciones del pueblo, con medidas
aisladas, precipitadas y contradictorias deciden la suerte de la sociedad
entera. Tal gobierno no ha existido nunca, ni podría existir si no fuera para
conducir al pueblo hacia el despotismo”
Pero el
pueblo, políticamente, no es unívoco, ni sus intereses son homogéneos (véanse
los intereses de esos 282 grupos, antes mencionados).
Fernando
Savater lo expresa de otra manera: “nunca una buena causa justifica malos
modos”, porque, empleando estos u otros modos parecidos o distintos algunos puede
justificar otras causas que él y los suyos consideran superior”.
¿Que hay que
revisar nuestra democracia? POR SUPUESTO QUE SÍ.
¿Que somos
muchísimos los que estamos indignados por su funcionamiento? POR SUPUESTO QUE
SÍ.
¿Que como
viendo y oyendo nuestras protestas, no hacen ni puñetero caso, tenemos que
conseguir en la calle lo que no hemos podido conseguir en las urnas, por el
camino más rápido y expedito? LO DUDO.
Es el mismo
Savater quien sentencia: “una cosa es ser escuchados y otra muy distinta es ser
obedecidos”.
Y “Como somos
mayoría, lo queremos de Almería”, pero nada que ver la cantidad de votantes con
el número de manifestantes.
Los
escraches, tan de moda ahora mismo, los considero de bajeza moral, no me
gustan. Los vecinos y los hijos no tienen por qué soportar los insultos a un
vecino o un padre, democráticamente elegido, por no votar como a ellos les
gustase que votaran.
Los que
afirman en voz alta que, si no se les hace caso eso no es democracia, para mí,
personalmente, no son de fiar.
Porque la
democracia también es “procedimiento”, “garantías”, “respeto institucional”,
aunque no sea de mi gusto.
Como tenemos
tantos y tan graves problemas (paro, corrupción, violencia, pobreza,
desahucios,…) y todos ellos son achacados a esta “falsa democracia”, a este
“déficit democrático”, se deduce que con la “Democracia Real Ya” (DRY), con la
Auténtica Democracia, la nuestra, todos los problemas no es que se resolverán,
es que se diluirán, desaparecerán.
En cuanto
comencemos nosotros a gobernar y se pongan en funcionamiento nuestros
principios (cambio en la ley electoral, distrito único, listas abiertas,…),
como por arte de magia, automáticamente, con más y mejor democracia,…. TODO
SOLUCIONADO.
Si alguien
lo tiene CLARO, CLARÍSIMO, mi “enhorabuena”. Yo, cual adolescente vital, sé lo
que no me gusta (lo actual), sé lo que me gustaría (salir de este embrollo)
pero no tengo ni puñetera idea de si puede salirse y, menos aún, cómo salir
para construir ese “futuro distinto, feliz y en nuestras manos.(P.D. en Revista Utopía, publiqué “Indignados” (3-Junio-2.011) y “11 M, 14 M, 15 M, 22 M” (9-Agosto- 2.011).
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