¿Son conciliables la fe y la
razón?
En otro lugar he expuesto
toda la historia de las relaciones entre ambas (desde la identificación en San
Agustín, a la complementación de San Anselmo, de la prioridad de una sobre la
otra de los dialécticos y de los antidialécticos a la armonía fe y razón de
Santo Tomás para, finalmente, en el XIV la separación occamista y cada una por
su camino, pero siempre poniéndole palos a las ruedas de la ciencia la
Iglesia y su Inquisición.
¿Y en el siglo en que vivimos?
La secularización galopante
ha desembocado en el ateísmo.
Y la pregunta que se hace es
si el nuevo ateísmo trata de arrinconar a las religiones en nombre de la
ciencia.
Porque en otros tiempos esto
se ventilaba en el tribunal de la Santa
Inquisición , estando la hoguera purificadora siempre cerca y
todos sabemos quien encendía el fuego y quienes eran los quemados.
Pero desde finales del XX la Iglesia (y su religión) no
ha querido perder el protagonismo pretérito y lo que ha hecho es lanzar y/o
apoyar la teoría del “diseño inteligente” para, así, poder estar presente en la
escuela.
Y entre la disputa entre las
teorías científicas y la nueva del “diseño inteligente” la justicia,
finalmente, y cada vez más, la justicia tiende a pasarse y apoyar a las
científicas, en este caso, en concreto, la teoría evolucionista de Darwin.
El llamado “nuevo ateísmo”
sigue la senda de la
Ilustración considerando a la religión como superstición y
enfrentada al conocimiento y al progreso.
Negar a Dios en nombre de la
ciencia y de la razón es lo que han hecho, en los últimos años, los denominados
“cuatro jinetes”
.- Richard DAWKINS y “El
espejismo de Dios”.
.-Sam HARRIS y “El fin de la
fe”
.- Dam DENNETT y “Romper el
hechizo”
.- Christopher HITCHENS y
“Dios no es bueno”
También podría estar en esta
lista el francés Michel ONFRAY y su “Tratado de ateología”
El ateísmo recibió un impulso
con el 11S y sus secuelas (Bush y su discurso teocrático (“Dios me pedía
invadir Irak”), con el auge del fundamentalismo (“Esto ha sido un castigo de
Dios por…”) y el auge y progresión del islamismo.
Pero la pregunta siempre está
ahí: ¿Se oponen Religión y Ciencia o son, sólo, mapas complementarios?
¿No será, pues, que la Ciencia y la Creencia no deben
interferir entre ellas?
El científico y pastor
anglicano Alister MCGRATH y su “La ciencia desde la fe” se sitúa en una
equidistancia entre el “fundamentalismo religioso”, que niega la Ciencia y el “Imperialismo
científico”, que niega la fe.
Arremete contra los cuatro
jinetes, incluso contra el escéptico Carl SAGAN.
Nuestro TOHARIA afirma el
oscurantismo como freno al conocimiento a lo largo de la historia.
¿”Qué progreso científico –se
pregunta- hubo durante la Edad Media ?
Y ¿Por qué?”
Copérnico, Galileo, Darwin,
Marx, Freud….
Y es que la Iglesia no sólo era la que
detentaba, en exclusiva, la Fe ,
sino también el Poder.
¿No llegó la Iglesia , incluso, a tildar
de mágico y demoníaco al número 0?
Y es que se nos olvida, muchas
veces, que, respecto a Dios, la prueba recae sobre el teísta.
Quien niega la existencia de
Dios no tiene que demostrarlo, es el que la afirma (además de que es imposible
demostrar la no existencia de algo)
Las religiones no sólo se han
opuesto al Conocimiento sino que han luchado por el Poder para, desde él,
seguir haciendo de muro.
Richard Dawkins proclama, no
sé si presume, tanto de su darwinismo como de su ateísmo.
“¿Qué es el ateísmo (un
ateo)?” – se pregunta.
“Para unos significa alguien
que está positivamente convencido de que no hay Dios (…) y para otros significa
alguien que no encuentra razón alguna para creer en un dios y, por lo tanto,
vive su vida sin tenerlo en cuenta”
Afirmar que la violencia,
siempre, ha estado ligada a la fe, a las religiones, es una obviedad, porque es
un fenómeno común, sobre todo a las tres religiones del Libro y que, si en dos
de ellas ya es algo que pertenece a la historia, en la otra, en el islamismo,
está, por desgracia, muy presente.
Igualmente, no sólo en la violencia,
también en el conocimiento, en la investigación, en el cuestionamiento, en la
realización del individuo se manifiesta su presencia en el Islam, que es una
“religión de Poder” (como en otros tiempos lo fueron las otras dos).
La gran cultura árabe medieval
no nació de la religión islámica, sino a pesar de ella.
Muchos teólogos se preguntan
hoy, más que por Dios, por el “silencio de Dios”, ante Auschwitz y demás
genocidios.
Yo mismo me he preguntado y
he dejado escrito en el blog bajo el subtítulo de “la firma de Dios”.
Michel Onfray asegura que
Jesús no existió (lo que yo no me atrevo a afirmar, al distinguir a “Jesús”
(histórico) de “Cristo” (creencia). Pero sí estoy de acuerdo con él en que el
Cristianismo no es obra de Jesús, el Cristo, sino de Pablo y del Emperador
Constantino.
“Cristo” sería el nombre
impuesto por Constantino y sus seguidores al “sol invicto”.
Aunque para ateísmo en bruto,
grosero, fuerte, en estado puro, hay que buscarlo en el Ilustrado Barón de
Holbach: “La Teología
es la ignorancia de las cosas naturales reducida a sistema”. “Dios sólo existe
como idea, en la imaginación de los hombres”.
Nuestro Francisco J. Ayala
(científico, sacerdote dominico y teólogo, aunque posteriormente dejó de
considerarse católico) tuvo que intervenir en el debate surgido en USA de si el
“creacionismo” (en su nueva versión más amable, más dulce, de “diseño
inteligente” debía estar presente o no en la escuela, codo con codo, en
equilibrio, con la teoría evolucionista.
“El debate sobre si Dios está
o no está detrás de la evolución es absurdo, porque la existencia de Dios no
puede ser ni comprobada ni negada por la ciencia”
Incluso llegaría a afirmar
que si Dios había diseñado el sistema reproductivo humano era un auténtico
chapucero y el mayor abortista del universo”
R. Dawkins lo dice de otra
manera: “es una futilidad manifiesta pretender resolver el problema de la
complejidad de la vida y de su origen postulando la existencia de otra entidad
compleja llamada Dios”
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