La Moral no es tanto no hacer el mal como hacer el bien.
Estamos tan acostumbrados a los deberes negativos, a impedir acciones, que
posponemos lo auténticamente moral: hacer el bien.
No se trata tanto de no molestar como de molestar ayudando,
empujando, cooperando.
La Moral no es un código de circulación vital, donde si lo
cumples no tienes mérito alguno, pero si lo incumples te sancionan…A nadie le
dan un premio por circular a 40 klms/hora por ciudad o por aparcar en zonas
autorizadas, pero si….
Ese tipo de moral sería superfluo.
Se trata de inventar nuevas reglas que, sin estar mandadas
ni prohibidas, ayuden a la circulación, a los peatones, a los demás
conductores,….
Normas que alegren la vida, que la hagan más digna.
¿Nos pedirán cuenta los dioses de lo que nos ha sobrado y no
hemos dado, sin haber sido obligatorio?
Hay que no sólo “vivir ligero de equipaje”, dándolo, sino “poder morir sin equipaje”, desnudo, por
haberlo dado todo.
Cuando ya no se pueda “dar más” de sí, es cuando lo
“tenemos” todo.
Lo que da sentido a una vida no es no entorpecérsela a los
otros sino agrandársela, ir ampliando ese “círculo sagrado” en el que antes
estaban sólo los mío, los más cercanos.
De los “singulares” (éste, y éste, y éste,…) a los
“particulares” (éstos, y éstos, y éstos….) hasta llegar a los “universales”
(todos).
Pero no sólo, y sobre todo, “amando” a las personas, también
las “actividades”.
A mi me vivifica “aprender”, “leer”, “reflexionar”,
“escribir”, “dialogar”,… me hacen feliz éstas y otras actividades.
Amar la verdad ¿no es eso “filo-sofía”?.
¿Qué ama el poeta sino, sobre todo, la poesía?, ¿o el
artista, sino el arte?, ¿y el hombre sino la cultura, “el saber”, en general?
¿Qué vivifica al padre sino el amor a los hijos, y a los
hijos sino el amor a los padres?
No desdeñar lo más cercano (lo local, la tradición, la
historia propia, el folklore propio, el paisanaje,…. pero tampoco instalarse en
ello, como morada exclusiva.
El “Himno a la Alegría” o la “Llamada del Destino” nacieron
allí, y no en otro sitio, con ese genio y no con otro, pero su belleza ha
desbordado tanto el lugar como a su creador, hasta llegar a hacerse
“universal”.
Esa debería ser la meta de la vida de cada uno. Sin renegar
de la “particularidad” del origen, no enquistarse en ella, sino elevarse a la
“universalidad”.
Lo “clásico” no es sólo lo antiguo, es lo que, siendo pasado,
está en el presente y se prolongará en el futuro.
Por ejemplo.
El ambiente postcristiano, profundamente secularizado, tan
presente hoy día y que tan genialmente previó Rafael Alberti
“ENTRO, SEÑOR, EN TUS IGLESIAS...
Entro, Señor, en tus iglesias... Dime,
si tienes voz, ¿por qué siempre vacías?
Te lo pregunto por si no sabías
que ya a muy pocos tu pasión redime.
Respóndeme, Señor, si te deprime
decirme lo que a nadie le dirías:
si entre las sombras de esas naves frías
tu corazón anonadado gime.
Confiésalo, Señor. Sólo tus fieles
hoy son esos anónimos tropeles
que en todo ven una lección de arte.
Miran acá, miran allá, asombrados:
ángeles, puertas, cúpulas, dorados...
y no te encuentran por ninguna parte.
GENIAL.
Es lo que tiene el genio. Que siendo un individuo concreto,
nacido en una época y en un lugar concreto, es capaz de sobrepasar esa
individualidad y hablarle y anunciarle mensajes a todos los posteriores y en
cualquier otro lugar.
¿No tuvo el Álgebra su origen en una cultura concreta, la
islámica, y en una época concreta, la Edad Media? ¿Y qué es lo que ha ocurrido
con ella?
“Pensamiento ampliado” –lo denomina Luc Ferry
Ampliar el horizonte, agrandar el paraguas refugio de más
personas.
Si amas a alguien ¿lo amas por ser quien es o por las
cualidades que tiene?, ¿amas su yo o sus cualidades?
Amar a alguien por sus cualidades es un amor en el aire, un
amor inestable.
¿Y si perdiera su belleza?, ¿y si perdiera una pierna?, ¿y
cuando el tiempo pasa y “pierde” su juventud?, ¿y si, por un accidente, queda
desfigurado o inválido, parapléjico?
¿Si pierde las cualidades por las que lo amaste?
“Si me amas, ámame como soy, y no como tu quieres que sea”
“Si me quieres, quiéreme entera, // no por zonas de luz y
sombra”.
El SER y el TENER.
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