Si yo dijera que la Filosofia lo cura todo, sería una promesa atractiva, seductora, pero sería falsa. Para lo único que puede servir la Filosofia es para concienciar a la gente que estamos desnudos y vivimos a la intemperie, para prevenir y poder ponerse a salvo, buscando un refugio, pero no para proporcionar ni vestido para cubrirse ni casa donde alojarse.
El sabio vive felizmente, el filósofo busca permanentemente, el científico no ceja de investigar, sólo el ignorante duerme, en su pulmonía espiritual.
La Filosofia nunca podrá asegurar dónde se encuentra la felicidad pero sí dónde no está, y es de necios buscarla allí, en el reino de las cosas.
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